martes, 19 de febrero de 2013

'Algún día este dolor te será útil' de Peter Cameron

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Título: Algún día este dolor te será útil (This Pain Will Be Useful To You)
Autor: Peter Cameron
Traducción: Jordi Fibla
Editorial: Libros del Asteroide (abril 2012)
Año de publicación: 2007
Páginas: 248
Precio:  18,95 euros
A veces puedes sentarte en el paseo, mirar al otro lado del río, olvidarte de la ciudad que está a tus espaldas y de la ruinosa y fea ribera de Nueva Jersey frente a ti y concentrarte en el río, la luz en el agua, los barcos que pasan o el modo, si hay marea alta, en que la corriente parece deslizarse en ambas direcciones a la vez, el agua marina hacia arriba y la dulce hacia abajo, pero aquella no era una de esas ocasiones. No podía desentenderme de la ciudad que estaba detrás y el río no parecía fluir en ninguna dirección, tan solo parecía estancado y derrotado.
Me cuesta un poco hablar de este libro, que habréis visto ya en infinidad de blogs, y que parece que está teniendo bastante éxito. He tenido unos cuantos altibajos con él, cambios de opinión y, finalmente, puedo decir que en conjunto no me ha disgustado, aunque sin entusiasmos, lo he disfrutado como lo que es, un libro entretenido sin más. Si os acercáis a él sin muchas expectativas es posible que os guste, aunque no esperéis encontrar esa maravilla, ese libro impactante que anuncian. Algún día este dolor te será útil no está mal, pero no deja ni huella ni poso, es más que probable que de aquí a un año nadie lo recuerde. Si tenemos eso en cuenta, el libro resulta una lectura entretenida. Al empezarlo, he de admitir que tenía mis prejuicios por las continuas comparaciones con El guardián entre el centeno de J.D. Salinger, mi libro favorito desde hace unos 20 años. Y es cierto que toma mucho de esa novela, especialmente el estilo de narración y algunos rasgos de su protagonista, ya que  la trama en sí no tiene nada que ver, algo que no me ha convencido en absoluto. Ya sea homenaje o simple inspiración para lograr atraer al público, basarse en una novela tan conocida y que despierta en muchos (entre los que me encuentro) pasiones irracionales, no creo que sea una buena idea. Sin embargo, a mitad del libro conseguí conectar con él. Dejando de lado el hecho de que el autor hace hablar a su protagonista como cree que lo haría Holden, el protagonista de El guardián entre el centeno, la novela tiene su propia personalidad; James, el protagonista, tiene su propia personalidad y su voz; y la historia es propia y original. Si el autor no hubiese recurrido a El guardián entre el centeno como fuente de inspiración mi valoración de Algún día este dolor te será útil sería más alta. Es una pena que lo haya hecho, pensando quizá así en captar a más público o en llamar la atención, ya que el autor tiene recursos propios más que suficientes para sacar adelante esta historia sin necesidad de recurrir a las ideas de otros.

Bruce Davidson. Central Park, una pareja joven interracial (1992)

Algún día este dolor te será útil está ambientada en el Nueva York actual donde vive James Sveck. Nos encontramos en un sofocante verano previo a la entrada en su primer año de Universidad de James, este pasa el tiempo trabajando en la galería de arte de su madre y preguntándose hacia dónde va su vida. Y es que, lo que para muchos es un momento importantísimo de su vida, la entrada en la Universidad, para James es un auténtico calvario. No tiene claro que vaya a aportarle nada y le asusta tener que convivir con otros jóvenes de su edad con los que no se siente nada identificado. En vez de eso, su sueño sería comprarse una casa en algún lugar pequeño e idílico del medio oeste y aprender por su cuenta. A su alrededor, su hermana Gillian que vive una relación con su profesor casado, un pedante que no ayuda al acercamiento entre hermanos; la madre, que vuelve de la luna de miel de su tercer matrimonio dispuesta a divorciarse y centrada tan solo en sí misma; el padre, un adicto al trabajo al que lo único que le preocupa es la posible homosexualidad de su hijo. Y por último, la única persona con la que James conecta, su abuela, quien parece ser la única capaz de entender por lo que está pasando su nieto. Soledad, falta de comunicación, miedo a crecer son algunos de los temas que trata esta novela, en la que la ciudad y la familia producen una sensación más cercana al aislamiento que al arropamiento que deberían transmitir.
Tener malas experiencias a veces es una ayuda, te aclara lo que deberías hacer. Sé que esto parece demasiado optimista, pero es cierto. Quienes solo han tenido buenas experiencias no son  muy interesantes. Puede que estén contentos y sean felices de alguna manera, pero son superficiales. Ahora te parecerá un contratiempo, algo que te complica la vida, pero... es demasiado sencillo vivir sin complicaciones.

