jueves, 30 de octubre de 2008

El sueño de The Cure: Dream 4:13


El esperadísimo nuevo disco de The Cure ya está aquí, tras varios problemas con su distribución, Dream 4:13 salió a la venta el 28 de octubre. Se trata del trabajo más guitarrero de la banda de Robert Smith, y, sin estar, obviamente, al altísimo nivel marcado con discos como Boys don't cry o Disintigration , parece que la banda ha recobrado el espíritu que parecía haber perdido en sus últimas obras.
Además de las guitarras limpias, marca de la casa, destacan una vez más las sombrías letras de Smith: el amor, la soledad, el dessencuentro, son sus temas recurrentes, pero tratados de manera poco convencional. Se nota que hay un gran trabajo de composición detrás de hermosísimas letras como la de Sirensong:



She sang "Tell me you love me and beg me to stay"
She sang "Tell me you loce me before it's too late"
She sang "Give me your life or I must fly away and you will never hear this song again"



El disco abre con Underneath the stars, una canción que cra una atmósfera envolvente y decadente, recuperando el lado más oscuro de The Cure, aquel que tan bien reflejó Faith. También hay espacio para esas canciones felices tipo Friday I'm love, omo es el caso de The only one; una canción bailable como Freakshow, de la que deberían aprender muchos jovenzuelos aspirantes a llenapistas; o preciosas canciones como la ya nombrada Sirensong, The perfect boy o This. Here and Now. With You.
En el mes de marzo The Cure ya mostró algunas de sus nuevas composiciones en un potentísimo directo en el Palacio de Deportes de Madrid. La banda británica demuestra de nuevo que son unos grandes de la música de todos los tiempos y que va a hacer falta todavía mucho tiempo para jubilarles. Un trabajo excelente -reconozco que es mi grupo favorito y me he emocionado muchísimo escuchando las nuevas canciones- sólo cabe esperar que vuelvan pronto a Madrid con sus historias tristes bajo el brazo. Mientras pensaré en las palabras de Robert Smith en This. Here and Now. With You.



No please don't tell me what I am
or when or where my life began
or why I ended up like this or how
don't ask me what i was before
if i was anything at all
its nothing you can know
about me now

miércoles, 29 de octubre de 2008

Kandahar, la historia de Nelofer Pazira



El otro día volví a ver Kandahar, una maravillosa película dirigida por el iraní Mohsen Makhmalbaf, rodada en clave de documental. Pero, aparte de su calidad cinematográfica, esta película tiene el valor de que cuenta historia real de Nelofer Pazira, una mujer nacida en la india crecida en Afganistán y emigrada a Canadá con su familia, donde actualmente es periodista de televisión.
En la pelñicula se cuenta cómo Nelofer Pazira siguió escribiéndose con su hermana, que harta de las injusticias de los talibanes, decide suicidarse, ante esto, Nelofer regresa a Afganistan para impedirlo, viviendo en primera persona el terror del regimen Talibán: la dictadura de los burkas, el horror de las minas antipersona...
La protagonista, Nelofer, se interpreta a sí misma, mostrando al espectador sus propias experiencias -aunque en la realidad a quien fue a auxiliar fue a una amiga de la infancia.
Una película que muestra todo el horror de ser mujer en Afganistán, con muy poco espacio para la esperanza, tal y como la propia Nelofer dice en la película, y que trancribo de memoria: "me encuentro ahora encerrada en las miles de prisiones en las que viven las mujeres afganas y de las que creí haber huido".

De Melón Diesel a Taxi... de Taxi a Melón Diesel


Melón Diesel
fue un grupo gibraltareño que triunfó en España allá por los 90, claramente influenciado por el movimiento grunge -se les llegó a llamar los Pearl Jam españoles, en un intento claro de promocionarlos- que se dieron a conocer de la mano de canciones como Contracorriente o Grita. En 2003, el grupo se disolvió, reciclándose en la nueva banda Taxi, que, aunque cuenta con sus seguidores, no ha alcanzado en ningún momento el éxito alcanzado con Melón Diesel.

