martes, 24 de febrero de 2009

El efecto Moccia



Ya he dicho en anteriores ocasiones que me gusta conocer de primera mano los fenómenos sociales tanto literarios como cinematográficos que provocan auténtico furor entre los jóvenes y los no tan jóvenes, fue el caso de la saga Crepúsculo de Stephenie Meyer o el recién empezado True Blood del que hablaré cuando termine de leer. Dentro de éstos, se encuentra el muy peculiar caso de Federico Moccia. Para empezar es un autor italiano, sus novelas han llegado además con cuentagotas, y aunque en su país es un auténtico fenómeno -se han estrenado dos películas basadas en su novela, que no han llegado aún a España-, aquí aún no hemos llegado a esos niveles. Es cierto que se ha dado bastante publicidad a los candados del puente Milvio, pero hay todavía mucha gente que no ha sucumbido al efecto Moccia. Son tres las novelas que este autor tiene publicadas en España: Perdona si te llamo amor, Tres metros sobre el cielo y Tengo ganas de tí (que acaba de llegar a las librerías españolas). Los tres tienen puntos comunes: chicas adolescentes que despiertan al primer amor, jóvenes macarras que luego no son tan duros y que realmente llevan a un romántico dentro, y la ciudad de Roma como escenario perfecto para el amor. Creo que realmente su éxito se basa en las ideas tan locas y a la vez tan románticas que se le ocurren al autor: escribir sobre un puente "Tú y yo... a tres metros sobre el cielo"; colocar un candado en el puente Milvio y tirar la llave al Tíber, como símbolo del amor eterno; robar una orquídea salvaje del jardín botánico; repartir pistas y regalos el día del cumpleaños de la chica, como una búsqueda del tesoro... Moccia llega así a su público -esencialmente femenino-, describe a un tipo de hombre muy alejado de la realidad, que por un lado puede defender a la chica de cualquier contratiempo, y por otro, tener los detalles más increíbles que pueda imaginar uno. Cualquier chica que lea las novelas de Moccia no podrá evitar pensar ¿por qué no puede sucederme eso a mi? Son novelitas sin mucho sentido literario, ciertamente, pero que hacen pasar un rato muy agradable, y consiguen hacernos soñar y desconectar del día a día. Si eso fuera poco, estos libros constituyen una auténtica guía turística de Roma: restaurantes, bares de moda... Eso sí, hay que leerlo con el estómago lleno, Moccia no para de hablar de espagueti, ñoquis, pizza... toda una tentación.

lunes, 23 de febrero de 2009

Revolutionary Road



Revolutionary Road,
la última película de Sam Mendes es un film duro, durísimo, en el que salen a la luz las miserias de una pareja. De principio a fin produce una sensación de desasosiego y malestar que culmina en un final terrorífico, la verdad es que sales del cine hecho polvo. Sin embargo, es una película muy recomendable, especialmente para ir a verla en pareja y después irse a comentarla delante de un mojito -o al menos eso es lo que yo hice-, para sacar lo bueno y lo malo de nuestra propia historia. Si algo nos enseña esta película es el poder del diálogo y la comprensión entre una pareja, aunque también cómo, de la noche a la mañana, el amor puede convertirse en el más profundo de los odios. Kate Winslet y Leonardo Di Caprio demuestran una vez más que son dos grandísimos actores, y Sam Mendes hace brillar en cada escena a su mujer, Winslet. Los secundarios de lujo, Kathy Bates como siempre desbordante, en su papel de la típica maruja con dos caras, amable y servicial delante de la pareja, para criticarles salvajemente a sus espaldas. Destaca especialmente el trabajo de Michael Shannon, en su papel de esquizofrénico, el único que en su locura dice las verdades y que es el más cuerdo de la historia. Además, en muchos aspectos Revolutionary Road recuerda a todo lo bueno que tiene el teatro: personajes profundos y complejos, diálogos intensos... Basada en una novela, cuenta la historia de una pareja americana en plena crisis, con infidelidades y con pocas posibilidades de salir a flote. París ha sido siempre su sueño, una ciudad idealizada en la que todo puede cambiar, o al menos eso creen ellos cuando deciden mudarse a la ciudad de las luces.

