
domingo, 28 de febrero de 2010
Q de Luther Blissett

jueves, 25 de febrero de 2010
Historias de San Valentín: se repite la historia
La principal pega que podemos ponerle a Historias de San Valentín nada más comenzar la película es que se han hecho ya cientos de films de ese estilo: Love actually, Paris Je t'aime, New York I love you..., y encima, todas ellas la superan con creces. De hecho en Historias de San Valentín hay algunas historias que ya hemos visto con anterioridad. Cierto es que han conseguido reunir a un puñado de actores: Julia Roberts, Anne Hathaway, Jessica Alba, Jessica Biel, Jennifer Garner, Shirley MacLaine, Bradley Cooper, Ashton Kutcher, Topher Grace, Emma Roberts, Hector Elizondo, Bryce Robinson, Patrick Dempsey, Eric Dane, Carter Jenkins, Jamie Foxx, Queen Latifah, Taylor Lautner; cierto que el director Garry Marshall es un veterano en la comedia romántica, entre otras dirigió la inolvidable Pretty Woman; y cierto que es una película entretenida. Pero no deja de ser una más del género, ni la mejor ni la peor, una más. Es posible que si en los últimos años no nos hubiesen saturado tanto con la misma fórmula -un grupo de personas en una ciudad emblemática, viven el amor cada una a su manera, y se producen encuentros y desencuentros entre ellos-, ésta me hubiese producido mejor impresión, pero he de reconocer que estoy un poco saturada. Uno de los peores defectos de Hollywood es que no conocen el dicho "lo poco agrada y lo mucho enfada", baste ver la cantidad de secuelas o remakes que han hecho. Volviendo a Historias de San Valentín, esta se desarrolla en la ciudad de Los Ángeles el día de San Valentín. Para pasar un buen rato no está mal, pero es indiscutiblemente carne de videoclub. Lo mejor de la cinta irónicamente, no es una de las muchas historias de amor de pareja que hay en el film, sino la de una madre y su hijo, es la única que emociona realmente y que consigue conectar con el público, el resto son demasiado artificiales y es difícil identificarse con ellas. Otro punto fuerte de la película es la inigualable Julia Roberts, que como siempre da una lección a las jovencitas aspirantes y demuestra que aunque no es la más guapa, ni ya la más joven, ni la que más se prodiga en Hollywood, sigue siendo la indiscutible y única reina de la comedia romántica.
miércoles, 24 de febrero de 2010
Sí de Thomas Bernhard, la neurosis sobre el papel

martes, 23 de febrero de 2010
Shutter Island de Martin Scorsese, una gran película con un final demasiado previsible
Tengo que reconocer, pese a que sé que voy a decir algo que para muchos es una burrada, que el tándem formado por Scorsese y Di Caprio no me ha convencido nunca mucho. Salvo la increíble Infiltrados, el resto de sus incursiones en el cine me han dejado indiferente o me han aburrido soberanamente, y me refiero a películas como El aviador. Sin embargo, Shutter Island es de nuevo la gran excepción que confirma la regla. Se trata de un thriller intenso que nos mantiene en vilo durante gran parte del metraje, aunque al final del film el ritmo de la película decae, alargándose inecesariamente y enredándose hasta llegar a un final algo tópico. A pesar de ello, es una película notable, en la que destacan las actuaciones no sólo de Leonardo DiCaprio y el siempre magnífico Mark Ruffalo, sino las de Ben Kingsley y Max Von Sydow, siempre sobresalientes en todo lo que hacen, y una más que correcta Michelle Williams. La historia transcurre en una isla que alberga un sanatorio para delincuentes con problemas mentales -excelente la recreación del ambiente opresivo que simboliza la isla-, a donde han acudido dos agentes federales para resolver la desaparición de una de las pacientes. Como comentaba antes, la historia engancha desde un principio, el ritmo es frenético y se combinan a la perfección la acción presente en la isla, con los recuerdos e imágenes impactantes de muerte y desolación de DiCaprio que liberó como soldado el campo de concentración de Dachau, con el mundo onírico que puebla gran parte de la película. Pese a todo, el final me decepcionó un poco, pues es excesivamente previsible. Quitando esto, recomiendo a todo el mundo a que vaya a ver esta película, ya sólo por las increíbles interpretaciones de sus actores y por el impresionante decorado de la misma (la isla), vale la pena.
lunes, 22 de febrero de 2010
Soy leyenda de Richard Matheson: una novela maltratada por el cine

