sábado, 29 de octubre de 2011

Problemas técnicos y planes


Estoy escribiendo esta entrada sin tener ni idea de si se publicará bien o no. Como habréis visto, estos días he estado teniendo bastantes problemas con Blogger, el principal, que las entradas no se actualizaban en la lista de blogs del reader ni en vuestros blogs, por lo que la entrada de 'Un rey sin diversión' de Jean Giono se ha quedado un poco en el limbo. Parece que ayer la prueba que hice (que aunque se llama segunda prueba es por lo menos la 1.500) funciona, así que voy a probar a publicar esto a ver qué pasa, y especialmente para explicaros a todos por qué está pasando lo que está pasando. Aún no sé muy bien qué voy a hacer, de hecho, totalmente desesperada, he importado ya mi blog a Wordpress, lo que no sé es si me cambiaré definitivamente, o si seguiré confiando en que Blogger funcione. Os agradecería cualquier comentario o ayuda a este respecto, tanto los que tenéis Wordpress como los que lo habéis probado, y cualquier opinión sobre qué creéis que es mejor, cambiar a Wordpress o quedarme en Blogger.

Sé que puede parecer estúpido (especialmente para la gente de fuera, los que no tienen blog), pero podréis imaginar lo mal que lo he pasado estos días. Llevo desde 2008 con este blog y perderlo... no sé, simplemente no puedo imaginarme ya la vida sin planificar entradas, sin escribirlas y disfrutarlas comentándolas con vosotros, compartiendo en definitiva todo lo que me gusta y me mueve. El blog se ha ido convirtiendo en algo muy importante para mí (mi hijo intelectual, como lo llama mi chico), en especial desde que hace dos años me quedé en paro (aunque es cierto que por suerte me han ido saliendo trabajillos esporádicos que lo han hecho todo un poco más fácil), el blog es lo más cercano que tengo ahora mismo a mi profesión, el periodismo, una profesión a la que amo muchísimo a pesar de todos los disgustos que me ha dado, escribir para mí es como respirar, lo necesito. Tampoco podría vivir sin vosotros, vuestros comentarios, ideas, recomendaciones... muchos os habéis convertido ya en amigos a pesar de que no nos hemos visto nunca en persona, a otros sí que he podido conoceros y disfrutaros en el mundo real, todos me aportáis algo muy valioso y no quiero perder esa pequeña gran familia que se ha formado en internet gracias al blog y a una pasión común: disfrutar de la vida y lo que nos ofrece y compartirlo. Después de esta parrafada (ya veis que estoy un poco sentimental), quería darle mi agradecimiento en especial a La pequeña Meg de Cazando estrellas que en el peor momento de crisis me dio todo su apoyo a pesar de que era jueves noche. ¡Muchísimas gracias! Con tus palabras de verdad que me devolviste un poco la calma.


Dejando ya el tema de Blogger, os comento un poco lo que estoy haciendo estos días. Ahora mismo estoy leyendo Criadas y señoras de Kathryn Stockett que, a pesar de que me está gustando bastante, se me está eternizando, y parte de la culpa de esto la tiene alcorze de El errante (¡muchas gracias!) quien me puso desde su blog los dientes largos con los cómics de The Walking Dead y me dijo dónde podía conseguirlos. Son un vicio total, de los 89 cómics que hay me he leído ya 37. También estamos hablando por ahí de hacer una lectura conjunta Karo de libro_génica, Aramys de Viaje alrededor de una mesa, LaHierbaroja, y Atram14 de Leer sin prisa. Los del reto10x10 estamos pensando también en libro para el siguiente aunque de momento no hay nada decidido. Os muestro también los últimos libros que me han llegado de editoriales, muchas gracias a todas ellas que se portan fenomenal mandándome lo que pido inmediatamente: (Sanshiro de Natsume Soseki -Impedimenta-; Diario secreto 1836-1837 de Alexander Pushkin -Funambulista-; Madre Noche de Rachel Pollack - Ajec-; Las crónicas de la señorita Hempel de Sarah Shun-lien Bynum -Libros del Asteroide-; Entre tonos de gris de Ruta Sepetys -Maeva-; Yo me he llevado tu queso de Deepak Malhotra -Urano-).


