lunes, 27 de febrero de 2012

'No pasa nada. Los poetas Beat y Oriente', antología

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Título: No pasa nada. Los poetas Beat y Oriente
Editorial: Los libros de la frontera (enero 2007)
Páginas: 264
Precio: 20 euros

No es la primera vez que os hablo de la Generación Beat, una de mis favoritas, especialmente por Jack Kerouac, al que adoro incondicionalmente. Esta antología poética no es quizá la más completa, ya que de algunos autores se incluyen tan solo uno o dos poemas y el esbozo biográfico que se hace de ellos es muy breve, pero sí que es una buena manera de recoger nombres nuevos e ir luego profundizando en los que más nos interesen. Por mi parte, tampoco voy a pormenorizar la biografía de cada uno de ellos, ya que en ese caso la entrada se eternizaría. Lo que pretendo es dar unas pequeñas pinceladas de cada poeta, y esencialmente mostraros los fragmentos de aquellos que más me han gustado, por si os interesa profundizar luego en alguno de ellos. En este libro se ha centrado el interés en la estrecha relación entre la Generación Beat y Oriente, y es que los Beat volvieron la mirada hacia Japón o la India (por algo fueron precursores del movimiento hippie que luego volvería de nuevo sus ojos a Oriente), a la espiritualidad, y a unos viajes tanto interiores como exteriores. Muchos de ellos viajaron e incluso vivieron en países orientales, todos ellos investigaron en temas que hoy en día parecen ya incluso agotados, pero que en aquel momento eran algo totalmente novedoso y revolucionario, como la meditación, el yoga, los mantras, el budismo...

Jack Kerouac y Allen Ginsberg

Abre el libro Jack Kerouac, más conocido como novelista (en concreto, su excepcional En el camino), y del que ya os hablé de su faceta poética con el libro Poemas dispersos. Su interés por la religión, la espiritualidad, y en concreto el zen, constantes en su obra tanto poética como narrativa, ayudaron a difundir estas disciplinas en Occidente cuando aún eran algo prácticamente desconocido.

Cómo meditar (Jack Kerouac)

-luces fuera-
junta las manos y cae hacia un éxtasis
instantáneo como en un chute de heroína o morfina,
la glándula de mi cerebro emanando
el buen fluido alegre (el Sagrado Fluido) mientras
me concentro hasta controlar todo mi cuerpo
y quedar casi muerto - Curándome
de todas mis enfermedades - borrándolo todo - ni
siquiera queda el jirón de un "Espero que tú" o de un
chiflado bocadillo de cómic, sólo la mente
en blanco, serena, vacía. Cuando un pensamiento
se aproxime dando saltitos para
ofrecerte una imagen mófate de él,
ridiculízalo, falsifícalo y
se desvanecerá, y nunca regresará -y
date cuenta por primera vez con regocijo de que
"pensar es lo mismo que no pensar-
de modo que no tengo que pensar
nunca
más".

Por su parte, Allen Ginsberg es sin duda el poeta más representativo y popular de la Generación Beat, y el enlace directo con el movimiento hippie. Su interés por la espiritualidad y la religión se plasma en su poemas, y también en su propia vida, ya que por ejemplo, practicó el budismo. El poeta conjuga esa espiritualidad con un agudo sentido del humor que está presente en toda su obra

En mi cocina de Nueva York (Allen Ginsberg)

Doblo mis rodillas, cambio el peso,
la calavera autorretrato del Picasso azul
está pegada a la puerta de la nevera
Éste es el único sitio del apartamento
suficientemente grande para hacer tai chi
Estiro el pie derecho y lo alzo, me pregunto
si tenía que haber apartado ese cubo
de basura
 (fragmento)

Diane di Prima, Anne Waldman y Lenore Kandel

En literatura, como en muchos otros campos, parece que todo haya sido cosa de hombres, sin embargo, los Beat también cuentan entre sus filas con algunas mujeres importantes, como por ejemplo Diane di Prima; Anne Waldman, cofundadora junto a Allen Ginsberg de la Jack Kerouac Disembodied School of Poetics; o Lenore Kandel, muy interesada en el budismo e inmortalizada por Kerouac en su novela Big Sur como Romana Swartz.



Canción budista de Año Nuevo (Diane di Prima)


al amanecer me enfrenté a Shiva, la luz fría
revelando los mundos "nacidos de la mente", así de
sencillo,
y lo vi propagándose, desbordándose,
o, por decirlo de modo más simple, como un espejo
reflejando otro espejo.
entonces rompí los espejos, a ti ya no se te veía
ni había razones para buscarte, y miré fijamente esta
nueva oscuridad
y los mundos nacidos de la mente se disiparon y la
misma mente desapareció
¿una locura o un nuevo comienzo?
 (fragmento)


Joanne Kyger y Gary Snyder


También contamos con la pareja de poetas formada por Joanne Kyger y Gary Snyder, quienes se casaron en Japón, donde vivieron l4 años, y viajaron por la India. Joanne estudió en EEUU con el maestro del budismo tibetano Chogyam Trungpa, mientras que Gary se interesó especialmente por la vida de los indios del norte de América y por la cultura japonesa, aprendiendo a meditar y traduciendo sutras budistas. Gary Snyder ganó, entre otros galardones, el premio Pulitzer de poesía en 1974.