martes, 17 de febrero de 2009

Slumdog Millionaire: los huérfanos de Bombay


Reconozco que iba predispuesta al cine para que me gustara Slumdog Millionaire: me encanta Danny Boyle (Trainspotting y 28 días después); me interesa muchísimo la India y me encanta la música hindú. Pues bien, me gustó aún mucho más de lo que esperaba. Con un ritmo trepidante que no deja ni un momento de descanso, Boyle hace un retrato de la India de una realidad terrorífica, y a la vez dulcificada por elementos fantásticos como si se tratara de un cuento. La peli es dura, muy dura, de hecho, especialmente en la parte en la que se habla de la infancia de los protagonistas, niños huérfanos que viven en las calles de Bombay -los niños que encarnan a estos personajes son increíbles, sus actuaciones son impecables. Sin embargo, es un film en el que cabe de todo: terror, humor, drama... Varios premios la avalan y deseo fervientemente que consiga cuantos más Oscar mejor. Esta no es la India que ven los ingenuos turistas -retratados en la película con mucho humor-, sino la India real, esa que el Gobierno del país pretende escamotearnos, ya que dicen que el film de Boyle sólo saca lo malo del país. ¿Y no sería mejor solucionar los problemas en vez de ignorarlos?. Las actuaciones de los jóvenes son también impecables. Y comentario aparte mecere la maravillosa música de la película y el guiño tan divertido que hacen al final a Bollywood.
En definitiva, es una película muy hermosa que, aparte de la crítica que hace a la situación que viven los niños de Bombay y la extrema pobreza del país, habla del amor verdadero, y cómo éste puede obrar milagros.

lunes, 16 de febrero de 2009

Travis enamoran con su directo


Lo dicho, Travis enamoraron el pasado 13 de febrero con su directo en Madrid. No es un grupo del que sea especial seguidora, de hecho, sólo tengo un disco suyo, sin embargo, tenía muchas ganas de ver a la banda escocesa en acción. Y no defraudaron. Con una puntualidad sorprendente, comenzaron a sonar los acordes del Do Re Mi de Sonrisas y lágrimas, un guiño muy divertido para comenzar un concierto, y a partir de ahí fue un no parar. No se dejaron ni uno solo de sus himnos en el tintero: Sing, Turn, Why Does It Always Rain On Me?, Flowers in the window, Side... El público estaba entregadísimo, y no era para menos. Travis ofrece una actuación impecable, son unos músicos de gran calidad, y aunque no hagan virtuosismos, consiguen una música bonita y llena de sentimientos. Además, no sólo consiguieron conectar con el público con sus temas clásicos, sino que consiguieron un equilibrio entre éstos, más melódicos, y los de su nuevo disco, mucho más rockeros.

viernes, 13 de febrero de 2009

Balzac y la joven costurera china



'Un libro puede cambiar toda una vida'. Bajo esa hermosa premisa gira toda la película del realizador chino
Dai Sijie, Balzac y la joven costurera china, una película llena de hermosura y sensibilidad, con unos paisajes increíbles, pero sobre todo, que rezuma un amor inmenso por los grandes clásicos de la literatura. Balzac, Victor Hugo, Dostoievski, Dumas... todos ellos despiertan la curiosidad de los tres jóvenes protagonistas, que, oprimidos por la revolución cultural china, ven como válvula de escape la lectura de estos libros prohibidos.,
Es una película muy hermosa, en la que no se puede evitar que se nos escape una sonrisa, y que asomen las lágrimas, al recordar cómo esos libros que nombran los protagonistas cambiaron nuestra vida. Como dice uno de los protagonistas al terminar una novela de Balzac: "veo todo de manera diferente, el mundo a mi alrededor ha cambiado porque el libro me ha cambiado también a mi". La gente que no es verdaderamente amante de los libros quizá no comprenda esa sensación, pero no hay nada más maravilloso que cerrar un libro al terminar su lectura, en ese momento se siente algo difícil de explicar: una alegría incontenible, tristeza también por haber abandonado a esos personajes, pero sobre todo, una luz diferente que lo ilumina todo. Nada en este mundo puede compararse al inmenso placer que proporciona la lectura. Por eso quizá me haya gustado tantísimo esta película, no creo que sea fácil expresar todos esos sentimientos, sin embargo sin saber muy bien cómo, Dai Sijie lo consigue. Es especialmente intenso el momento en que la pequeña costurera china, analfabeta, y que sólo puede acceder a los libros a través de la lectura que le hacen sus dos amigos intelectuales y pagados de sí mismos, levanta el vuelo. ¿Quién te ha cambiado?, le preguntan. "Balzac me ha cambiado", responde ella. El mundo ya nunca será igual para ella, porque una nueva luz lo ilumina ahora.

