jueves, 29 de octubre de 2009

Gigi, una novela de Colette, renovada por Vicente Minelli


Normalmente cualquier libro supera con creces la adaptación cinematográfica que se hace de él, por eso llama enormemente la atención cuando es al contrario. Sucede así con Gigi, primero novela de Colette, y posteriormente llevada al cine por Vicente Minelli. La novela tiene todos los ingredientes que hicieron triunfar posteriormente a la película: una historia tragicómica, una crítica a la sociedad decadente en el frívolo París de principios de fin de siglo y unos personajes con una fuerza impresionante. Gigi es una novela corta que no nos deja ni un momento parar de reír con las ocurrencias de sus personajes, en su mayoría femeninos, unas mujeres, la abuela, la madre y la tía de Gigi que están anticuadas y que tratan de hacer de Gigi una cortesana como lo fueron ellas. Le enseñan cosas absurdas y ridículas como a comer pajaritos con cuchillo y tenedor o a distinguir piedras preciosas. Frente a ellas Gigi, una quinceañera divertida e inocente que sólo quiere vivir la vida apasionada y sinceramente, sin fingimientos. En el otro extremo, Gaston Lachaille, un vividor que quiere hacer de la niña su protegida y amante. Y la gran virtud de la novela, cómo la quinceañera rompe las ataduras que quieren imponerle, se libera, y ella sola consigue una meta con la que jamás han podido soñar sus maestras. Es una novela muy entretenida y valorada por ilustres escritores y artistas de la época, amigos de Colette, como Proust, Cocteau, Simone de Beauvoir o Picasso. Sin embargo, la película de Minelli le añade mucho al armazón construido por la novela, no en vano ganó nueve Oscars en 1958, entre ellos mejor director y película. Además destaca la actuación de su protagonista, la guapísima Leslie Caron (Un americano en París). La película es una divertidísima comedia musical que enriquece al libro, aunque como siempre pienso, si no hubiera existido el libro tampoco tendríamos la película. Vale la pena hacerse con ambos y disfrutar de un poco de la alegría, humor y romance que nos brindan.

miércoles, 28 de octubre de 2009

La carretera, el fin del mundo apocalíptico de Cormac McCarthy


Si No es país para viejos me pareció una gran novela, con La carretera Cormac McCarthy se ha superado a sí mismo. La novela nos sumerge en un mundo opresivo y apocalíptico, en el viaje de un padre y su hijo por una carretera que no lleva a ningún lado, en un mundo sin futuro. McCarthy revela todo lo que hay de malo en el ser humano, aunque también deja una luz a la esperanza en el niño, con una bondad inocente y a menudo peligrosa. La carretera se lee casi sin pestañear, nos sumerge en ese mundo en el que sólo hay llamas y caníbales, destrucción y muerte. Los diálogos rápidos y fluidos nos acercan a unos personajes que no queremos dejar. La acción es lo menos importante del relato, donde destaca la relación entre el padre y su hijo, y entre ellos y el entorno hostil en el que les ha tocado vivir. Una novela imprescindible, en la que un tema manido hasta la saciedad, el de las catástrofes que nos conducen a mundos apocalípticos se renueva con una frescura tal que parece que no se haya escrito jamás sobre ello. Un libro que llegará en breve a los cines protagonizada por el siempre increíble Viggo Mortensen que sabe dotar a sus personajes de una asombrosa verosimilitud. Habrá que verla.