Regresando a la vida de Naropa (Joanne Kyger)

Es espantoso. Ha estado
pasando durante algún tiempo.
Sentado inmóvil durante un año, tan quieto
como un trueno. Sin hablar.
Sin pensar. ¿qué pasa?
El maestro de Naropa no responde.

Pero al final se levanta y se sube a lo alto
del tejado del templo adornado. Naropa le sigue.
La primera palabra que pronuncia: "¡SALTA"!
Naropa salta al suelo.
Y roto, se queda ahí sufriendo terriblemente.
Gran Discípulo.
Su maestro le sana instantáneamente
diciendo:
"¡Te lo merecías, vasija de barro!
Por pensar que hay un Yo dentro de ese cuerpo
todo nacimiento y toda muerte y las etapas que hay
entre ambos
deben fundirse con la Radiante Luz
del Vacío".
Y regresa a su meditación silenciosa.




Compartimos nuestros votos con todos los seres (Gary Snyder)

Comiendo un bocadillo
mientras trabajamos en los bosques,
una cervatilla mordisquea la cola del macho en la
nieve,
se miran mutuamente,
mastican juntos,
un bombardero procedente de Beale
sobre las nubes
hace temblar el cielo,
ella alza la cabeza, escucha,
aguarda hasta que el ruido se disipa,
lo mismo hago yo.

Albert Saijo, Philip Whalen, Bob Kaufman Michael McClure y Lew Welch  

Y cómo no, la naturaleza, el ecologismo, refugiarse en lo salvaje como método de llegar al yo interior, fue una constante en muchos de ellos, así como las religiones en aquel entonces exóticas, como el budismo, la filosofía zen, etcétera. Fue el caso de Albert Saijo poeta y ecologista declarado; Philip Whalen quien llegó a ser abad zen de un monasterio en California; Bob Kaufman que fue durante dos décadas marino mercante y asistió a su padre judío en la sinagoga, a su madre católica en la iglesia, a su abuela en sus prácticas de vudú y estudio budismo y zen; Michael McClure, también dramaturgo novelista y ensayista; o el triste caso de Lew Welch quien cogió un revolver, escribió una nota de despedida y se adentró en un bosque, sin que se encontrase nunca su suerpo. 



Él se prepara para abandonar su choza (Lew Welch)

"¿Por qué tiene que se tan difícil renunciar
a busa¡car algo que sabes que no puedes poseer?"
"¿Quién dijo que iba a ser fácil"?
( fragmento)


Kenneth Rexroth, Lawrence Ferlinghetti y Harold Nose


El antimilitarismo fue otra de las señas de identidad de esta Generación, encontramos este tipo de poemas en Harold Norse, Lawrence Ferlinghetti, fundador de la librería y la editorial City Lights Books donde se publicaron los primeros libros Beat; o Kenneth Rexroth, pacifista y anarquista, autodidacta (sólo fue al colegio durante cinco años), además de poeta, pintaba cuadros abstractos, trabajaba en el teatro vanguardista y empezó a estudiar por su cuenta varios idiomas. 

Kali Yuga (Harold Nose)

los poemas no pueden desviar las balas ni
pueden cortar en dos
el sufrimiento
o hacerme olvidar por un instante
que moriré

es absurdo no estoy preocupado
por la muerte sino por el vacío que todavía
no he llenado con poemas o
comprensión 
(fragmento)

Como veis, esta antología es perfecta para una primera aproximación a la vertiente poética de la Generación, para tomar nombres y profundizar después en ellos, no solo en sus obras, sino como podéis observar en sus intensas vidas, tan interesantes como su propia obra.

viernes, 24 de febrero de 2012

Fotografías de Lewis Hine y pinturas de Odilon Redon en la Fundación Mapfre. Firma de libros de Paul Auster

Niño de la calle (1910)

Comienza la temporada de exposiciones imprescindibles en Madrid, como la de Marc Chagall, de la que de momento sólo he visto la mitad que tienen en la Fundación Caja Madrid. En cuanto vea la otra parte del Museo Thyssen os comentaré aquí qué me ha parecido, aunque puedo adelantaros ya que es una auténtica maravilla y quien pueda no debería perdérsela. La muestra fotográfica de Lewis Hine que nos trae la Fundación Mapfre es otra imprescindible, especialmente para todos aquellos que amamos la fotografía. En mi caso, además, se trata de uno de esos fotógrafos-icono que tengo siempre en mente y que me entusiasma contemplar una y otra vez.

Patio de juegos en un pueblo industrial (1909)

Lewis Hine nació en Wisconsin en 1974 y murió en Nueva York en 1940, sus fotografías son ya todo un clásico, algunas de ellas os sonarán sin duda. Precursor de muchos otros que vinieron después (como por ejemplo Walker Evans), sus imágenes fueron un instrumento de denuncia y concienciación social sobre las penosas condiciones laborales y económicas en las que vivían muchos en la época, haciendo especial hincapié en la explotación infantil.