viernes, 19 de febrero de 2010
Fuente en llamas de Ko Un

Hay un tiempo en que la historia no es padres sino hijos.
Yo arrullo el presente, como si fuera mi niñito,
con la marea baja de olas que se retiran distantes;
pero eso no es todo, en un tiempo llegará
el arrepentimiento de todo corazón por lo que es este mundo.
Un arrepentimiento que no es golpear la tierra
y lamentar todos los errores del pasado,
sino, quizá, tratar de conseguir,
al fin, lo que no se hizo antes.
Yo arrullo el presente, como si fuera mi niñito,
con la marea baja de olas que se retiran distantes;
pero eso no es todo, en un tiempo llegará
el arrepentimiento de todo corazón por lo que es este mundo.
Un arrepentimiento que no es golpear la tierra
y lamentar todos los errores del pasado,
sino, quizá, tratar de conseguir,
al fin, lo que no se hizo antes.
Si te acercas quedamente,
verás que hay asientos de honor y otros lugares,
bajo el gran árbol,
de modo que se atiende y respeta a los mayores.
No es una escena anticuada de cortesía de mierda,
es de una belleza insospechada.
Un mundo bello, ¡ciertamente!
La biografía de Ko Un es necesaria para adentrarse en su obra poética, pues todos y cada uno de los momentos de la misma se ven reflejados en sus poemas, que en ocasiones son densos y combativos, y otros apacibles y breves, como un haiku. En todos ellos, sin embargo, encontramos verdades que trascienden el mundo de Oriente y que pueden servirnos a nosotros también, aquí en Occidente, donde muchas veces perdemos el sentido de lo que es importante y lo que no.verás que hay asientos de honor y otros lugares,
bajo el gran árbol,
de modo que se atiende y respeta a los mayores.
No es una escena anticuada de cortesía de mierda,
es de una belleza insospechada.
Un mundo bello, ¡ciertamente!
Un niño corre por el cruce del callejón
y se cae.
Y luego corre otra vez
después de levantarse.
Un viejo ciego que vive en Songmal,
más allá de la montaña,
acaba de morir y revivió.
y se cae.
Y luego corre otra vez
después de levantarse.
Un viejo ciego que vive en Songmal,
más allá de la montaña,
acaba de morir y revivió.
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miércoles, 17 de febrero de 2010
Clint Eastwood vuelve a demostrar que es el mejor con Invictus
Clint Eastwood lo ha vuelto a hacer una vez más con Invictus, nos ha demostrado de nuevo que es el mejor director vivo del momento, y quizá también uno de los mejores de la historia del cine. Eastwood tiene la capacidad de coger un tema y hacernos mirar por una mirilla desde un ángulo totalmente insospechado. ¡Qué fácil hubiese sido hacer un biopic al uso de la vida de Nelson Mandela! Mandela de niño, sus primeros pasos como activista, su estancia en la cárcel, su relación tortuosa con su familia... Sin embargo el gran Clint se aleja de todos esos clichés para ofrecernos una película soberbia en la que la victoria del equipo de rugby tradicionalmente ligado a los partidarios del apartheid une a un país. Las principales críticas lanzadas contra esta película han venido por este lado: que si es bastante ingenuo suponer que un partido de rugby une a un país tan dividido, que si hay demasiado deporte en la película... Todos ellos rebatibles, sin duda. Por una lado, en ningún momento quiere decirnos Clint Eastwood que el partido uniera a los sudafricanos, sino que Nelson Mandela dio ejemplo de perdón y unidad, ya que después de casi 30 años en la cárcel, supo perdonar a sus verdugos públicamente, apoyando a una de sus máximas insignias. De otra, únicamente nos encontramos con una escena propiamente de rugby al final de la película, con el partido de la final de la copa, totalmente necesaria para el desarrollo de la película.

jueves, 11 de febrero de 2010
Amerrika: maravillosa, conmovedora, divertida y esperanzadora
Simplemente magnífica, esperaba mucho de esta película y no me ha defraudado en absoluto. La historia de Muna y su hijo Fadi, palestinos que emigran a EEUU es conmovedora, divertida y esperanzadora a partes iguales. Cherien Dabis, directora de Amerrika, nos cuenta una sencilla historia, en la que un conflicto concreto acaba universalizándose, pues la historia de Muna y Fadi podría ocurrir en cualquier lugar del mundo. Madre e hijo huyen de las atrocidades que los israelíes hacen a los palestinos, sin embargo, en EEUU tendrán que enfrentarse a la ignorancia, los prejuicios y el racismo de la gente. Con la guerra de Irak de fondo, los americanos sólo ven en Muna y Fadi a dos árabes, a dos terroristas, a dos extranjeros. Sin embargo, y pese a las dificultades, ambos van haciéndose un hueco en su nueva vida con la ayuda de la hermana de Muna, su marido, y sus hijas, con los que viven. La película lanza finalmente un mensaje esperanzador, pues es cierto que a través del conocimiento del otro se pueden superar las diferencias y aprender de los demás. Destacaría dos momentos claves de la película. El primero cuando Muna, que en Palestina trabajaba en un banco y aquí tiene que contentarse con trabajar en una cadena de hamburguesas dice: "tengo dos licenciaturas y diez años de experiencia y en EEUU sólo me dejan hacer hamburguesas". El otro, cuando se entera de que el profesor de su hijo, con el que entabla amistad es judío, ambos aprenden cosas el uno del otro, y es esperanzador ver cómo se pueden superar los prejuicios.
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El pisito de Rafael Azcona