martes, 27 de octubre de 2009

After: qué pasa cuando tienes que madurar y no quieres


Fui al cine a ver After de Alberto Jiménez (director de 7 vírgenes, una gran película) con ciertas reticencias, esperaba ver una película española más, absurda, con chistes groseros y muy poca gracia, y me llevé una buena sorpresa. La película se merece un notable, tanto por la historia, como por la manera de llevarla, y sobre todo por sus actores. Reconozco cierta debilidad hacia Guillermo Toledo, con quien no puedo evitar reír a carcajadas cada vez que le veo, pero es que en este film está sobresaliente. También hay que destacar el trabajo de Tristán Ulloa, otro gran actor que sostiene gran peso de After. Por último, sería injusto no reconocer que Blanca Romero, a pesar de su sosería habitual y a no tener mucha idea de lo que es actuar, está bastante correcta y tiene incluso algunos grandes momentos. La gran lacra que va a arrastrar esta película es su trailer que no refleja ni mucho menos el argumento de la película. After es mucho más que tres amigos cuarentones de juerga sin querer aceptar el paso del tiempo y la llegada de la madurez. En After la juerga es sólo la culminación de una serie de situaciones desdichadas: la soledad, la incomprensión, la falta de amor, las relaciones truncadas... Es sobretodo muy recomendable para aquellos mayores de 30 años que alguna vez se hayan sorprendido a sí mismos de noche en un bar mirando alrededor y pensando estar fuera de sitio. La película invita a una profunda reflexión, aunque eso sí, el mensaje es bastante desalentador.

lunes, 26 de octubre de 2009

Las aventuras de Tom Sawyer de Mark Twain


Poco se puede decir a estas alturas de Las aventuras de Tom Sawyer de Mark Twain, una novela que estos días he vuelto a leer y que me ha traído grandes recuerdos. Es curioso, porque aunque la lea una y otra vez, las aventuras de Tom, Huck y Becky no me cansan nunca. Eso me demuestra que estamos ante una gran novela que ha sabido soportar el paso del tiempo, y en la que, según con la edad con la que se lea se captan unos matices u otros. Hace poco hablaba de Aventuras de un niño malo de Thomas Bailey Aldrich, la novela que animó a Twain a escribir Tom Swayer. Si bien aquella era una gran novela, con Twain nos encontramos ante una obra maestra en la que los personajes nos atrapan de principio a fin, ni siquiera los presuntos secundarios están dejados al azar, sino perfectamente dibujados, y todos ellos tienen su momento de gloria: la quisquillosa pero bondadosa tía Polly, el hermanastro empollón y acusica Sid, el malvado indio Joe... Es esta una novela que nos recuerda cuando éramos niños, libres e imaginativos, pues Tom ve el mundo con unos ojos totalmente diferentes a como lo hacen los adultos, y esa mirada es la que nos hace reír y la que nos hace querer volver una y otra vez a ser piratas, bandidos o buscadores de tesoros con él. No he podido evitar poner el vídeo del inicio de los dibujos animados que echaron en TVE en los ochenta, ¿a quién no le traen un montón de recuerdos estas imágenes?