Niño recolector de algodón (1913)

La muestra está compuesta por unas 170 fotografías, en su mayoría vintage, procedentes de la George Eastman House. Podemos hacer un viaje a través de ellas desde sus primeras imágenes, tomadas de forma autodidacta con una sencilla cámara de fuelle, con la que retrató la llegada de inmigrantes a la isla de Ellis a principios del siglo XX. Allí se encontraba uno de los centros de recepción de inmigrantes, y en estas imágenes de pobreza, miedo y desesperación, podemos encontrar algo que será una constante en su fotografía: el respeto y la humanización de sus retratados, captando al individuo que hay detrás de cada situación que quería denunciar.

Familia italiana buscando equipaje perdido (1905)

En 1908 decidió dejar la enseñanza para dedicarse plenamente a la fotografía y denunciar las condiciones tan precarias en las que la gran depresión del 29 había sumido a muchos. De la llegada de los inmigrantes pasó a sus viviendas míseras e insalubres en las que se hacinaban familias enteras, así como las condiciones infrahumanas en las que tenían que trabajar para poder salir adelante.

Niño que perdió un brazo manejando una sierra en una fábrica de cajas (1909)

Comenzó a trabajar como fotógrafo oficial para la National Child Labor Committee, una organización creada para combatir el empleo infantil. Durante esos años se dedicó a documentar el trabajo infantil en campos, minas, fábricas, como recolectores de algodón, vendiendo periódicos... Reconozco que mis favoritas han sido las abundantes imágenes dedicadas a los niños, a pesar de su miseria, de las duras condiciones de trabajo y de vida que llevaban todos ellos tienen un destello de esperanza y optimismo en su mirada, una valentía y coraje que Hine supo retratar muy bien.

Niño de una casa de vecindad, Chicago 1910
Tras la I Guerra Mundial Hine viajó a Europa para dejar constancia de las duras condiciones de vida de los refugiados y las consecuencias de la guerra, lo que ayudó a la Cruz Roja a obtener las subvenciones necesarias para darles ayuda humanitaria. Allí los niños vuelven a ser el centro de muchas de sus imágenes, pequeños vagabundos que malviven en las calles de las ciudades.

Golfillo de París (1918)

De vuelta de su primera y única experiencia europea, regresa a Nueva York, donde volvió su mirada al mundo del trabajo, pero esta vez para retratar su cara más amable: el trabajo como un elemento que dignifica al ser humano, en una exaltación del trabajo y los trabajadores, en medio de una auténtica revolución industrial en la que la máquina no es nada sin el trabajo del hombre.

Mecánico en una bomba de vapor de una central eléctrica (1920)

Esta serie dedicada al trabajo culminaría con sus popularísimas imágenes sobre la construcción del Empire State de Nueva York, en las que, para tomar algunas de las espectaculares imágenes, no dudó en hacerse descolgar a 400 metros de altura.

Ícaro sobre el Empire State Building (1931)

En los últimos años de su vida, los cambios sociales y políticos hicieron que su trabajo quedase en cierto modo obsoleto, teniendo cada vez menos encargos, por lo que acabaría dependiendo de la beneficencia. Las ayudas sociales ya no dependían de la buena voluntad de las donaciones privadas, motivadas muchas veces por las fotografías que tomaba Hine, sino que ese papel comenzaron a llevarlo a cabo las agencias gubernamentales del New Deal. A pesar de que trató de seguir en activo como freelance, y de que en 1939 se realizó una gran retrospectiva de su obra en el Riverside Museum de Nueva York, en la que se le reivindicaba como fotógrafo visionario e innovador, en 1940 murió en la más absoluta pobreza.

Esperando a que abra el dispensario. Distrito de Hull House, Chicago (1910)

La muestra puede verse hasta el 29 de abril en la Fundación Mapfre (paseo de Recoletos, 23) los lunes de 14 a 20 horas; de martes a sábados de 10 a 20 horas; y los domingos y festivos de 11 a 19 horas. Además, hasta la misma fecha puede verse también en la misma Fundación la muestra Odilon Redon (1840-1916), una interesante retrospectiva sobre este pintor, menos masivamente conocido que sus contemporáneos los impresionistas, totalmente original y alejado de ellos. 

Araña sonriente (1881)

Precursor de los movimientos surrealistas, de la utilización del subconsciente y de lo onírico, muy influenciado por Goya o por los relatos oscuros de Edgar Allan Poe, es a su vez influencia clave para los simbolistas y los nabis. Podemos ver 170 obras procedentes del Musée d'Orsay, el Gemeentemuseum de La Haya, el Rijksmuseum de Ámsterdam, el Museo de Bellas Artes de Burdeos, el Staatliche Kunsthalle de Karlsruhe y de colecciones particulares. Podéis ver más de ambas exposiciones en este vídeo.