Además, a la desestructuración de su familia, la falta de amigos y las dudas que asaltan a James sobre cómo afrontar su futuro -que nadie parece dispuesto a resolver o al menos a hablar con él-, hay que sumarle el trauma sufrido tras los atentados del 11 de septiembre que el protagonista vivió muy de cerca ya que su instituto se encontraba muy próximo a las Torres Gemelas. No se nos cuenta en concreto qué pudo ver o experimentar James, ni hasta qué punto estuvo él o personas de su círculo afectado por los atentados, los personajes tampoco hablan del tema, hacen como si no existiera, lo que consigue crear ese efecto de esqueleto en el armario que nadie quiere exponer a la luz. Sin embargo, nos damos cuenta de que para James, hablar de ello, le haría mucho bien de cara a resolver su introversión, sus problemas de comunicación y para relacionarse con los demás.

Bruce Davidson. Central Park en invierno (1992)

Los principales puntos fuertes de la novela son la narración sencilla y muy ágil, plagada de diálogos muy dinámicos, y un personaje de fuerte personalidad que nos va contando cómo se siente respecto al mundo. Su punto débil, como comentaba antes, es no aprovechar la personalidad propia del protagonista y la fuerza de la historia, que se debilita al querer imitar el estilo narrativo de El guardián entre el centeno o las fobias de Holden, que no siempre encajan con la personalidad de James y sus circunstancias. Aún así, la novela logra en un punto escapar de esa condena y comienza a mostrar sus propios puntos fuertes sin necesidad de depender de otros, aunque quizá lo haga demasiado tarde. Es una lectura muy entretenida y como comentaba antes, muy ágil, un libro que se lee sin complicaciones. En ocasiones odiaréis a James, pensaréis que es un niño rico descerebrado y caprichoso, otras os sentiréis identificados con él, con sus miedos e indecisiones, incluso podéis llegar a quererle, lo que da la medida de la complejidad de un personaje que no puede dejar indiferente a nadie.

Bruce Davidson. Lola en Central Park con nieve y pájaros (1992)

Un libro, en definitiva, que no está nada mal y que por desgracia puede llegar a decepcionar por toda la publicidad que se le ha dado, las críticas excesivamente entusiastas, o incluso por haberlo definido como "libro del año". Sin todas esas etiquetas y expectativas Algún día este dolor te será útil, sin ser un libro que nos vaya a marcar o que vayamos a recordar especialmente, es entretenido, ágil y dinámico, con un personaje carismático y que nos puede hacer pasar un buen rato de lectura.

NOTA 21-2-2013

Habréis visto que he eliminado las fotografías que ilustraban esta entrada y las he sustituido por otras. Me he visto obligada a hacerlo y de manera precipitada, ya que la Agencia Corbis en España, a las que pertenecían, se ha puesto en contacto conmigo para pedirme de una manera bastante poco cordial que las eliminase inmediatamente del blog ya que no había pagado por esas fotografías. En primer lugar, considero que al no lucrarme con el blog, ni tener publicidad en él, ni nada de nada, vamos, que lo hago como la mayoría por el placer de escribir sin recibir nada a cambio, poco les quito a los señores de la Agencia Corbis utilizando sus imágenes sin haber abonado una cantidad por ellas. Si este blog se tratara de un medio de comunicación o de una página con beneficios, entendería que hubiera que pagar por ellas, pero no un pequeño blog como este que apenas tiene impacto en el enorme mundo de la blogosfera. Además, como hago siempre, las imágenes iban con su correspondiente pie de página explicando de quién eran y de dónde provenían, con lo que no hay engaño posible. en ningún momento pretendo apropiarme de las imágenes o trabajos de otros, siempre cito de dónde tomo las imágenes, que suelen ser en la mayoría de los casos de fotógrafos ya consagrados, y que, en mi opinión, con ello lo único que hago es difundir su trabajo. Dicho esto, he tenido que recurrir a otras imágenes con bastante rapidez para poder eliminar las anteriores y no dejar la entrada únicamente con texto. Por suerte, los fotógrafos de la Agencia Magnum nunca defraudan, y he ilustrado la entrada con unas fotografías llenas de fuerza de Bruce Davidson que espero, os gusten. Por mi parte tengo claro que no pienso acercarme ni de lejos a la Agencia Corbis y avisados quedáis para vuestros respectivos blogs, y aunque me repita, me parece que voy a seguir con los clásicos y consagrados fotógrafos de la Magnum que además de tener unas imágenes increíbles son una apuesta segura.