Ahora Taxi regresa con un nuevo álbum llamado Mirando Atrás, en la que versiona algunos de sus grandes temas junto con otros de la época de Melón Diesel.
El pasado sábado 25 de septiembre, Taxi actuaron en la sala Joy Eslava de Madrid. Con las premisas anteriores, mucha gente se acercó para oír los viejos temas de Melón Diesel. Si bien es cierto que una parte del público conocía y coreaba las canciones de Taxi, la apoteosis llegaba siempre con los temas de Melón Diesel.
Niña del Sur, Contracorriente, En el andén, Por ti, Grita... pocos de los grandes hits de la banda quedaron en el tintero. En cuanto a la puesta en escena, me quedé muy impactada por la sala. Era la primera vez que iba a la Joy Eslava -jamás me encontraréis en una discoteca por mi propia voluntad- y he de reconocer que es un lugar precioso. Se trata de un antiguo teatro reconvertido en discoteca y sala de conciertos, pero que aún conserva los palcos, el escenario y las escaleras por donde se sube a la planta superior, donde los techos están llenos de lucecitas que simulan estrellas.
Aparte del escenario, Taxi se esforzaron por gustar, si bien es cierto que los años no pasan en balde. La música es divertida y bailable, pero está ya un poco pasada de moda, digamos que no aporta nada nuevo al panorama musical español.
Eso sí, los asistentes al concierto lo pasamos bien, y el final fue especialmente bonito y cuidado, cuando el escenario se llenó de pompas de jabón y cayó un telón rojo como si estuviéramos asistiendo a una representación teatral.

lunes, 27 de octubre de 2008

'Fuego', la otra India



A veces, cuando menos lo esperamos, encontramos pequeñas joyas inolvidables. Es lo que me ha sucedido ojeando las películas de la biblioteca, no tenía nada claro qué llevarme, y he cogido por puro azar Fuego, de la directora hindú residente en Canadá Deepa Mehta. No puedo negar que me fascina todo lo que tiene que ver con la India: sus películas, sus novelas, su ropa colorista, su música, sus especias... Cada vez que he visto una película hindú he quedado fascinada por esa atmósfera tan alejada del mundo occidental, tanto con las tópicas películas de Bollywood como aquellas hechas por realizadores críticos con el rígido sistema hindú machista y dictatorial. En Fuego, conocemos a Radha y a Sita, ambas mujeres pasionales y carentes de amor: el marido de Radha es casi adicto a los gurus que subliman la meditación y obligan a alejarse de las mujeres, todo ello motivado porque Radha no puede tener hijos; por su parte, Sita se ha casado con el hermano del marido de Radha, que no la ama al estar ya enamorado de una mujer oriental con la que no ha podido casarse. Ambas mujeres se sienten muy solas, y es en esa soledad donde se encuentran, se aman y se dan consuelo. Una crítica implacable a las rancias costumbres de la India y a su rígido sistema patriarcal, donde la mujer no es más que el reflejo de su marido, y no una individualidad pensante necesitada de sentir y de amar. Por lo demás, una fotografía hermosísima llena de colorido y una música envolvente, tal y como nos tiene acostumbrados el cine hindú. Fuego forma parte de una trilogía, sin saberlo ya había visto Agua, otra hermosa película donde las mujeres son maltratadas por los hombres. En ella, una niña de ocho años es encerrada al morir su marido, un anciano, en un centro de viudas. Allí conoce a una joven que a pesar de todo, quiere seguir viviendo y amando. Me queda por tanto Tierra, a ver si la encuentro...

jueves, 23 de octubre de 2008

Lejos del mundanal ruido


Es difícil encontrar un libro que te atrape desde el principio hasta el final, pero no hay una experiencia más apasionante que la de empezar un libro tedioso que poco a poco se va convirtiendo en una historia apasionante que nos engancha de tal manera que no podemos parar de leer hasta el final, y que una vez terminado, nos apena dejar a sus personajes por el cariño que les hemos cogido a lo largo de sus páginas.
Pues exactamente eso me sucedió con Lejos del mundanal ruido de Thomas Hardy, ya había leído Tess la de los d'Uberville y visto la película, ambas me encantaron. Lo que me ha sucedido con este libro me ha pasado con muy pocos tochos de la literatura del XIX, quizá con Los hermanos Karamazov de Dostoievsky y alguno más. Comencé con algo de desgana pero a medida que iba leyendo, me iba interesando aún más y mas por la historia de Bathsheba Everdene, una heroína para nada al uso, luchadora y autosuficiente, que sin embargo, no puede evitar caer en el mayor de los males para una mujer, enamorarse, y encima, enamorarse el hombre inadecuado.
A lo largo de 600 páginas, Hardy no sólo presenta a una heroína fuera de los cánones de la época, sino que dibuja un paisaje entre lo bucólico y lo realista, enmarcando la historia en la campiña inglesa, con sus nobles, burgueses venidos a menos, campesinos... Todo un catálogo de caracteres que perfilan la sociedad inglesa de la época, rígida y llena de convencionalismos, de los que la temperamental Bathsheba quiere escapar.
Un libro altamente recomendable. Y un inciso, poco antes de terminar la novela descubrí que existe una película protagonizada por la bellísima Julie Christie que estoy deseando encontrar, seguro que no me defrauda.