Y aunque os hablaré más extensamente de ello cuando haga la reseña (estoy segura de que no voy a tardar mucho, estoy deseando devorar el libro), no puedo dejar de haceros un adelanto de la firma de libros que tuvo lugar ayer en Fnac Castellana con... ¡PAUL AUSTER! Estoy emocionadísima, de hecho, lo primero que he hecho esta mañana al levantarme ha sido comprobar que seguía ahí la firma. Además de tener mi ejemplar de Diario de invierno, su última novela, firmada, pude disfrutar de toda la ambientación neoyorquina que organizaron en la tienda. Hay que decir que Fnac se portó fenomenal, además de una banda de jazz en directo, repartieron durante toda la tarde pastelería con un aire muy neoyorquino (muffins, cookies, tarta de manzana...), lo que se agradecía después de las más de dos horas de cola que nos tocó esperar, y que en mi caso por lo menos, valieron realmente la pena.

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Paul Auster firmando mi libro

lunes, 20 de febrero de 2012

'1Q84' (Libros 1, 2 y 3) de Haruki Murakami

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Título: 1Q84 (Libros 1 y 2 / Libro 3)
Autor: Haruki Murakami
Editorial: Tusquets (febrero 2011 / octubre 2011)
Año publicación: 2009 / 2010
Páginas: 737 / 414
Precio: 25 euros / 21,15 euros


"Tal vez parezca un poco diferente al de siempre. Pero no se deje engañar por las apariencias. Realidad no hay más que una". (1Q84 Libro 1)

Aomame y Tengo, ella y él, dos lunas en el cielo, una madre y una hija, un ahora en 1984 y un ahora en 1Q84 o el pueblo de los gatos. Dos mundos paralelos muy semejantes pero con sutiles diferencias que pueden cambiarlo todo. Murakami ha creado en estas novelas (publicadas en España en dos volúmenes, uno que recoge los libros 1 y 2, y un segundo que contiene el libro 3) un mundo paralelo, pero tan sutilmente, que no hay momento en que no creamos que nuestros sentidos nos engañan, quizá sigamos en 1984. O quizá no. Aomame y Tengo se conocieron de niños pero no han vuelto a verse desde entonces, ahora tienen 30 años y comparten un vínculo especial sin saberlo, aunque pueden sentirlo de alguna manera. Ella es instructora en un gimnasio y una asesina que elimina a hombres que "lo merecen". Él es profesor de matemáticas y escritor sin éxito. Una historia realmente mágica en la que además del amor, de las posibilidades infinitas que tiene el mundo, el espacio y el tiempo, encontramos sectas, maltratadores, detectives privados, crisálidas de aire... Y en especial, la little people, enigmáticos seres cruciales en la historia.

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Es curioso lo que me ha sucedido con Haruki Murakami, he ido de menos a más. El primer libro que leí del japonés fue Tokio Blues, me decepcionó muchísimo, venía de leer a escritores clásicos y tradicionales japoneses como Soseki, Kawabata o Mishima y me quedé algo descolocada, no era lo que esperaba encontrar. Tengo la costumbre de no darme por vencida con un autor a no ser que me haya horrorizado por completo en una primera lectura, así que mi siguiente intento fue con El fin del mundo y un despiadado país de las maravillas, que bien, pero con el que seguía sin entender el por qué de tanto furor con el japonés. Como en el amor, lo mío con Murakami fue al final un flechazo, y ocurrió precisamente con Sputnik, mi amor, un libro precioso con el que por fin vi ese "algo" del autor que le hace tan especial. Ahora, con 1Q84 lo confirmo, me encanta Murakami, yo también soy ya una murakamiadicta y voy a devorar todo lo que publique. Sigo prefiriendo a mis clásicos, por supuesto, pero eso también me pasa con la literatura occidental. 




¿Y por qué es tan especial 1Q84? Creo que es mejor que os enfrentéis al libro sabiendo lo menos posible, descubriendo, desentrañando la historia. Hay libros que no se pueden explicar, sino que se tienen que leer.  Una historia que conjuga algo de distopía (no en vano el título es un claro homenaje a 1984 de George Orwell, aunque prácticamente ahí acaban los contactos entre ambos libros), novela negra, algo de fantasía y especialmente novela de personajes, ya que lo que de verdad nos va a importar es conocer a fondo a estos seres que pululan por la novela, y a los que es difícil soltar una vez terminada. Había leído muchas críticas negativas por el final de la novela, es por eso que he querido leerme la obra completa antes de comentarla, y he de decir que por mi parte ha sido el mejor final que podía tener la novela. No se despejan todas las dudas, por supuesto que no, en la vida real tampoco se obtienen todas las respuestas a todos los enigmas, sin embargo, Murakami consigue que todo encaje, que todo tenga un sentido y una razón de ser. Como tiene una razón de ser la maravillosa Sinfonietta de Janacek, fondo sonoro de la novela. Dadle al play y fijaos si hay una sola luna o si son dos las que cuelgan del cielo.