En cuanto a música, ¡sí! ya tengo mis entradas para ver a Yes el 4 de noviembre. Además, veremos a Red Hot Chili Peppers el 17 de diciembre y a Arctic Monkeys el 27 de enero. La temporada de exposiciones está mejor que nunca, tenía pensado hablaros esta semana de alguna de ellas pero no ha podido ser, espero que más adelante pueda volver al ritmo habitual de publicación de entradas. Os recomiendo especialmente la de Delacroix en Caixaforum, emocionante, preciosa, magnífica, cualquier calificativo se queda corto, es de las que emocionan hasta las lágrimas, yo voy a volver, una sola visita no es suficiente. Os animo también a que veáis la completísima La caballería roja. Creación y poder en la Rusia soviética de 1017 a 1945 en La Casa Encendida, que cada vez se supera más con sus muestras. Imprescindible. Otra que no podéis perderos es Otras mujeres. Fotógrafas en México 1872-1960 en Casa de América, una visión del México de los siglos XIX y XX a través de la cámara de una cincuentena de mujeres, entre ellas la pintora Frida Kahlo

Y en cuanto a vida personal, por fin acabamos del todo la mudanza ayer (aunque la nueva casa está hecha un zafarrancho de combate) y devolvimos  las llaves al casero. Estoy muy contenta con la nueva casa, es genial no tener a más caseros en el cogote reclamando mil pagos. Y aunque de momento nos quedamos con los muebles que ya estaban en el piso (muy feos pero que han venido genial para instalarnos sin tener que amueblar), con el tiempo, y poco a poco, iremos arreglándola y poniéndola bonita. Los libros, no os preocupéis, aunque amontonados, han llegado todos sanos y salvos (¡16 cajas de libros, madre mía! Y eso que tengo muchos aún en casa de mis padres) y espero que puedan tener en algún momento una bonita estantería para que estén anchos y cómodos. Vamos, que en ese sentido, estoy muy feliz, es una sensación rara pero genial la de vivir en una casa en propiedad.
Henri Cartier-Bresson

Y como veo que me he ido un poco por las ramas, termino ya, espero que paséis un feliz fin de semana o puente. Por mi parte, aprovecharé para sacarle todo el jugo que tiene Madrid y que es por lo que amo tanto a esta ciudad, en especial le tengo echado el ojo a la exposición de la Fundación Canal, Observados, una colección de fotografías, entre las que se encuentran algunos de mis fotógrafos favoritos como Walker Evans o especialmente mi adoradísimo Cartier-Bresson. Espero que todo se solucione en breve y poder contároslo ya sea aquí o en WordPress. Espero que entendáis que estos días esté menos participativa y que no conteste comentarios ni visite vuestros blogs, estoy al cien por cien enfocada en arreglar esto, pero en cuanto se solucione prometo contestaros y visitaros a todos. ¡Gracias por estar siempre ahí!

'Un rey sin diversión' de Jean Giono


Título: Un rey sin diversión (Un roi sans divertissement)
Autor: Jean Giono
Editorial: Impedimenta (septiembre 2011)
Año de publicación: 1947
Páginas:224
Precio: 18,60 euros 

Invierno de 1843. La nieve cubre y aísla por completo a un pequeño pueblecito de la región de Trièves en la Provenza francesa. Son tan pocos los habitantes de este lugar que todos se conocen, la mayoría, tienen incluso lazos familiares. Por eso, cuando Marie Chazottes desaparece sin dejar ni rastro cunde el pánico entre ellos. Al pueblo llega el misterioso gendarme Langlois para hacerse cargo de la situación. A primera vista puede parecer una novela negra, y que el eje de la misma es descubrir quién comete esos asesinatos. Pero no, Un rey sin diversión es una novela extremadamente peculiar, en la que más o menos a la altura de las primeras 70 páginas se descubre al autor de las desapariciones. Entonces ¿de qué va? No es fácil de explicar, si os dijera que los protagonistas de esta novela son el pueblo, Langlois y la sangre roja destacando en la blanca nieve, no os estaría aclarando mucho, pero así es. Un rey sin diversión no es una novela al uso, la acción inmediata, el hilo conductor de la misma no es lo más importante, a veces parece que no pasa nada, pero sí que pasa, aunque no nos demos cuenta de ello hasta la última página. Estoy siendo muy ambigua, lo sé, pero es que yo misma no supe hasta leer la última palabra del libro lo que estaba sucediendo, y entonces, como si me hubieran encendido un interruptor en la cabeza, todo cobró sentido y até los cabos de esta novela nada sencilla. Lo mejor de todo son las descripciones poéticas y evocadoras, que consiguen dibujar una naturaleza muy viva, la nieve, los bosques, el pueblo aislado y sus habitantes.