miércoles, 11 de febrero de 2009

Auster: Un hombre en la oscuridad



He sido siempre una fiel seguidora de Paul Auster, podría decirse que he leído prácticamente toda su producción. Sin embargo, de un tiempo a esta parte, me pasa un fenómeno que no acabo de comprender: me cansa. No sé si es por haber leído mucho de él -que no creo porque no me sucede con otros escritores-, o porque ha perdido ese nosequé que tenía en sus primeras novelas. Un hombre en la oscuridad me ha gustado y no me ha gustado. No me ha gustado porque Auster, como viene haciendo en sus últimas obras, encadena historias -muy interesantes, eso sí-, sin ningún tipo de conexión entre ellas, y las termina abruptamente o con finales apresurados. Auster, a tenor de lo visto, debería dedicarse a escribir relatos cortos, ya que su imaginación es imparable, y en las intenciones también. Las historias enganchan y son muy interesantes, pero me da la sensación que una vez iniciadas pierde el hilo del relato, y no sabe ni cómo desarrollarlas, ni como concluirlas. Además, la idea de meter en una novela seis o siete historias diferentes sin ningún tipo de conexión real entre ellas es un tanto descabellado. Lo que me ha gustado, que al final el libro deja un muy buen sabor de boca, después de tanto desvarío, en tan sólo unas cuantas páginas, Auster se reconcilia con el lector, creando un final inesperado y durísimo muy pegado a la actualidad.
Quizá no recuperemos jamás al Auster de La música del azar o Leviatán, pero quizá también es demasiado pronto para desahuciar a un escritor que nos ha hecho pasar tan buenos momentos.

sábado, 7 de febrero de 2009

Los hombres que no amaban a las mujeres



Mucho se ha hablado en muy poco tiempo de Los hombres que no amaban a las mujeres de Stieg Larsson. No me gustan mucho los best sellers, y mucho menos la novela negra, pero ante tantos elogios no pude evitar pedirle a un amigo que me prestara el libro. Tenía que comprobar por mí misma a qué venía tanta expectación. Las primeras páginas me aburrieron bastante -un juicio, tramas de fraude empresarial-, bah, lo que me imaginaba, pensé, otro rollo de libro tocho al que se engancha la gente que no suele leer nunca... Pues menos mal que no lo dejé y le di otra oportunidad, pasadas esas diez primeras páginas el libro coge una velocidad de vértigo y ya no puedes parar de leer ni de pensar qué habrá pasado con Harriet Vanger. No vamos a negar que ésta no es una obra cumbre de la literatura, tampoco nos deja un poso ni unas reflexiones muy profundas, pero entretiene muchísimo, y a veces eso no tiene precio. Larsson crea unos personajes fascinantes de los que no quieres separarte, especialmente la investigadora y hacker Lisbeth Salander es un personaje con una gran personalidad y que al final se hace con el protagonismo del libro. Además sabe mantener la espectación y la intriga hasta el último momento, con un final apoteósico. Sí, tengo que reconocerlo, he sucumbido ante el universo Millenium, y ya estoy deseando leerme el segundo: La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina (los títulos no tienen desperdicio tampoco). La historia que cuenta Los hombres que no amaban a las mujeres es así de sencilla: Harriet Vanger pertenece a una gran familia de ricos empresarios, durante la reunión anual de la familia en la isla de su porpiedad, ella desaparece misteriosamente. La isla quedó aislada durante todo el día por un accidente, por lo que nadie pudo salir o entrar a ella, así que el asesino debe estar entre alguno de los miembros de la familia Vanger. Pues sí, es cierto, recuerda muchísimo a Agatha Christie y sus Diez negritos. No vamos a negar que lo que hace el autor no es algo nuevo, lo que es nuevo es la forma de hacerlo, los personajes fuera de los estereotipos de novela negra y una acertadísima y afilada crítica a los malos tratos a las mujeres. Ésta es una novela que hay que leer quitándose todo tipo de prejuicios, quien la empiece no podrá parar hasta desentrañar el misterio.