jueves, 16 de febrero de 2012

'El topo' (Tinker Tailor Soldier Spy) de Tomas Alfredson



Normalmente no es el género de películas que me suele gustar, tampoco soy una gran lectora de John Le Carré, autor del libro en el que se basa la película, y no he visto la mítica serie de televisión. Quizá sea precisamente por todo eso, por no ir con demasiadas expectativas ni condicionamientos, por lo que me ha gustado tanto esta película. En este caso mi decisión fue cien por cien por los actores que trabajan en ella. Gary Oldman, a pesar de que ha tenido algunos altibajos, es uno de los mejores actores de los últimos años, con papeles ya memorables. ¿Qué decir de Colin Firth? Adoro a este hombre desde hace años, haga el papel que haga, lo borda. Otro a quien sigo muy de cerca es a Benedict Cumberbatch, mi adoradísimo Sherlock de la serie de la BBC, un actor que va a dar mucho que hablar, y si no, tiempo al tiempo, camaleónico como él solo, es el hombre de las mil caras. Tom Hardy, espléndido, o los impresionantes John Hurt o Mark Strong, por nombrar solo a algunos. También hay una pequeña sorpresa, un breve papel para Laura Carmichael, conocida por interpretar a Edith, la hermana mediana de la estupenda serie británica Downton Abbey. 


Los que seguís el blog ya sabéis que adoro todo lo británico, me encanta la música, el cine, la literatura, el propio país en sí. Aunque en este caso los actores sean británicos, curiosamente el director es el sueco Tomas Alfredson, director de la genial Déjame Entrar, que dio un giro de tuerca al cine de vampiros y que cambia radicalmente en este film de registro. Sin duda, lo mejor de la película son las magníficas actuaciones, pero también la ambientación: una Inglaterra, la de los años 70 gris y plomiza, con viejos edificios en plena decadencia. Los tonos azulados que impregnan las imágenes nos meten de lleno en una historia de espionaje que no abusa de la acción descontrolada o de los momentos de tensión, todo fluye, tranquilamente, sordamente, quizá, al igual que esos mecanismos de poder ocultos, esos engranajes que van funcionando en la sombra, poco a poco.


Gary Oldman encarna a George Smiley, un gris y algo desencantado miembro del M16, el servicio secreto británico, en plena Guerra Fría. Smiley, con la ayuda del joven agente Peter Guillam (Benedict Cumberbatch), es contratado por el Gobierno británico para una difícil misión como agente secreto con el objetivo de destapar a un topo que trabaja para los soviéticos y que se esconde en el mismísimo corazón del M16. Nadie es quien parece ser, las intrigas, los dobles juegos, estarán presentes durante toda la investigación de Smiley. Con esa terrible costumbre de cambiar los títulos se pierde parte de la gracia del mismo: Tinker Tailor Soldier Spy hace referencia a los apodos de los cuatro sospechosos: Tinker, el calderero Percy Alleline (Toby Jones); Tailor, el sastre Bill Haydon (Colin Firth); Soldier, el soldado Roy Bland (Ciarán Hinds); e incluso Spy, el espía, el propio Smiley. Quien quiera cine de acción, diálogos insustanciales que mastican y vomitan al espectador qué está sucediendo en cada momento, que vaya a ver otra cosa. No es una película fácil. Los silencios, los gestos, las miradas, son fundamentales. Hay que estar atentos, ya que tendremos que ir a la par con Smiley e ir tratando de desentrañar  la maraña para averiguar quién es el topo.  Una película que nos devuelve el espíritu del cine clásico de espionaje, con personajes y tramas bien elaboradas, momentos de tensa calma, conjeturas... Cine del grande para disfrutar. No dejéis de prestar atención a la magnífica banda sonora creada por el compositor español Alberto Iglesias, simplemente magnífica. Os recomiendo también que os paséis por la página oficial de la películaTinker Tailor Soldier Spy solamente por la estética que han empleado vale la pena perderse un poco por ella.

lunes, 13 de febrero de 2012

'Agnes Grey' de Anne Brönte

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Título: Agnes Grey
Autor: Anne Brönte
Editorial: DeBolsillo (abril 2010)
Año publicación: 1847
Páginas: 248
Precio: 9,95 euros

Aunque no se pueda decir que se trate de una novela cien por cien romántica, Agnes Grey, la primera novela publicada de la más pequeña de las hermanas Brönte, Anne, tiene muchos elementos que gustarán a quienes disfruten con la literatura romántica decimonónica, aunque como suele suceder con cualquiera de las novelas de estas tres hermanas, la historia va más allá de amoríos, bailes, presentaciones en sociedad y pedidas de mano. Muchos consideran las novelas de las hermanas Brönte o de Jane Austen "literatura para mujeres", algo sin duda injusto, o ¿acaso las novelas protagonizadas y escritas por hombres son "literatura para hombres"? Más allá de esto os prevengo ya que si aún no habéis leído nada de estas célebres hermanas inglesas, comencéis por la que para mi gusto es sin duda la mejor: Emily Brönte y su Cumbres Borrascosas, paséis después a Jane Eyre de Chalotte Brönte, y finalmente os animéis con Anne, quien me ha parecido, sin dejar de ser buena escritora, la más floja de las tres. Aunque es cierto que esta fue su primera novela, y que aún tengo que leer La inquilina de Widfell Hall su segunda y última obra para poder formarme una opinión definitiva.

