lunes, 6 de abril de 2009

Franz Ferdinand nos estafaron


Después de unos días de locura tras mudarme de casa, vuelvo al blog con una decepción: el concierto de Franz Ferdinand del pasado viernes. Es cierto, lo pasé muy bien, bailé, canté, salté... para eso son los mejores, el público estaba exaltado, lleno total en el Palacio de Deportes, pero es que la música no es solo eso. Lo sé, no son Led Zeppelin, no son Pink Floyd, ni siquiera son Muse, acercándonos más a la música actual, pero ellos se comportaban como si lo fueran. Una hora, eso es lo único que se dignaron a darnos a cambio de 40 eurazos. Sí, tocaron todos sus grandes éxitos, pero se largaron casi como si fuesen ellos quienes nos hiciesen un favor. Por no hablar de la horrible voz de Alex Kapranos. Ya le había visto anteriormente en directo, pero creía que con la experiencia y tras darse tantos aires de grandeza habría mejorado un poco. Pues no, sigue desafinando que da gusto, y se marca unos gallos de impresión. Eso es lo que tiene meterse al estudio a grabar y que todo, absolutamente todo lo que cantas, esté pasado por el filtro de los efectos. Como disco no tengo queja, creo que Franz Ferdinand ha vuelto a regalarnos con Tonight un disco divertido y bailable, sin pretensiones pero perfecto para pasar un buen rato. Pero el directo, eso es otra cosa. Mejor ahorrarse el dinero y el disgusto y correr a comprarse un buen disco de los 70, eso sí que era buena música, en el estudio y fuera de él.

(No puedo evitar recordar con tristeza como un grupazo de la altura de Ten Years After actuó en la pequeña sala Caracol ante un puñado de seguidores, con un sonido y virtuosismo que quitaban la respiración, y que sin embargo, FF llenen el Palacio de Deportes con su estafa de actuación. Como digo siempre, y no me canso de repetir, ha habido un antes y un después de la actuación de Ten Years After. Ya no me engañan, ahora no me conformo con cualquier cosa)

1 comentario:

  1. Pues que pena, pq en teoría este grupo vende un buen directo :( ¡Salud!

    ResponderEliminar