"El haya crepitaba como un brasero; danzaba como solo saben danzar los seres sobrenaturales, multiplicando su cuerpo alrededor de su inmovilidad; ondulaba en torno a sí misma en un enredo de echarpes, tan estremecida, tan dorada, tan incansablemente llena de la embriaguez de su cuerpo que ya no se sabía si estaba arraigada por la presa de prodigiosas raíces o por la velocidad milagrosa de la punta de la peonza sobre la que reposan los dioses."

Además, el autor sabe crear unos personajes peculiares pero creíbles, no solo el extraño Langlois, eje de la historia, sino por ejemplo la fornida y envejecida "Salchicha", que en otros tiempos se dedicó a la prostitución y que se encarga de parte de la narración, o el propio y principal narrador, quien parece haber participado de lo que sucedió aunque sin definir claramente su papel en la historia. Como podréis adivinar he de ser ambigua para no chafarle el final a quien se decida a leer el libro, tan sólo os diré la frase que da título al mismo, clave en la historia: "Un rey sin diversión es un hombre lleno de miserias", tomada de los Pensamientos de Pascal. Y es que a quien hay que temer es a aquellos que menos lo parecen, la maldad a veces no nace de la propia maldad, sino del aburrimiento. Un rey sin diversión no es una lectura fácil, ya os lo aviso, está llena de descripciones de una gran belleza, de personajes y situaciones complejas, de sobreentendidos, de cosas que no son lo que parecen. No es el típico libro que se pueda ir leyendo en el metro o en el autobús, a pesar de que su argumento de asesinatos lo sugiera. Requiere calma, reflexión y concentración. A veces hay que volver atrás porque algún sutil matiz se nos ha escapado y resulta importante para la acción. En contrapartida a todo eso, es un libro maravillosamente bien escrito, con el que se disfruta tanto de lo que se cuenta como de la manera en que se cuenta. Ya se sabe que con algunas novelas hay que hacer un pequeño esfuerzo, sin embargo, si lo hacéis os garantizo que valdrá la pena.

"Día verdoso, sin cierzo, viento de noroeste, presagios de los que aquí, en esta estación, podemos llamar buen tiempo. Osea, lo que ustedes llamarían un tiempo de perros. Vientecillo helado, y por tanto nieve firme en los claros, nieve blanda en los lugares cubiertos, en los valles, en las colladas anticlinales y en las solanas."


Jean Giono, a pesar de su apellido italiano nació en Manosque, en la Alta Provenza (Francia), el 30 de marzo de 1895. Su familia, muy humilde, era de origen franco-italiano, su padre era zapatero y anarquista, y su madre planchadora. Con tan solo 16 años tuvo que dejar los estudios y comenzar a trabajar de mozo y después de dependiente. En 1915, durante la I Guerra Mundial, fue movilizado y enviado al frente de Verdún. Más tarde, recibiría la Legión de Honor y comenzaría a implicarse políticamente en movimientos de izquierda, que abandonaría finalmente por una postura decididamente pacifista, algo que le acarrearía muchos problemas con el estallido de la II Guerra Mundial, y que haría que fuese detenido. Una vez terminada la guerra, fue acusado de colaboracionista con el régimen de Vichy, a pesar de que había manifestado varias veces y de manera pública su rechazo al régimen nazi, siendo incluso autor de una obra de teatro, Le voyage en calèche, que los alemanes habían prohibido durante la guerra. Aunque fue finalmente liberado, su fama de colaboracionista hizo que fuese rechazado por el mundo literario francés que le expulsó del Comité Nacional de Escritores y le inscribió en una lista negra que vetaba la publicación de sus obras en Francia. Hasta 1947, fecha en que se publicó Un rey sin diversión, su nombre no fue rehabilitado. A partir de ahí, sus obras serían enormemente apreciadas, también por el mundo del cine, donde se han hecho famosas adaptaciones de sus libros, como es el caso de El húsar en el tejado o la propia Un rey sin diversión, dirigida por François Leterrier, de la que os dejo a continuación un brevísimo pero precioso fragmento. Jean Giono moriría en su localidad natal en 1970 de un infarto.