Casa-museo de las hermanas Brönte

Agnes Grey es el alter ego de la propia Anne Brönte, hija de un vicario venido a menos, rodeada siempre del cariño y las atenciones de su familia, nunca ha tenido que hacer nada para ganarse la vida, sin embargo, decide colaborar en la economía familiar trabajando como institutriz para familias adineradas. Aunque se imagina que la tarea no va a ser nada fácil, la realidad es aún peor de lo que esperaba: nuevos ricos que la tratan con desprecio, más como una criada que como una educadora de sus hijos; nobles estirados y sobre todo, una ristra de niños mal educados y caprichosos que lograrán acabar con su paciencia. Niños crueles con tendencias muy violentas, niñas que a pesar de no tener edad para ello flirtean y manipulan a los hombres... Y a pesar de ello, padres que adoran a sus "monstruitos", que no ven sus defectos, si hay algo malo en ellos ha debido ser la institutriz quien se lo ha enseñado. Algo similar a lo que sucede en el sistema educativo actual, en el que los padres en vez de educar y reprender a sus hijos, llegan incluso a agredir a los profesores. No va a ser lo último que veamos en el libro de plena actualidad. La primera mitad del libro es una sucesión de los trabajos y familias por las que pasa la pobre Agnes y las divertidas (para nosotros, no para ella) anécdotas que vive mientras trata de educar a unos niños consentidos a más no poder. A partir de la segunda mitad del libro, Agnes comienza a tomar conciencia de que su independencia económica no pasa por renunciar a sí misma y al amor, y aquí es donde comienza digamos la parte romántica del libro. Porque, romántica, romántica, no es. Agnes es responsable, recta y recatada, con un sentido del deber y del saber estar que en ocasiones hacen que parezca una persona fría y demasiado crítica con sus alumnos. Ha habido momentos en que ha llegado a cansarme la enorme carga moralista y religiosa que tiene la protagonista, aunque hemos de tener en cuenta que es hija de su época, y que como tal actúa y piensa. La novela escarba en la situación de la mujer en la época, relegada a la vida familiar y como mucho a trabajos como el de institutriz, siempre en un segundo plano. Además, (es curioso, de nuevo algo de plena actualidad) asistimos a los abusos a los que es sometida por parte de sus jefes: reducción de vacaciones, sueldos ínfimos por jornadas maratonianas, ningún derecho pero todas las obligaciones, una relación laboral de semi esclavitud que a más de uno le sonará hoy en día. 

Retrato de Anne Brönte realizado por su hermana Charlotte
Anne Brönte nació en Thornton (Yorkshire) en 1820 y falleció en 1849 con tan solo 29 años de tuberculosis. Anne estudió para ser institutriz, la única salida laboral para las mujeres con cultura que querían trabajar en la época. Sus experiencias como institutriz, que empezaron cuando tenía 19 años, sirvieron como base para esta, su primera novela. Aunque termina siendo una novela romántica, habréis podido ver que las situaciones que critica: las pésimas condiciones laborales, el nulo apoyo de los padres a los educadores y cómo malcrían a los niños, e incluso la situación de la mujer, siguen más de actualidad que nunca, síntoma de que una novela ha conseguido ese difícil estatus de universal. Da igual que Anne la escribiera a mediados del siglo XIX, por desgracia, podemos reconocer muchas de las lacras que denuncia a nuestro alrededor.

lunes, 6 de febrero de 2012

'Bravo Tango Siete. El contratista' de David Yagüe

 
Título: Bravo Tango Siete. El contratista
Autor: David Yagüe
Editorial: Atanor (2011)
Páginas: 184
Precio: 14 euros

Esta es sin duda la reseña que más ilusión me hace escribir desde que abrí el blog, y también la más complicada, ambas por el mismo motivo, el autor es un amigo y eso siempre hace más difícil hablar de un libro, aunque también más satisfactorio. Sé lo mucho que le ha costado poder ver publicada esta, su primera novela, los "no", retrasos, momentos en que parecía que todo el trabajo empleado no iba a llevar a nada, hasta que el mes pasado pude asistir a la presentación del libro y verlo por fin físicamente. "Bravo Tango Siete. El contratista" no podía estar de mayor actualidad, nos sitúa en el Irak post Sadam Hussein, y nos mete de lleno en el oscuro mundo de los contratistas, mercenarios extranjeros que más que hacerse cargo de la seguridad de empresas privadas, suelen infringir la ley amparados por el vacío legal existente. En la novela, uno de ellos, el estadounidense Carl Robson, es secuestrado por un grupo de la insurgencia iraquí. Para rescatarlo, la policía crea un grupo de rescate formado por sunitas y chíitas, a cuyo mando se encuentra Kassem, antiguo torturador y ex miembro de la policía secreta de Sadam. Con un ritmo trepidante, seguimos a Kassem en su investigación, en una lucha contrareloj, ya que si no consigue dar con el estadounidense perderá para siempre a su hijo pequeño, lo único que le queda tras perder a su mujer en un bombardeo. Los puntos fuertes de la novela son su ritmo frenético que nos lleva a devorarla al querer saber cuál será el desenlace y una ambientación muy cuidada, con pequeños detalles que ayudan a meternos aún más en las ciudades de Bagdad y Basora. Se nota la exhaustiva documentación: comidas, música, las calles que recorren... todo nos lleva a Irak. Los personajes están muy bien trazados y, aunque ninguno de ellos es un héroe (más bien al contrario, todos tienen un trasfondo muy oscuro), podemos comprender sus motivaciones e incluso compadecernos de Kassem y desear durante toda la lectura que consiga encontrar al contratista para que así pueda escapar con su hijo de la violencia del país. Varias tramas paralelas se van uniendo en una historia muy visual y cinematográfica, salpicada de escenas de acción trepidantes y momentos de auténtico suspense. Para mi gusto, lo mejor de todo ha sido el final, donde todo queda atado y bien atado, y donde, tras varios giros de la trama, nos llevamos algunas sorpresas. La pena es que este excelente debut se vea empañado por algo que viene a ser ya algo habitual en muchas ediciones, y son las numerosas erratas que, esperemos, en futuras ediciones se corrijan. Una sugerencia que he hecho al autor es la de introducir un glosario de términos ya que, aunque por el contexto se entiende todo perfectamente, hay algunas palabras que quedarían así mejor explicadas. 