miércoles, 13 de febrero de 2013

'La casa de las bellas durmientes' de Yasunari Kawabata

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Título: La casa de las bellas durmientes (Nemureru Bijo)
Autor: Yasunari Kawabata
Traducción: Pilar Giralt
Editorial: Caralt (mayo 2005)
Año de publicación: 1961
Páginas: 155
Precio: 17,50 euros
Ella había sido privada de todas sus defensas, en beneficio de su anciano huésped, de un triste viejo. Estaba desnuda y no se despertaría. Eguchi sintió una oleada de compasión por ella. Se le ocurrió una idea: los viejos tienen la muerte, y los jóvenes el amor, y la muerte viene una sola vez y el amor muchas.
Yasunari Kawabata se ha ido convirtiendo poco a poco en mi autor japonés favorito, llegando a desbancar a dos de los que eran hasta el momento los que más me gustaban, Soseki y Mishima. Lo ha conseguido gracias a que, novela suya que leo, novela que me entusiasma, aún no me ha defraudado ni una sola vez, y espero que no lo haga, ya que el placer de leer sus libros es inmenso. La fórmula aparentemente es muy sencilla, libros muy breves que pueden leerse de una sentada, con argumentos también de apariencia sencilla en los que casi no pasa nada, pero con un fondo muy intenso, lleno de personajes de una gran fuerza y personalidad, situaciones límite, originales acercamientos a distintas temáticas y esencialmente, un gran sabor oriental, con las tradiciones japonesas más arraigadas siempre en primer plano. 

Shisendo, Kyoto

No es Kawabata un autor que recomendaría para adentrarse por primera vez en la literatura japonesa, menos aún a los que os asuste un poco esa forma de escribir austera y que algunos consideran incluso fría, llena de dobles significados y lecturas que necesitan de cierto conocimiento de la cultura japonesa para poder llegar a entenderlos del todo. Sin embargo, sí creo que es un autor al que hay que acercarse al menos una vez en la vida, aunque no interese en absoluto la literatura oriental. No en vano, Kawabata fue el primer japonés en ganar el Premio Nobel de Literatura en 1968, y su magnífica escritura confirma que se trata de uno de los grandes, uno de esos autores que vale la pena, y mucho, conocer.

Kanazawa

La casa de las bellas durmientes parte de un argumento de lo más original. Un hombre cercano a la vejez, Eguchi, conoce a través de un amigo este atípico burdel a donde solo pueden acudir ancianos para dormir con las más bellas vírgenes. Ellas son sedadas con una droga y duermen desnudas junto a sus clientes sin recordar nada a la mañana siguiente; ellos, pasan la noche en compañía de estas mujeres, debiendo respetar su virginidad. Las reglas son simples pero tajantes, no se puede mantener relaciones sexuales con ellas, no se puede despertarlas y cada vez se ha de dormir con una joven diferente. Eguchi acude una y otra vez a la casa de las bellas durmientes, atraído no solo por la belleza de las jóvenes con las que duerme sino también por el misterio que encierra el que unos ancianos sientan cierto alivio a su vejez durmiendo junto a mujeres tan jóvenes. Él mismo siente algo diferente, ya que esa compañía silenciosa hace aflorar a su memoria recuerdos de su vida, las mujeres que han desfilado por ella: desde su madre, pasando por su esposa e hijas o sus amantes.

Kanazawa

La novela, como sucede siempre con Kawabata, tiene un final violento e inesperado, que nos sacude violentamente. La escritura es sencilla y concisa pero esconde muchas reflexiones sobre la vejez y la juventud, el paso del tiempo,  los momentos perdidos e irrecuperables, la necesidad de amar y ser amado sea cual sea nuestra edad, y la cercanía e inevitabilidad de la muerte. La vejez se enfrenta a la juventud, la fealdad a la belleza, la muerte al amor. La historia está llena de un lirismo que contrasta con lo que se cuenta. Kawabata consigue dotar de una gran belleza a algo que en el fondo es triste y sórdido (unos ancianos que se sienten solos y rechazados y que buscan algo de amor y comprensión en jóvenes durmientes que no pueden ver su fealdad y vejez), con descripciones muy sensoriales a través de los olores, del tacto o la vista, llenas de sensualidad. Además, logra algo realmente complejo, y es dotar de gran personalidad a cada una de las jóvenes durmientes con las que pasa la noche Eguchi, sin que ellas hablen ni sepamos nada de ellas, ni siquiera sus nombres. Tan sólo a través de las descripciones de las jóvenes, Kawabata construye personajes muy sólidos y bien diferenciados unos de otros.