sábado, 18 de octubre de 2008

Una vuelta a los clásicos


Viernes 17 de noviembre, 22.00 horas, Sala Caracol, Madrid. En la sala la edad media es de más de 50 años, casi todo hombres, chupas de cuero, camisetas negras y algunas melenas llenas de canas. Y en el escenario: Ten Years After.

Lo que empezó siendo un plan de última hora más por compromiso que por otra cosa, acabó siendo una de las mejores noches de rock auténtico de mi vida. Ten Years After es uno de los pocos dinosaurios del rock que siguen en activo y que siguen sonando exactamente igual que en sus inicios en los 70. Contribuye a ello una muy buena elección a la hora de seleccionar al sustituyo de Alvin Lee -que no ha querido sumarse al proyecto-, un jovencísimo pero magnífico guitarrista llamado Joe Gooch, en cuyas manos la guitarra literalmente habla.

Los británicos tuvieron una actuación estelar en la que abundaron los temas clásicos, pero en la que también hubo tiempo para temas nuevos de una gran calidad. Durante casi dos horas la sala vibró con temas como Love like a man, coreada por el público con auténtica devoción.

No sólo cabe destacar una ejecución impecable -el sonido era magnífico-, sino que además transmitieron muchísima fuerza y emoción a los asistentes, algo nada fácil de lograr, sobre todo con bandas que regresan con una formación nueva.

Por desgracia, todo esto me hace caer en el pesimismo. ¿Cómo es posible que una banda de semejante nivel toque en una sala tan pequeña? ¿Por qué no se le ha dado más publicidad al concierto? Y sobre todo, ¿qué le pasa a la gente joven en general y a las chicas en particular? Cuando dije que iba a ver a este grupo, nadie lo conocía, y a la vista estuvo, el público joven era muy pero que muy escaso y ya rondando los treinta. ¿Es que a los jóvenes ya no les gusta la buena música? Una pena, desde luego, aunque para los privilegiados que pudimos asistir al concierto fue una noche que no podremos olvidar.

miércoles, 15 de octubre de 2008

Vicky, Cristina...¿Barcelona?



La verdad es que fui a ver la nueva peli de Woody Allen con ciertos recelos, me habían hablado de ella, y no precisamente muy bien, y por desgracia, algo de razón tenían.
Me encanta el genial cineasta norteamericano, ha creado un estilo propio imposible de copiar y muy genuino. Tan sólo basta recordar clásicos del cine moderno como
La rosa púrpura del Cairo, Misterioso asesinato en Manhattan, o las más recientes Melinda y Melinda o Poderosa Afrodita. Un director que suele alejarse de los tópicos norteamericanos, pero que en esta ocasión ha dado un sonado resbalón.
¿Quién iba a decir que él que dice amar tanto España, y que ha venido tanto a nuestro país cayera en los más burdos tópicos? Conozco muy bien Barcelona, pero en la peli no la vi por ningún lugar. Casas de infarto, cochazos... y siempre un tipo tocando la guitarra. El típico macho hispano (Bardem) que satisface los instintos sexuales de las extranjeras (Scarlett Johansson y Rebecca Hall).
¿A qué me suena esto? Si cambiamos a Bardem por Andrés Pajares, a las dos actrices norteamericanas por unas alegres suecas y Barcelona por la costa española ¿qué tenemos?. Vaya, pero si es la típica película española de los 60 casposa y llena de topicazos.
No, no me esperaba esto de Allen, Barcelona es una ciudad preciosa, llena de encanto y rincones inolvidables y eso, eso no se ve en ningún momento en la película. La historia es además inexistente, los personajes planos...
Eso sí, hay una excepción en todo este desastre y es PENÉLOPE CRUZ, y con mayúsculas, el trabajo de la actriz es soberbio, sólo con su presencia levanta toda la película. Su personaje es divertido e histriónico, y debo reconocer que un poquito me gustó porque me vi reflejada en su personaje.
Penélope ha ganado con los años no sólo en belleza, sino también en talento.