domingo, 25 de octubre de 2009

New York I love you


A quien le gustó Paris je t'aime le gustará New York I love you, (de la serie Cities of love, de la que se barajan ya escenarios como Jerusalén, Rio de Janeiro o Shangai) esta sigue la premisa de la primera, varios directores que nos ofrecen pequeñas piezas rodadas en lugares emblemáticos de la ciudad con el amor y las relaciones personales como motor principal. Si New York tiene un gran acierto es que en esta ocasión, las piezas no tienen un inicio y un final claramente delimitado como sucedía en París, sino que se enlazan entre sí, hay una continuidad, los personajes de un corto interactúan con los de otros y las historias se cruzan, algo que da mayor dinamismo y sentido al film. Su peor baza es que en esta ocasión el tono es excesivamente naif, idílico y edulcorado, y que no hay ninguna historia que se clave firmemente en la retina por su temática como sucedía en París, donde se trataban temas como la inmigración, las diferencias sociales y religiosas, y planteaba más situaciones para la reflexión. A pesar de ello es una película agradable de ver, con un tono amable que no cae simplemente en la mera película romántica. Los directores son de lo más variado, aunque se notan sonoras ausencias como la de Woody Allen, director de Nueva York por antonomasia, en el film encontramos a Jiang Wen, Mira Nair, Shunji Iwai, Yvan Attal, Brett Ratner, Allen Hughes, Sekhar Kapur, Fatih Akin, Joshua Marston y Natalie Portman, pocos nombres conocidos en esta ocasión. Hay que destacar el trabajo de Natalie Portman, que se pone por primera vez tras las cámaras y consigue un trabajo admirable, en mi opinión la mejor de las historias, la más bonita tanto por temática como por las impresionantes imágenes de Central Park, donde nos muestra la relación entre una niña blanca y un hombre negro que la cuida, y como esta relación llama la atención de quienes les rodean. Entre los actores, muchos rostros conocidos, entre ellos podemos ver a la ya citada Natalie Portman, Hayden Christensen, Andy García, Orlando Bloom, Christina Ricci, Ethan Hawke, Robin Wright Penn, Chis Cooper, Shia La Beouf, Julie Chistie, Eli Wallach y Cloris Leachman. No puedo contar mucho de cada pieza porque parte del encanto de las mismas consiste en ir descubriendo poco a poco los secretos que contienen, pero estas son las que más me han gustado. Upper West Side en la que Orlando Bloom es un músico que encuentra la inspiración gracias a una chica que le recomienda mediante correos electrónicos y llamadas que se inspire en Dostoievsky. Soho, en la que Ethan Hawke trata de seducir a una desconocida a la puerta de un restaurante, en esa misma puerta, Robin Wright Penn hace lo mismo con un desconocido, aunque dentro del restaurante todo resulta ser diferente de lo que parecía. En Greenwich Village una pareja que ha tenido una noche de sexo intenta averiguar si deben seguir adelante o no. En Upper East Side Julie Christie es una cantante retirada que entabla una relación especial con un botones disminuido físico. Y la guinda del pastel la compone la maravillosa Brighton Beach donde dos ancianos, mientras discuten dando un paseo, muestran finalmente como el amor no tiene edad ni fecha de caducidad. Es en definitiva una película romántica y bonita que no nos cambiará la vida, pero si nos ayudará a evadirnos y a ser un poquito más felices a lo largo de sus casi dos horas de duración, y por supuesto, a conocer esta maravillosa ciudad.

Lágrimas de Eros

El Museo Thyssen-Bornemisza y la Fundación Caja Madrid han reunido una serie de piezas pictóricas, escultura, fotografía y vídeo en torno al título Lágrimas de Eros, en el que tratan de mostrar la relación entre el amor y el sexo y la muerte. A través de varias figuras de la mitología y del imaginario occidental como los suicidios de Cleopatra y Ofelia, el tema de la decapitación como parte de la erótica con Judith, Salomé e incluso David y Goliat o el mito de Selene y Endimión, Eva y la serpiente o incluso el vampirismo, se muestran una serie de obras de irregular calidad. Como suele suceder en estas muestras temáticas, hay muchas obras menores, pero vale la pena darse una vuelta, porque en medio de ellas encontramos otras realmente sobresalientes de Dali, Picasso, Warhol, Rodin, Cèzanne, Bernini, Ribera, Doré o Munch, entre otros. La muestra puede verse hasta el 31 de enero de 2010.

Para poner un poco de orden en tan ecléctica exposición, se han dividido por temáticas. En el Museo Thyssen tenemos el nacimiento de Venus, Eva y la serpiente, esfinges y sirenas, tentaciones de San Antonio, el martirio de San Sebastián, Andrómeda encadenada y el beso.

Por su parte en la Fundación Caja Madrid tenemos a Apolo y Jacinto, Endimión dormido, bellas suicidas: Cleopatra y Ofelia, Magdalena penitente y cazadores de cabezas.