Kyoto

Como digo, ha sido una delicia de lectura, un inmenso placer volver a reencontrarme con una novela de Kawabata, intensa, diferente, evocadora, sutil. A los que ya conocéis al autor japonés me imagino que no necesito deciros mucho más para animaros a leer esta novela, a los que aún no os habéis acercado a él, puede ser una buena manera de estrenarse. Por mi parte me sería imposible recomendar solo una de sus novelas, ya que todas tienen algo especial, una magia y una atmósfera difíciles de encontrar en otros autores.

miércoles, 6 de febrero de 2013

'Casa de verano con piscina' de Herman Koch

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Título: Casa de Verano con Piscina (Zomerhuis met Zwembad)
Autor: Herman Koch
Traducción: María Rosich
Editorial: Salamandra (abril 2012)
Año de publicación: 2011
Páginas: 352
Precio: 18 euros
Los pacientes confunden tiempo con atención. Creen que les presto más atención que otros médicos de cabecera, pero lo único que hago es dedicarles más tiempo. En un minuto ya he visto lo que necesito saber; los diecinueve restantes, los lleno con atención. Con la ilusión de atención, debería decir. [...] En realidad no escucho. Al menos, intento no escuchar. 
Hace unos meses os hablaba aquí de la famosa novela de Herman Koch La cena, como veis he tardado muy poquito en repetir con el autor, en este caso con su última novela Casa de verano con piscina. De nuevo, el autor  me ha enganchado con su prosa sencilla, plagada de diálogos, un humor negro muy ácido y políticamente incorrecto, y un estilo muy cinematográfico que hace que "veamos" lo que sucede. He de decir que esta novela me ha gustado mucho más que la anterior, en primer lugar porque el defecto que le encontré a La cena, un final previsible, no sucede en este caso, de hecho, me ha sorprendido, y mucho. El autor juega con los lectores con mil giros inesperados que van cambiando de manera vertiginosa las cosas hasta desembocar en un final que me ha dejado con la boca abierta. Además, me ha resultado tan adictiva que hasta que no he terminado el libro no he podido soltarlo. Quizá Koch no sea de los mejores autores que podamos encontrar hoy en día, pero hay que reconocerle que sabe contar historias y captar totalmente el interés del lector.

Ferdinando Scianna. España, Mallorca (2000)

En esta ocasión, el protagonista de la novela es Marc Schlosser, un médico de cabecera en Ámsterdam cínico, amoral y nada ético, al que no le interesan nada sus pacientes, más bien siente cierta repugnancia y desprecio por ellos. Con mucha visión de negocio, se ha hecho famoso por dedicar a cada paciente más tiempo de lo que dedican usualmente otros médicos de cabecera, pero, lo que sus pacientes creen que significa una mejor atención médica, no es sino un tiempo que Marc dedica a sus propios pensamientos dejando la mente en blanco mientras sus pacientes le cuentan sus problemas de salud, y vistazos discretos al reloj de pared que le indica cuándo puede despachar a ese pesado. Su vida da un giro cuando uno de sus pacientes, el famoso actor Ralph Meier, obeso, maleducado, vulgar, nudista, machista y con un desagradable gusto por las jovencitas, invita a Marc, a su mujer y a sus dos hijas, una de ellas adolescente, a pasar el verano en una casa que ha alquilado junto a una playa mediterránea y donde estarán también la mujer de Ralph y sus dos hijos más o menos de la edad de las hijas de Marc. También pasarán allí el verano un veterano director de cine entrado en años y su jovencísima novia, a la que le saca casi 40 años. Como en su anterior novela, un acontecimiento terrible desencadenará toda una serie de acontecimientos, de reacciones que tendrán a su vez consecuencias de lo más inesperadas.

