Pasaje a la India de E.M. Forster es uno de esos clásicos que combinan a la perfección entretenimiento y lectura ágil con una gran profundidad, reflexión y variedad de temas. Forster nos sitúa en torno a 1920, en los años en que el Imperio británico en la India comienza a decaer. Hasta éste recóndito y enigmático país llegan dos mujeres británicas, Mrs. Moore y Miss Quested, la primera, madre del juez de la pequeña ciudad de Chandrapore (inventada por el autor), y la segunda, su prometida, quien va a ver in situ el trabajo de su futuro marido y a comprobar cómo será su vida en la India si al final deciden casarse. Ambas están deseosas de conocer la "auténtica" India y a sus habitantes, pero pronto se encuentran con una barrera infranqueable, el enorme racismo y clasismo de los británicos hacia los habitantes del país, a los que tratan de una manera despectiva y cruel. Finalmente, y por mediación del profesor Mr. Fielding, el único inglés del lugar que se comporta humanamente con los indios, conocen al médico Aziz, un joven musulmán culto y viudo que derrocha simpatía y bondad, y al que queremos desde su primera aparición. Como gesto de cortesía Aziz organiza para las dos damas una excursión a las enigmáticas cuevas de Marabar. Nadie sabe por qué son tan especiales, en ellas no hay nada, tan sólo son una sucesión de cuevas oscuras completamente iguales, en la que lo único que destaca es un extraño eco y el dicho de los lugareños de que quien penetra en su interior jamás sale igual que entró. Allí se produce un confuso incidente, Miss Quested acusa a Aziz de haberla intentado violar, y en ese momento toda la maquinaria legal y administrativa inglesa, sus prejuicios hacia los indios y su odio hacia un país que no comprenden y que sólo desean controlar se pone en marcha.
Forster, nacido en Londres en 1879 y fallecido en 1970, escribió Pasaje a la India tras una segunda estancia en éste país, demostrando un profundo amor hacia la India, y denunciando los abusos hacia la población autóctona por parte de los ingleses, a la vez que ponía de manifiesto los conflictos entre Oriente y Occidente. Hay momentos en la novela en que resulta indignante y otras ridícula la actitud de los ingleses, que hacen preparar a los indios comida importada de Inglaterra que no han visto nunca y que no comprenden, que montan un Club sólo para ingleses, partidos de polo o musicales, intentando ser más británicos de lo que serían en su propio país, a la vez que desprecian profundamente a los indios. Además de los conflictos entre británicos e indios, la novela hace hincapié entre los problemas entre los hindúes y los musulmanes, y entre los propios clanes y sectas de hindúes, poniendo de relieve la complejidad del país. Otro de los temas de la novela es cómo afectan las cuevas a cada uno de los personajes, revelándoles pasiones que por la rigidez de la sociedad deben ocultar, por un lado Mrs. Moore se enfrenta a la posibilidad de su propia muerte y Miss Quested al deseo sexual reprimido. Entre los personajes, como ya decía antes, destaca Aziz, que comienza siendo un ser inteligente y culto pero a la vez inocente y bondadoso, que derrocha amor hacia todo el mundo, y del que vamos viendo matices a lo largo de la historia, cómo las circunstancias van moldeando su carácter. Como sucede en la vida real, no hay gente sólo buena o mala, Aziz demuestra egoísmo, resentimiento y celos, pero a pesar de ello es un personaje realmente increíble que se hace querer en todo momento, incluso cuando se muestra injusto. El amor por Forster a la India hace que con sus descripciones nos traslade allí mismo, como si realmente estuviéramos en la India, toda la magia y el enigma de este país, Forster lo ha condensado en una novela.
"¿Cómo es posible que la mente abarque un país de tales características? Generaciones de invasores lo han intentado, pero continúan en el exilio. Las ciudades importantes que construyen no son más que retiros; sus luchas encarnan la desazón de hombres que no encuentran el camino de casa. La India sabe cuál es su problema. Sabe cuál es el problema del mundo entero, en su realidad más profunda. La India dice "ven" a través de cien bocas, utilizando objetos ridículos y augustos. Pero ven ¿a qué? Nunca lo ha definido. La India no es una promesa, tan sólo una llamada."
Además, podemos disfrutar de la magnífica película de David Lean de 1984, un director que tiene en su haber maravillas como Lawrence de Arabia o una de mis películas favoritas Doctor Zhivago. Como suele suceder casi siempre, recomiendo antes la novela que la película, aunque ésta última es realmente extraordinaria y merece mucho la pena, ya que ha sabido captar perfectamente la esencia del libro.