sábado, 24 de octubre de 2009

Lisette Model: fotografiar con el estómago

La Fundacion Mapfre está trayendo últimamente a Madrid a grandes talentos de la fotografía a los que vale la pena echar un vistazo. La última en aterrizar ha sido la fotógrafa Lisette Model, que nos muestra su visión del mundo durante los años 30 en París y entre los 30 y los 50 en Estados Unidos, especialmente en Nueva York. Su mítica frase "fotografía con el estómago" se hace más que evidente cuando vemos su obra. Model no quiere retratar un mundo idílico o unos retratos preparados de antemano, sino que dispara ante aquello que que capta su atención, quiere cuerpos en movimiento, y sobre todo, quiere que en las imágenes queden plasmadas las verdaderas reacciones de sus fotografiados. "Todo el mundo tiene una manera de expresar su propio cuerpo, no sólo el rostro.", decía, "cuando las personas se relajan y se abandonan y no saben que alguien las está fotografiando, son en gran medida ellos mismos".Destaca el contraste entre los opulentos y obesos burgueses y los pobres ancianos escuálidos que mendigan en las calles; son dignas de atención también, los reflejos que plasma en las vitrinas de los escaparates de Nueva York o el bullucio del Sammys bar. Model no puede evitar repudiar con sus fotos a aquellos que viven de espaldas a la sociedad y que sólo se dedican a su propio placer, y de empatizar con los menos favorecidos, esa cualidad la transmite al espectador, y consigue que sintamos exactamente lo que ella sentía al tomar esas fotos.

viernes, 23 de octubre de 2009

Editors se acerca aún más a Joy Division con In this light and on ths evening


El nuevo disco de Editors In this light and on ths evening parece que no ha dejado muy contentos a sus seguidores, conozco a mucha gente que dice que es un disco pésimo, y por internet he leído muchas críticas airadas donde dicen que es el peor de sus tres trabajos. Bueno, yo no estoy de acuerdo en absoluto, es sólo diferente. Editors ya habían agotado la fórmula y han querido ofrecer algo diferente, nunca serán Joy Division (qué más quisieran) a los que 'homenajean' sin ningún tipo de pudor, tampoco podrán dejar de ser nunca los primos pequeños de Interpol, un grupo que ha sabido huir de la herencia Joy Division y crearse una gran reputación. Con todo ello, Editors ofrecieron en sus anteriores álbumes The back room y An end has a start grandes hits pegadizos, canciones rápidas y breves fácilmente digeribles una noche de marcha y con estribillos machacones que no eran difíciles de recordar a la primera escuchada. Todo ello lo digo sin ánimo de crítica, construyeron grandes canciones, porque no siempre las grandes canciones tienen que ser las más grandielocuentes o las más complejas (The Beatles son el gran ejemplo).Con este nuevo trabajo Editors han tomado la más pura esencia Joy Division y se han olvidado de ser comerciales, algo que Joy Division no fueron nunca (conozco a quien le encantan Interpol y Editors y no soporta a la banda de Ian Curtis, algo imcomprensible para mi). Han añadido más sintetizadores y un sonido mucho más ochentero, se han olvidado de los estribillos pegadizos y no les ha importado incluir trozos instrumentales más largos. Es un disco que simplemente necesita más atención que los anteriores, una escucha más pausada y atenta, con eso, el disco es realmente sobresaliente, quizá no sea para salir de noche pero si para tomarse unas cervezas de noche en casa, con luz tenue, escuchando. El single del disco es Papillon un tema potente y oscuro; sorprende el primer tema del album In this light and on this evening que me recuerda vagamente a algunos experimentos de Peter Murphy, un tema denso y opresivo; y en mi opinión destaca Eat raw meat = blood drool, una pedazo de canción merecedora de entrar por derecho propio en el podio gótico. Pero no es este un disco de canciones sueltas, sino un todo, que como digo, merece una escucha pausada. Un disco en definitiva para disfrutar y con el que Editors me temo que no ha hecho muchos amigos, pero los que consiga van a ser mucho más fieles que antes. El próximo 9 de diciembre podremos ver a Editors en La Riviera, será la primera vez que les escuche en directo y estoy deseando verlo.