Soldado a las afueras de Basora (REUTERS)

En definitiva, se trata de un thriller trepidante que no nos deja ni un momento de descanso, ágil y muy entretenido, y colocado en un escenario de plena actualidad como es Irak, el terrorismo y la violencia desatada que se vive a diario en sus calles. Una violencia que vemos todos los días en los informativos y que sólo son ya cifras sin rostro, esta novela les pone cara y motivaciones. Aunque la novela negra  no es un género que haya tocado mucho hasta el momento, esta novela me ha parecido muy entretenida y con un enfoque original en el clásico esquema de investigador ya que, en este caso, Kassem, iraquí de oscuro pasado, no es precisamente el tipo de personaje con el que nos sentiríamos identificados, y como digo, la novela consigue que empaticemos con él, que entendamos lo que ha hecho y hace, y que nos alegremos con cada nuevo avance en la investigación. Un libro muy ameno, una novela negra que toma las líneas esenciales y clásicas del género, como el investigador atormentado por su pasado que ha de resolver un enigma, David introduce la novedad de la ambientación, al situarlo en Irak. De este modo, además de una novela entretenida, supone un toque de atención hacia la situación en este país, la violencia en la que parecen haberse eternizado y hacia la que nosotros parece que nos hemos inmunizado ya, y los excesos cometidos por contratistas y demás extranjeros que, aprovechando la situación del país, han sabido sacar partido del mismo y enriquecerse personalmente a expensas de vidas de miles de personas. Un libro para disfrutar, que se devora sin darnos cuenta. Si os gusta la novela negra, os va a encantar. Si, como yo, es un género al que no prestáis mucha atención, es una manera perfecta de adentrarse en él, ya que conjuga actualidad y entretenimiento, es breve y muy dinámica. No os defraudará.

viernes, 3 de febrero de 2012

'Antología Bilingüe' de W.B. Yeats

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Título: Antología Bilingüe
Autor: W.B. Yeats
Editorial: Alianza Editorial (1990)

Ya antes de viajar en diciembre a Dublín tenía ganas de conocer a Yeats, allí, las ganas se incrementaron al verlo por todas partes: librerías llenas de sus libros, en el Writers Museum, en murales, en las calles... No en vano, se trata del poeta más importante del país, tanto por sus preciosos poemas, como por haber sido un importante activista en la causa por la independencia del país, llegando a ser incluso senador. Además, fue el primer irlandés en ser galardonado con el Nobel de Literatura en 1923, y por si eso fuera poco, fue cofundador del Abbey Theatre, el Teatro Nacional de Irlanda, que se encuentra en Dublín. Esta antología la leí durante las navidades (es por eso que la foto ha quedado un tanto desfasada, aunque con el frío que hace, me siento más en Navidad ahora que entonces), después volví a encontrármelo en El sueño del celta de Mario Vargas Llosa, donde se habla de él, ya que formaba parte del círculo de amigos del protagonista, Roger Casement. Después de tantos encuentros tenía que conocerlo ¿no creéis?

Los cisnes salvajes de Coole

Los árboles están en su esplendor de otoño,
las sendas en el bosque ya están secas,
bajo el crepúsculo de octubre el agua
refleja un cielo inmóvil;
sobre la plenitud del agua, entre las piedras,
cincuenta y nueve cisnes.

El decimonoveno otoño ha descendido sobre mí
desde que por primera vez contara
y viera, antes de conocer su número,
de pronto a todos ascender
y desplegarse en grandes semicírculos
sobre sus clamorosas alas.
He reparado en estos seres prodigiosos
con dolorido corazón.

Todo ha cambiado desde que oyera en el crepúsculo,
por vez primera en esta playa,
el golpe de sus alas sobre mi cabeza
y yo pasara con más leve paso.
Con fuerza aún, amante cabe amante,
hoy nadan en los fríos
arroyos amigables o ascienden por el aire;
sus corazones no han envejecido;
pasiones o conquistas, allí donde se encuentren,
aún hoy les conciernen.

Pero ahora vagan sobre el agua inmóvil,
misteriosos y bellos;
¿en qué cañaveral harán su nido?,
¿al borde de qué lago o charca
deleitarán los ojos de los hombres cuando yo despierte un día
y vea que han volado lejos?