Martin Parr. Portugal, Madeira (1999)

Una de las bazas principales de la novela es la personalidad de Marc, y entiendo que puede gustar u horrorizar al lector. En mi caso, me he reído mucho con sus pensamientos desagradables hacia los demás, cómo sus cínicos ojos analizan y critican a todos y a todo de una manera muy políticamente incorrecta. Aunque entiendo que si no se toma con el necesario sentido del humor puede desagradar bastante, ya que no deja títere con cabeza, para él todos los demás son simplemente escoria y encuentra defectos en todo el mundo menos en su familia. Sus opiniones por ejemplo sobre la homosexualidad o la sexualidad en general son bastante extremas, pero si se toma al personaje por lo que es, un ser amoral y con muy poco tacto, y se sabe ver el lado humorístico del mismo, mejor que mejor. También tiene críticas para los nudistas, los artistas (con unos divertidos ataques hacia las obras de teatro alternativas y snobs) o sus propios pacientesSin embargo, ante nuestros ojos puede redimirle su amor incondicional por sus hijas. 

Evito como la peste las playas nudistas, los campings naturistas y demás lugares de reunión de exhibicionistas. Cualquiera que haya visto gente desnuda jugando al vóley en una playa sabe que la cosa no tiene nada de erótica, por no decir lo contrario. A menudo, en las fosas comunes la gente también está apelotonada desnuda. Yo lo que pido es que mantengan un mínimo de dignidad humana. A los nudistas eso no les importa. Con la excusa de que desnudarse es algo natural, te restriegan por la cara el espectáculo de pollas balanceándose, tetas desparramadas, vulvas colgantes y rajas del culo húmedas. Y luego te señalan con un dedo acusador, proclamando que si consideras que es mejor que todo eso quede oculto es que eres un estrecho de miras.

Chris Steele-Perkins, Brixton Lido (1995)

Ralph, por otro lado, es repugnante desde el principio. Como le vemos a través de los ojos de Marc, sus defectos quedan más patentes aún, cómo devora con la mirada a la mujer de Marc como si se tratara de un plato jugoso, cómo va todo el verano totalmente desnudo por la casa de verano delante de todos (incluidas las hijas del protagonista) sin importarle que su obesidad o sus genitales resulten repulsivos al resto, o sus continuas salidas de tono, con las que, es verdad, también me he divertido bastante. A pesar de que estos dos personajes principales inviten a la risa de vez en cuando, no se trata en absoluto de una novela humorística, aunque a mí me haya hecho gracia porque lo políticamente incorrecto me lo hace. De hecho, es una novela con un acontecimiento dramático que marca otros acontecimientos dramáticos posteriores y que se plantea temas como la ética profesional, el papel de los médicos y el corporativismo profesional o las deficiencias del sistema sanitario holandés; los límites de la sexualidad, la pederastia, la infidelidad y lo complejo de las relaciones humanas; las dificultades en la comunicación entre padres e hijos; y esencialmente, el ansia de venganza y la posibilidad de tomarse uno mismo la justicia por su mano.

Peter Marlow. Monte Carlo (1992)

No cuento más porque la gracia de los libros de Koch reside en que nos sorprendan con lo inesperado, algo que consigue con creces con esta novela. Nada ni nadie es lo que parece, y lo que es mejor de todo, el autor consigue manipularnos de tal manera que llegamos a comprender y a apoyar comportamientos nada éticos e incluso delictivos, dándole luego la vuelta a todo y señalándonos de tal modo que nos replanteemos esas ideas iniciales porque ni los buenos son tan buenos ni los malos tan malos, y las apariencias pueden engañar y mucho. En definitiva, una novela muy entretenida, escrita con un estilo ágil y muy ameno, con capítulos que nos dejan deseando pasar al siguiente para saber qué sucederá a continuación, y un fondo que nos plantea distintas cuestiones morales y cómo actuaríamos nosotros en un caso así. Como comentaba antes, me parece que el autor ha madurado bastante desde La cena y ha conseguido una novela mucho más trabajada, con más personajes de una complejidad mayor, una historia muy bien construida que nos enfrenta a varios dilemas morales y que encima, nos entretiene. No puede pedirse más.


Lise Sarfati. Alyssa, Texas, Austin (2008)


Para ilustrar la entrada he utilizado imágenes de unos cuantos fotógrafos de la Agencia Magnum que han retratado distintas piscinas, cada uno desde una óptica muy personal, y que por un motivo o por otro me han llamado especialmente la atención. Además, os dejo un enlace que me ha parecido muy interesante, una entrevista que El Cultural hizo al autor, Herman Koch, donde este habla de su novela, y que podéis leer aquí.