jueves, 22 de octubre de 2009

Kasabian nos devuelven a los 70 con West Ryder Pauper Lunatic Asylum


Lo mío con Kasabian fue un puro flechazo desde el primer momento
, su primer disco me engancho a la primera, lo de fusionar música electrónica con rock no era algo nuevo, pero hasta el momento no había escuchado una combinación tan perfecta, con unas profundas raíces setenteras, si exceptuamos a los multifusionadores Primal Scream, pero ellos son otra historia. Su segundo disco me decepcionó un poco, no esperaba un cambio de sonido tan pronto, aunque pronto comprendí que quizá fuera necesario para que el grupo no se estancase en lo mismo, Empire tenía algunas canciones gloriosas, y además tuve la suerte de poder verles al poco tiempo en el Festival PepeWorld en Las Ventas. Su directo me pareció muy potente y cuidado y , aunque el nuevo disco no me emocionaba, decidí no perderles la pista. Y la verdad es que no me arrepiento. Su nuevo disco West Ryder Pauper Lunatic Asylum nos devuelve a los auténticos Kasabian. Sus primeras canciones Undegdog y Where did all the love go? nos retrotrae a su primer disco, a esa fuerza que parecían haber perdido, a esas melodías y letras pegadizas. El propio grupo ha afirmado que han querido hacer un disco conceptual y completo, ya que la descarga por canción les parece absurdo, algo con lo que estoy totalmente de acuerdo, y hacen referencia a grandes discos como el Sgt Peppers de los Beatles o Tommy de The Who ¿alguien se imagina descargando esos álbumes por canciones en vez de escucharlos como un todo?. El álbum lo han grabado en varios espacios con material antiguo, algo que se nota, el oido detecta enseguida ese sonido 70 tan natural que se ha perdido en los discos actuales, demasiado retocados en el estudio. Las canciones se van encadenando unas a otras, lo que da una perfecta sensación de continuidad, eso si, hay que escuchar el disco original, me lo pasaron primero en mp3 y no me interesó nada, puede parecer muy purista o una pedantería, pero la calidad de sonido se pierde muchísimo, y en este caso es algo fundamental. El sonido auténticamente 70, cuando parecía que estabas escuchando al grupo en directo, es una de las grandes bazas de Kasabian. Destacan canciones como la potentísima Fast Fuse, una locura psicodélica al más puro estilo Tarantino, en un coche a mil por hora y parando en bares de mala muerte de carretera a tomarte unos margaritas; Thick as thieves recoge el espíritu más británico y pop de The Kinks; sorprende el western cantado a dúo con la actriz Rosario Dawson (otra referencia a Tarantino ¿será casualidad?); la psicodélica Secret alphabets seguro que no llega a ser un hit, pero es quizá una de las canciones más sugerentes del álbum. Es cierto que Kasabian no nos descubren nada nuevo, más bien reinventan el sonido 70, pero sin actualizarlo, sino llevando los sintetizadores y sonidos más actuales a esa época en vez de hacerlo al revés. Si, no hacen nuevo, y nunca llegaran al nivel de Beatles, The Who, The Kinks o Dylan, de quienes beben sin ningún tipo de reparo, pero hacen algo diferente, y sobre todo, intentan recuperar para nosotros la mejor época de la música rock de todos los tiempos, y lo consiguen. Hacen que bailemos, que vibremos, que viajemos, que deseemos dejarlo todo para vivir sólo de la música y lo que ésta nos transmite. Y eso, eso lo consiguen muy pocos grupos.

La reina en el palacio de las corrientes de aire, termina la trilogía de Stieg Larsson