martes, 3 de febrero de 2009

Franz Ferdinand vs. The Killers


Yo misma soy la primera en admitir que no es buena idea meter en un mismo post a Franz Ferdinand y a The Killers, y menos aún, compararlos. Sin embargo, hay dos razones que me llevan a ello. Primero, la proximidad en las fechas de publicación de sus últimos trabajos discográficos, y el hecho de que personalmente los he comprado a la vez; y en segundo lugar, la proximidad también en las fechas de sus actuaciones en Madrid. The Killers vienen en 22 de marzo, y fue un visto y no visto, no hubo manera de conseguir entradas, literalmente volaron. Sin embargo, para FF creo que a día de hoy aún quedan para su actuación del 3 de abril. Yo ya tengo mi entrada, de todos modos a FF ya les he visto un par de veces, y a TK, una, pero de eso hablaremos otro día. Ambos grupos afrontan su tercer disco tras un segundo bastante estrepitoso, y un debut en el que sólo consiguieron elogios. Bien, empecemos diciendo lo obvio, no son ni mucho menos Led Zeppelin, por poner un ejemplo, así que tampoco se les puede exigir más de lo que pueden dar. Si aceptamos que son grupos divertidos, bailables, y que pasaremos un buen rato escuchándolos, podremos apreciarles. Sin embargo es un poco difícil defender en este caso a FF. Su primer álbum fue soberbio, muchos pensaron que era el resurgir de un nuevo movimiento rock, pero quedaron en un suspiro. Su segundo álbum You could have it so much better incluía mucha canción pachanguera y poca dedicación a las melodías y las letras. Bueno, pensé, quizá les han presionado mucho para que saquen pronto un segundo disco. Pues no, Tonight su último disco, si bien remonta en algunas canciones, no emociona en ningún momento concreto. Puede decirse que es un disco entretenido en general, pero después de escucharlo, no recuerdas ninguna canción en particular.

The Killers ofrecen un panorama un poco diferente. Su primer disco fue menos espectacular que el de FF, ya que se limitaban a repetir el esquema de grupo ochentero electrónico, aún así era muy bailable y sus melodías pegadizas. En el segundo, Sam's Town, intentaron aferrarse a un sonido americano -según sus propias palabras-, que lo único que consiguió fue crear un disco de tercera categoría. Ahora se lanzan con Day and Age, y vuelven a su sonido original ochentero. Si volvemos a lo de antes, no pedir mucho a quien no puede darlo, tenemos que decir que Killers han hecho un gran disco. Tiene frescura, grandes hits y no puedes parar ni un momento de moverte ni de tararear sus canciones. Si esto fuera un competición lo dejaría en The Killers 1, Franz Ferdinand 0. Ninguno de los dos llega a convencer con sus trabajos, pero Killers por lo menos siguen entreteniendo, cosa que FF me temo que ya no hacen. Ahora sólo queda esperar a ver qué tal se portan en directo.

lunes, 2 de febrero de 2009

Kim ki-Duk lo ha vuelto a hacer



Pues sí, el director coreano Kim Ki-Duk lo ha vuelto a hacer. Ha vuelto a fascinarme con una hermosísima película, en la que lo estético no es sólo el entorno, sino también la historia, que encierra un gran mensaje: "La lujuria despierta el deseo de poseer
y el deseo de poseer termina en el intento por matar". Con esto creo que ya no hace falta decir que Primavera, verano, otoño, invierno... y primavera es una película que gira en torno al budismo y sus enseñanzas. A través de las cuatro estaciones que representan el ciclo incansable de la vida se muestra la vida de un monje desde que es un niño hasta que él mismo se convierte en el maestro de un niño, y comienza una nueva primavera. Ya en Time y Hierro 3 reflejaba el director el poder destructivo del amor, que en ocasiones puede redimirnos. En esta, una de sus primeras películas, las imágenes se suceden una detrás de otra y la simbología budista es constante, por lo que no está demás echarle un vistazo a los extras para no perderse nada. El paisaje es maravilloso, un templo en medio de un lago, al que se accede a través de unas puertas que no están sostenidas por un muro. En mi opinión se muestra así cómo nuestras decisiones y actos son totalmente libres, y que no hay puerta alguna que nos retenga, somos nosotros los que tenemos que poner puertas o límites para no acabar destruyendo a los demás o a nosotros mismos.