martes, 9 de febrero de 2010
Chéri de Colette

lunes, 8 de febrero de 2010
La campesina de Alberto Moravia: cómo la guerra desata nuestros peores demonios

sábado, 6 de febrero de 2010
Arctic Monkeys presentan su nuevo disco Humbug en Madrid
Fui con reticencias al concierto que Arctic Monkeys daba ayer en el Palacio de Vistalegre acompañando a un grupo de fanáticos de la banda. Pues bien, yo salí encantada, ellos un poco menos. Arctic son realmente un fenómeno musical, desde su exitazo conseguido desde Myspace, hasta su constante evolución que tanto ha cabreado a muchos seguidores. El propio Alex Turner, líder de la banda, lo confesaba en una entrevista en El Mundo: "Hemos perdido muchos seguidores, porque no les gusta el estilo del último álbum. Pero supongo que hemos ganado nuevos adictos". Pues sí, quizá hayan perdido seguidores, algo que no se notó en un abarrotadísimo Palacio de Vistalegre, pero es cierto que muchos como yo, a quien sus dos anteriores discos me habían parecido ruidosos y un poco insustanciales, nos hemos vuelto totalmente incondicionales de su último álbum Humbug, y de ese maravilloso experimento paralelo llamado Last shadow puppets. Volviendo al concierto, la banda se entregó al máximo pese a que la actuación fuera un tanto breve, apenas poco más de una hora. Alex Turner mantiene sin dificultad esa voz tan increíble marca distintiva de la casa, también merece mención especial el fantástico trabajo a la batería de Matt Helders, contundente a más no poder. Tocaron muchas del último disco, bastantes del segundo y sólo algunas del primero. La sorpresa llegó a la segunda o tercera canción cuando se atrevieron con una magnífica versión de Red right hand del incomparable Nick Cave. Un homenaje en toda regla a un maestro. La única pega, como suele suceder con los grupos que se atreven a evolucionar, es que el público vibraba a más no poder con los viejos temas y apenas se movía con los nuevos. Sólo espero que Arctic no se dejen llevar por las presiones del público, lo están haciendo bien, muy bien, si un grupo quiere crecer debe evolucionar. El grupo está viviendo algo parecido a lo que experimenta Muse, cuyos seguidores no aceptan que hayan pasado de unas canciones cañeras sin más, a una música más elaborada.
Sale a la luz una nueva colección de fotos inéditas de Marilyn Monroe