William Butler Yeats

William Butler Yeats nació en 1865 en Dublín y falleció en Francia en 1939. Aunque yo voy a hablaros de su faceta poética, también tiene una importante producción teatral. La antología, aunque algo breve, es una perfecta manera de acercarse por primera vez a su obra, ya que recoge algunos poemas de sus libros más destacados, recorriendo así su extensa carrera literaria desde sus primeras publicaciones hasta las últimas, en un periodo de tiempo que comprende más o menos desde 1886 hasta 1938.

La isla del lago de Innisfree

Me levantaré y me pondré en marcha, y a Innisfree iré,
y una choza haré allí, de arcilla y espinos:
nueve surcos de habas tendré allí, un panal para la miel,
y viviré solo en el arrullo de los zumbidos.

Y tendré algo de paz allí, porque la paz viene goteando con calma,
goteando desde los velos de la mañana hasta allí donde canta el grillo;
allí la medianoche es una luz tenue, y el mediodía un brillo escarlata
y el atardecer pleno de alas de pardillo.

Me levantaré y me pondré en marcha, noche y día,
oigo el agua del lago chapotear levemente contra la orilla;
mientras permanezco quieto en la carretera o en el asfalto gris
la oigo en lo más profundo del corazón.
Isla del lago de Innisfree © Copyright Kenneth Allen 

Yeats comenzó introduciendo el simbolismo en la poesía irlandesa, fuertemente influenciada en aquel entonces por la tradición anglosajona de su vecina Inglaterra. Una de sus señas de identidad es el marcado carácter irlandés que impregna todas sus composiciones, desde la introducción del mundo de leyendas y cuentos tradicionales irlandeses, llenos de gnomos, duendes, druidas y hadas, hasta la exaltación de la naturaleza y el paisaje de la isla esmeralda. Poco a poco, sus poesías se irían haciendo más y más combativas y políticas, ensalzando en muchas de ellas a héroes caídos por la independencia del país. Sea cual sea el tema que trate, la mano de Yeats se ve inmediatamente en todos sus poemas, con un estilo muy personal, incluso los poemas amorosos van más allá de un típico poema de amor, baste leer el a la vez hermoso y terrorífico poema Si sólo yacieras muerta y fría.

Si sólo yacieras muerta y fría

Si sólo yacieras muerta y fría
Y las luces del oeste se apagaran,
Aquí tu cabeza descansarías,
Y yo mi frente sobre tu pecho,
Tiernas palabras susurrarías,
Perdonándome, pues ya estás muerta:

No te alzarías ni partirías presurosa,
Aunque tengas alma de pájaro errante,
Sabes que tu cabello flotante
Está preso del sol, la luna y las estrellas;
Quisiera, amada, que en la tierra yacieras
Bajo las hojas delicadas,
Mientras los astros, uno a uno, se apagan.


Este ha sido sólo un aperitivo, un manera de conocerle un poco por encima para poder ir leyendo más adelante uno a uno sus poemarios llenos de una gran belleza y de interesantes reflexiones. Aunque sé que la poesía tiene muchísimos menos adeptos que la novela este es, sin duda, un poeta que os recomiendo os animéis a conocer.

Los sueños rotos

Hay canas en tu pelo.
Los jóvenes ya no se quedan de repente sin respiración
cuando tú pasas.
Pero quizás un viejecillo murmurando te bendiga
porque fueron tus oraciones
lo que le había salvado en su lecho de muerte.
Sólo por ti —que toda la aflicción del corazón has conocido,
y has dado a otros toda la aflicción del corazón,
desde que en magra mocedad te revistieras
de onerosa belleza— sólo por ti
el cielo ha desterrado la amenaza de su maldición,
tal es la parte de su paz que tú compones
sólo con adentrarte en cualquier cuarto.

Y tu belleza ha de dejar entre nosotros
vagos recuerdos; nada más que recuerdos.
Un hombre joven cuando los mayores callen
dirá a uno de ellos, “Háblame de aquella dama
a la que empecinado en su pasión cantó el poeta
cuando la edad podría haberle helado ya la sangre”.

Vagos recuerdos; nada más que recuerdos,
pero en la tumba todos, todos renacerán.
La certidumbre de que yo veré a esa dama
apoyada, o de pie, o caminando
en el primer encanto de su feminidad,
con el fervor más joven de mis ojos,
me ha puesto a murmurar como un demente.

Tú eres más hermosa que ninguna,
y aun así, tu cuerpo tuvo una imperfección:
que tus pequeñas manos no eran bellas,
y yo me temo que te escaparás
para adentrarte hasta que el agua llegue a tus muñecas
en ese misterioso lago, siempre en plenitud,
donde los que han obedecido a la sagrada ley
se adentran en su perfección. Deja inmudables
las manos que he besado,
por el recuerdo de los viejos tiempos.

Se apaga el último tañido: es medianoche.
Y todo el día en una misma silla
de sueño a sueño y verso a verso he ido
en mi divagación con una imagen de aire:
vagos recuerdos; nada más que recuerdos.