Por fin he terminado La reina en el palacio de las corrientes de aire, última novela de la saga Millenium de Stieg Larsson, y digo por fin porque la verdad es que me ha aburrido sobremanera, he tenido incluso que saltarme varias páginas para poder terminarlo, cosa que hago sólo en muy contadas ocasiones y con las novelas en las que veo que las lea o no, va a dar lo mismo. Larsson ha sido todo un boom editorial, vayas donde vayas, no dejas de ver a gente enfrascada con sus libros, un fenómeno que yo no había visto nunca. Hay que reconocer que el primer libro de la saga, Los hombres que no amaban a las mujeres era realmente interesante, ágil, con intriga, personajes bien trabajados, algo diferente en definitiva, que enganchaba desde la primera página. La segunda novela, La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina también me gustó, aunque perdió algo de frescura, ya sabíamos a lo que nos enfrentábamos, aunque que el autor aumentara el nivel de acción y de intriga hizo que también me enganchara. Esta tercera y última entrega me ha decepcionado terriblemente, principalmente porque no ofrece nada, toda la lectura se vuelve hueca y vacía de contenido. El autor vuelve una y otra vez sobre acontecimientos de los que ya hemos leído y que es innecesario que explique porque, si hemos llegado hasta aquí, será porque hemos leído las anteriores novelas. Me sentía como si leyera uno de esos libros infantiles en los que no paran de repetir continuamente lo mismo y de recordar quién es quién y qué hizo quién. La trama y la intriga brillan por su ausencia, además, el final es tan previsible que desde las primeras páginas ya sabemos cómo va a acabar todo. Quizá sea que tres novelas a unas 900 páginas cada una de ellas con los mismos personajes, acaba cansando a cualquiera. Este viernes estrenan la película basada en el segundo libro, he leído también que con sobrantes de los rodajes van a emitir una serie de televisión. Creo que para mí es ya demasiado Millenium.

miércoles, 21 de octubre de 2009

La bicicleta de Sumji de Amos Oz

Tengo que reconocer que últimamente estoy de bajón, muy de bajón, tanto que hasta ha conseguido repercutirme en la salud, aunque también tengo que decir que estoy empezando a salir de este estúpido túnel en el que me he metido, y a ver las cosas con otros ojos. Parte de mi "recuperación" se la debo a la selección de libros que estoy haciendo últimamente, no sé por qué, pero me ha dado por leer libros en los que los protagonistas son niños un tanto gamberros, y aún menos sé por qué esto me está animando bastante. A Amos Oz no hay casi ni que presentarle, ha sido uno de los nombres que más ha sonado como candidato en los últimos premios Nóbel de Literatura, aunque finalmente no pudiera ser y se quedara con el galardón Herta Müller (de la que estoy buscando alguna de sus novelas). Oz es Premio Israel de Literatura y un gran comprometido con el proceso de paz en Oriente Medio, aunque La bicicleta de Sumji es quizá una de sus novelas más amables. Ambientada en la Jerusalén bajo el mandato de los británicos tras la Segunda Guerra Mundial, cuenta la historia de Sumji, un niño israelí de 11 años enamorado de su compañera de clase Esti, a la que no sabe demostrarle su amor mas que tirándole del pelo o pegándole chicles en la chaqueta. Un día, el tío de Sumji le regala una bici, el mejor regalo del mundo, aunque sea una bici de chica, pero es entonces cuando empiezan los problemas o las soluciones. La novelita es de una frescura e inocencia tales que podría estar situada en cualquier parte del mundo, en cualquier momento del tiempo, nos podría haber pasado a cualquiera. Oz sabe recuperar la niñez y universalizarla, y nos hace recordar ese momento de nuestras vidas en el que un simple sacapuntas era un tesoro.

lunes, 19 de octubre de 2009

Vals con Bashir


Quizá suene un poco exagerado decir que Vals con Bashir del realizador israelí Ari Folman ha sido una de las películas que más me han gustado de todos los tiempos, pero es que no puedo decir otra cosa, es así. De ella me ha gustado todo, desde el original planteamiento de rodar un documental animado y cercano al estilo del cómic, pasando por la música, los momentos trágicos, los cómicos, los absurdos, los momentos oníricos, el mismo guión, las entrevistas a personajes reales, la música.. creo que no puedo ponerle ningún pero, sino destacar el sublime y acertado clímax en el que las imágenes animadas dan paso al documental puro y duro, a las imágenes reales que nos recuerdan por si no nos ha quedado claro después de la crudeza de todo el film, que eso que nos cuentan es real, que las matanzas de palestinos están ahí, y que el mundo no ha dejado nunca de mirar hacia otro lado. Creo que se trata de una película imprescindible, obligatoria casi, por una vez podemos mirar a los ojos de la realidad y ser conscientes de que todos, sin excepción, estamos dejando que se produzca una masacre en Palestina. Resulta curioso que tenga que venir a contárnoslo un israelí que combatió y estuvo presente en las matanzas de Sabra y Chatila,
lo dicho, un film imprescindible.