viernes, 5 de febrero de 2010
La carretera vuelve a sobresaltarnos desde las pantallas gracias a Viggo Mortensen
Ayer pude ir al estreno de La carretera, tenía ganas de ver cómo habían adaptado la genial novela de Cormac McCarthy que tanto me había sobrecogido con su mundo apocalíptico y desesperanzado. Y no me defraudó en absoluto. El director ha conseguido recrear el mundo reflejado por McCarthy en el papel con una gran precisión, la fotografía y la atmósfera de la película están muy conseguidas. Pero realmente, la mejor baza de esta película es la presencia del siempre insuperable Viggo Mortensen sucio y escuálido (ya pudimos ver sus uñas negras en El señor de los anillos y aquí vuelve a enseñárnoslas). Mortensen borda su papel junto a un increíble Kodi Smit-McPhee, que pese a ser un niño, lo hace realmente bien. Menos alabanzas se le pueden dar a Charlize Theron, con un papel simplemente correcto, quizá porque el personaje no da mucho más de sí, o simplemente porque la actriz no pone mucho de su parte. Realmente los momentos de flashback son de lo peor de la película, si se le puede poner un pero, resulta demasiado artificial y acaramelados los momentos en que la pareja vivía su vida feliz. La fuerza real de la historia, al igual que en la novela, están en la carretera, con las bandas de caníbales al acecho, la paranoia y la desconfianza de todos y la creciente deshumanización. Además, cabe destacar que la película pasa en un suspiro, consiguen mantener una tensión constante, y pese a haberme leído el libro y saber lo que iba a pasar en cada momento, el film logró mantenerme en vilo, sobresaltarme y angustiarme como si no hubiese sabido nada de la trama.
jueves, 4 de febrero de 2010
La web de Bunbury se renueva con motivo del lanzamiento de 'Las consecuencias'
Con motivo del lanzamiento del nuevo álbum de Bunbury, Las consecuencias, el próximo 16 de febrero, su página web ha sido renovada como suelen hacer cada vez que saca nuevo disco. Y para mi gusto, se ha hecho con gran acierto. El diseño es mucho más limpio que en anteriores ocasiones, los contenidos son más accesibles y se encuentran más ordenados. Además de las habituales noticias, fechas de gira o biografía, nos encontramos con numerosos enlaces a su página en youtube, así como la posibilidad de ver todos sus videoclips, y fotografías promocionales para su nuevo trabajo en las que Bunbury ha adoptado una nueva estética entre neohippy y árabe, con ciertos toques glam... bueno, es mejor que lo veáis vosotros mismos. También incluye cómo no el vídeo del primer single, Frente a frente, el vídeo, rodado por J.A. Bayona (director de la infumable El orfanato) está muy conseguido, de hecho, es lo mejor que tiene. Sé que a muchos seguidores de Bunbury les ha gustado esta adaptación de la canción de Jeanette, a mí personalmente, por un lado no me gusta nada ni Jeanette ni su canción, y por otro considero que no le pega nada a Bunbury ese estilo y versionar una canción de este tipo. Es cierto que Bunbury es valiente y arriesgado, que nunca se repite y que sorprende con cada nuevo trabajo. Helville De Luxe ya me costó digerirlo, apenas tres o cuatro canciones salvables, es cierto que las comparaciones son odiosas, y que no puedo dejar de pensar en sus dos magníficos trabajos Pequeño y Flamingos, dos álbumes excepcionales en los que demostró que tenía mucho que decir. De momento, y a la espera de que salga a la venta su nuevo disco, sólo nos queda esperar que la inspiración no le haya dado la espalda definitivamente a uno de los pocos músicos españoles de los que podemos sentirnos orgullosos.
miércoles, 3 de febrero de 2010
Chérie de Stephen Frears: una trágica historia de amor en la Belle Époque
Stephen Frears es un director que consigue hacer de cada una de sus películas una pequeña y preciosa obra de arte, baste acordarse de Mi hermosa lavandería, Las amistades peligrosas, Café irlandés o The Queen. Con Chéri, el director nos demuestra que tiene mucho que decir aún sobre el amor, los sentimientos, la seducción y el dolor que todo ello conlleva. Frears ha hecho una preciosa y exacta adaptación de la hermosa novela de Colette, copiando incluso diálogos enteros de los personajes de papel. El trabajo de los actores es excepcional: una bellísima pero ya envejecida Michelle Pfeiffer, como exige su papel de cortesana dispuesta a retirarse; una espléndida como siempre y malévola Kathy Bates; y un seductor y guapísimo Rupert Friend. La puesta en escena y ambientación en el París de la Belle Epoque de principios de siglo es impecable, y la película nos conduce hasta el trágico final sin que casi nos percatemos de ello. El film relata cómo la cortesana Léa de Lonval (Pfeiffer) se hace cargo de un abúlico Chéri (Friend), hijo de una cortesana (Bates). Chéri ha vivido siempre en el lujo, sin obligaciones, apenas sin educación, abandonado al alcohol y las mujeres, cuando empieza a convivir con Léa. Él tiene 19 años y ella casi 50, pero eso no impide que lo que empezó casi como una distracción, se acabe convirtiendo en una convivencia de 6 años. Pasado ese tiempo, se concierta la boda de Chéri con una chica de su edad, Léa tendrá que aprender a vivir sin él, y aceptar que su edad es un condicionante para la sociedad. Lo más trágico de esta historia es que ninguno de sus protagonistas se da cuenta del amor que sienten el uno por el otro hasta que lo pierden, y entonces resulta demasiado tarde para los dos. Además, la profunda reflexión que se hace sobre el paso del tiempo, la vejez y cómo ésta nos condiciona, es sobrecogedora. Una obra maestra del que sólo le pondría unos pequeños peros: el abuso de la voz en off (odio ese recurso, no puedo evitarlo), un principio demasiado didáctico explicando quiénes eran las cortesanas y poniéndonos en situación en la época y llamar abiertamente 'putas' a las cortesanas, un término que Colette jamás utilizó en sus novelas, y que en la época tampoco se hubiese utilizado jamás. Por lo demás, una película más que recomendable, así como el libro que tras ver la película estoy devorando con auténtica pasión.
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