Mostrando entradas con la etiqueta Hitler. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Hitler. Mostrar todas las entradas

lunes, 7 de febrero de 2011

'El discurso del rey' (The King's speech) de Tom Hooper



Pensaba que no me iba a gustar nada, que iba a ser la típica película con cuatro gracias, un tanto absurda. Sin embargo, después de que me la recomendaran una y otra vez, me decidí a ir a verla, y ¡ha sido todo un acierto! El discurso del rey (The King's speech, por favor, hay que verla en versión original, con el doblaje pierde todo el sentido) es una película con la que te ríes a carcajadas y te emocionas, es entretenidísima y encima sales del cine habiendo aprendido algo de historia. Sin duda, el gran atractivo de la película es el papelón que hace Colin Firth, un actor que me gusta muchísimo desde hace tiempo, y que se merecía un papel como éste para destacar. Os copio la sinopsis de la película.

Tras la muerte de su padre, el rey Jorge V, y la abdicación de Eduardo VIII, Bertie, lastrado siempre por un angustioso tartamudeo, asciende al trono como Jorge VI de Inglaterra. Su país está al borde de la guerra y necesita un líder, por lo que su esposa Isabel, la futura reina madre, le pone en contacto con Lionel Logue, un excéntrico logopeda. A pesar del choque inicial, los dos se sumergen en una terapia poco ortodoxa que les unirá inquebrantablemente. Con el apoyo de Logue, su familia, su Gobierno y Winston Churchill, el rey supera su afección y pronuncia un discurso radiofónico que dará fuerzas para la guerra.

Colin Firth, como digo, borda el papel de monarca soberbio y estirado, pero a la vez con un profundo trauma que le hace tartamudear, un problema bastante grave cuando tiene que dar discursos, especialmente en un nuevo medio muy popular, la radio. Los métodos de su logopeda, interpretado por Geoffrey Rush, son de lo más divertidos, pero también muy eficaces, y por mi experiencia, os puedo decir que muchos de ellos son reales y se siguen utilizando hoy en día. Algunos de ellos, como tumbarse en el suelo para aprender a respirar con el diafragma, separar palabras,introducir alguna letra si cuesta pronunciar algo o utilizar silencios, son algunos métodos que mi profesor de Oratoria en Periodismo nos enseñó en clase y que tuvimos que practicar. Y he de decir que, posteriormente, cuando he tenido que trabajar en radio, son más que eficaces. Es curioso ver cómo algunos de los logopedas del rey le aseguran que fumar fortalece las cuerdas vocales, cuando hoy en día se sabe que lo que hace es inflamarlas y deformarlas totalmente. Pero es que la película no es sólo una sucesión de escenas cómicas del rey aprendiendo a hablar, y creo que ese ha sido el principal fallo del tráiler y la promoción de la película, pues creo que muchos no  se animarán a verla por eso. La película además narra la muerte del rey Jorge V, y cómo su heredero Eduardo VIII (interpretado por Guy Pearce) tuvo que abdicar por casarse con una mujer que se había divorciado dos veces (cómo han cambiado los tiempos ¿verdad?). Además, asistimos a la impasibilidad británica (y del resto de Europa) ante la ascensión de Hitler, y cómo cuando los acontecimientos se van precipitando, Inglaterra se da cuenta de que no queda más remedio que intervenir y entrar en guerra. Se produce así la dimisión del primer ministro inglés que aseguró en todo momento que la situación no llegaría a ese momento crítico, y vivimos el miedo y la angustia del pueblo británico ante la seguridad de que se avecina una segunda guerra mundial, aún más terrible que la primera. Hay que destacar el papel de Timothy Spall como Winston Churchill, lo hace muy creíble tanto físicamente como en su actuación; así como el de Helena Bonham Carter, en el papel de la Reina Isabel, esta mujer es realmente increíble y borda los personajes de época. La recreación del momento histórico es impecable, nos traslada a la Inglaterra previa al estallido de la II Guerra Mundial, y a los magníficos palacios en los que vivían los monarcas. Es una película para disfrutar, no sólo de las carcajadas que nos va a provocar, si no de las magníficas actuaciones, especialmente de su protagonista Colin Firth. Eso sí, por favor, y siento repetirme, pero hay que verla en versión original. con el doblaje se pierde totalmente la magnífica actuación de Firth.

miércoles, 12 de enero de 2011

'Paradero desconocido' de Kressmann Taylor


Vi este libro en el blog de bibliobulímica y lista en mano me encaminé a la biblioteca en su búsqueda, no he encontrado la edición con la preciosa portada que ella enseñaba, con una carta devuelta por no encontrarse el remitente, pero aún así he disfrutado muchísimo con esta lectura. No me había parado a pensarlo, pero después de 84 Charing Cross Road y algún libro más de este estilo, me doy cuenta de que la literatura epistolar me apasiona. Este tipo de libros, al estar escritos en forma de cartas, resultan muy sencillos de leer (este lo he devorado en una hora como mucho), además, los personajes se hacen mucho más reales y parece que realmente estemos leyendo la correspondencia entre dos personas. Paradero desconocido es el intercambio de cartas entre dos amigos y socios en el mundo de la venta de obras de arte. Uno de ellos es Max, un judío procedente de Alemania que vive en California. El otro es Martin, un alemán que ha regresado a su país de origen tras pasar años viviendo en la misma ciudad que Max. Estamos en 1932, y poco a poco, las cartas van cambiando de tono. Desde las primeras misivas llenas de afecto entre los amigos, y las reticencias de ambos hacia los cambios políticos que se están produciendo en Alemania, hasta el adherimiento sin fisuras de Martin a Hitler y al movimiento nazi. Tanto es así, que llega un punto en que justifica los asesinatos y abusos hacia la población judía y decide interrumpir su correspondencia con Max, porque según dice "ya no tenemos nada en común". La relación debe reanudarse cuando Griselle, la hermana de Max, entra imprudentemente en Alemania desde Austria, este pide a su antiguo amigo que la ayude y le de asilo. A partir de ahí los acontecimientos se precipitan y asistimos a un final imprevisto y lleno de genialidad. Decir que este libro me ha gustado es quedarme corta, es una pequeña joya de casi 70 páginas, en la que el terror y el fanatismo del nazismo se hacen presentes a través de unos personajes de carne y hueso. La autora consigue darle un nuevo enfoque a un tema que se ha tratado ya en innumerables ocasiones, dejándonos ver el papel que jugaron las personas de a pie en semejante horror.


El libro se publicó en 1938 y fue un éxito inmediato. Su autora, Katherine Taylor Kressmann (1903-1996), fue una escritora estadounidense, periodista y profesora universitaria. Su editor consideró que la historia era demasiado fuerte como para que apareciera firmada por una mujer, así que adoptó el seudónimo masculino de Kressmann Taylor. Al final del libro encontramos  una breve nota escrita por su hijo, Charles Douglas Taylor, en ella explica que la idea del libro le vino a su madre cuando vio cómo unos amigos alemanes de visita en EE.UU. le dieron la espalda a un antiguo amigo judío y se negaron a saludarle. Estos amigos habían vivido en EE.UU. y habían regresado posteriormente a Alemania, poco a poco se habían ido fanatizando con Adolf Hitler y eran ya acérrimos seguidores suyos. La autora explica: "Me pregunté cómo podría ocurrir semejante cosa. ¿Qué les había hecho cambiar de esa manera? ¿Qué los había llevado a ese grado de crueldad?". Una serie de preguntas a las que trata de dar respuesta en este libro.