sábado, 17 de octubre de 2009

Las aventuras de un niño malo de Thomas Bailey Aldrich

Las aventuras de un niño malo de Thomas Bailey Aldrich es una divertidísima autobiografía novelada del autor, que cuenta su infancia en Portsmouth después de trasladarse desde Nueva Orleans. Al parecer, el libro se convirtió inmediatamente en un bestseller que se leía en todas las escuelas de Estados Unidos. Además, Mark Twain, amigo de Aldrich, confesó que esta novelita le inspiró para escribir después Tom Swayer. Esta novela tiene muchos valores destacables, primero, su escritura impecable que hace que su lectura sea fluida. Luego, como ya he apuntado, lo divertidísimo y entretenido que es, porque en realidad este niño malo no es más que un niño travieso del siglo XIX que idea junto a sus amigos mil y una travesuras. Por último, nos hace reflexionar sobre lo mucho que han cambiado los niños en tan solo dos siglos. Y es que los niños de Thomas Bailey Aldrich tienen una libertad que hoy en día sería impensable: están todo el día en la calle, navegan por un caudaloso río ellos solos con una barca, se escapan por las noches de sus casas, emprenden largos viajes sin la compañía de adultos... Y sin embargo, su sentido del deber y del honor es admirable, su respeto por los mayores algo que nos parece muy lejano y que como se está viendo, habría que recuperar cuanto antes. Si estos eran niños malos ¿qué son los de ahora?

sábado, 10 de octubre de 2009

Moon de Duncan Jones, el regreso de la ciencia ficción


Me da la impresión de que Moon, la opera prima de Duncan Jones -sí, el hijo de David Bowie- va a ser la gran revelación de este año. Es un film imprescindible que recupera la esencia de las películas de ciencia ficción, esas que elevaron el género a la categoría de obra maestra con films de la talla de Blade Runner, 2001: una odisea del espacio o Alien. De hecho, el propio Duncan ha afirmado que la estética de la película, plagada de maquetas al estilo de los años 70 y los 80, era muy importante: "queríamos que se pareciera a Atmósfera Cero o la primera entrega de Alien, hasta el punto de que resultaba interesante que el público viera Moon como si fuera una joya perdida de finales de los 70". Y vaya si lo consigue, el gran fallo de la ciencia ficción actual es que abusa de los efectos digitales, con lo que ésto le resta de verosimilitud, recordemos las recientes entregas de Star Wars. ¿No estaba todo excesivamente nuevo y limpio? ¿No tenía todo un aura de perfecta irrealidad? Eso frente a la trilogía clásica donde las naves eran creíbles, pese a que en algunos aspectos haya quedado algo anticuada. En Moon la nave es lo que podríamos esperar de la tecnología humana, así como las máquinas de transporte, que me han recordado a los auténticos vehículos lunares que usan los astronautas. Pese a ello, las imágenes de exteriores de la luna y la tierra están perfectamente conseguidas y son de una belleza escalofriante. Esto es, se pueden usar efectos especiales, pero al servicio de la película, y no al revés. Otro punto que hay que destacar es la soberbia interpretación de Sam Rockwell, único actor del film, y que pese a ello mantiene la tensión y la agilidad de la cinta, que no se hace pesada en ningún momento. Rockwell consigue además captar los matices que pueda tener una misma persona, y así, aunque da vida a dos personajes que en principio son el mismo, hay momentos en que nos hace creer que no son iguales (no quiero destripar mucho del argumento, es lo fundamental del film). Finalmente tengo que hablar de la maravillosa música de
Clint Mansell, todo un descubrimiento para mi aunque haya trabajado para el cine en incontables ocasiones. Consigue desplazarnos con su música melancólica aunque a la vez futurista a la luna, y hacernos partícipes de la soledad del protagonista. No podemos olvidar tampoco el papel de la máquina en todo esto, Gerty, a quien en la versión original le pone voz Kevin Spacey. Una visión de las máquinas más amable que la diabólica Hal de 2001, aunque... nunca se sabe.

viernes, 2 de octubre de 2009

La soledad de los números primos de Paolo Giordano

Desde hace un tiempo no paro de ver La soledad de los números primos de Paolo Giordano por todas partes: en las librerías, en las listas de los libros más vendidos... Tanto éxito me parece excesivo. Esta primera novela del jovencísimo autor italiano de 27 años ha recibido el Premio Campiello Opera Prima y el Premio Strega. Sin embargo, su punto más débil son los continuos altibajos de la trama, hay momentos de gran intensidad, pero en otras ocasiones, parece que pierde el rumbo y el hilo de lo que está contando. Su punto fuerte es que es una novelita que engancha y muy entretenida, ideal para esos momentos en que se quiere leer sólo para desconectar -a mí me ha venido fenomenal para descansar de Bomarzo de Manuel Mujica Láinez, que aunque es una grandísima novela, es demasiado extensa y compleja como para no necesitar un descanso. La historia se sale del típico chico conoce chica, de hecho, no puede decirse que sea estrictamente una historia de amor, o si. Mattia y Alice se conocen, y saben que son almas gemelas, pero inevitablemente se ven separados una y otra vez. Que Alice sea anoréxica y que Mattia se automutile por un gran complejo de culpa por haber abandonado a su hermana gemela con retraso, no ayuda mucho a que sus vidas sean ideales. Se ha incidido mucho en que el autor, licenciado en Física teórica, utiliza los números primos como metáfora de la especial relación de los protagonistas, sin embargo, que nadie se asuste, realmente es algo anecdótico. Lo realmente importante son los sentimientos de los dos jóvenes que se sienten solos y apartados de un mundo del que no se sienten parte. Sinceramente, aunque me ha entretenido la lectura, no he conseguido identificarme con los personajes, algo que considero fundamental en cada lectura. Tanto mensaje negativo, tanto ver el mundo como un entorno hostil no va nada conmigo. Además, los personajes no luchan por lo que quieren, dejan pasar las oportunidades de la vida y se escudan en un dejar fluir, en que las cosas vayan sucediendo sin más. Teniendo en cuenta que mi máxima es que si quieres algo debes luchar a muerte por ello, es obvio que el mensaje desesperanzador y fatalista de la novela no me ha convencido mucho.

jueves, 1 de octubre de 2009

Greenday son puro espectáculo


Cualquiera que haya visto a Greenday en directo sabe perfectamente a lo que me refiero. Greenday son unos auténtigos magos del espectáculo y saben conectar con el público como pocos. Es cierto que hace mucho la increíble pirotecnia y el grandioso escenario, pero también, que gran parte del éxito se lo han ganado ellos mismos. Musicalmnete pueden gustar más o menos -tengo que reconocer que no es un grupo que me apasione, la verdad-, pero consiguen que las tres horas de espectáculo se pasen como si nada. La actuación fue impecable, aunque quizá los parones entre canción y canción fueron excesivos. Subieron a gente a cantar, a tocar, a lanzarse al público, lanzaron camisetas y dispararon con una pistola de agua... El público era mayoritariamente adolescente, algunos incluso iban acompañados de sus padres y lo más seguro es que fuera su primer concierto. Reconozco que si éste hubiese sido mi primer concierto hubiera quedado más que fascinada por semejante puesta en escena. Fue un concierto muy divertido y animado, aunque no nos engañemos, musicalmente, Greenday son Greenday.