Título: La barraca
Autor: Vicente Blasco Ibáñez
Editorial: Alianza (2004)
Año de publicación: 1898
Páginas: 199Precio: 8 euros
En esta entrada voy a ser cero imparcial, os lo aviso ya, y es que Blasco Ibáñez es uno de mis novelistas españoles favoritos, aún no ha habido un libro suyo que no me haya entusiasmado, en especial los que tienen un carácter más costumbrista y se desarrollan en Valencia, como la genial Cañas y Barro. Por lo que ya podréis imaginar que La barraca me ha entusiasmado y soy incapaz de sacarle la más mínima pega. Para empezar, la forma de escribir de Blasco Ibáñez es sorprendentemente magistral, a pesar de que consigue descripciones muy detalladas de los paisajes de los que habla (no en vano es un escritor naturalista), estas no se hacen nada pesadas como pueda suceder con otros autores, sino que nos trasladan con facilidad allí donde quiera llevarnos. Además, consigue que sus personajes hablen con voz propia sin que eso resulte forzado, los campesinos hablan como campesinos, y los señores como señores, y resulta totalmente creíble. Algo que me ha gustado especialmente es que los personajes de La barraca hablen en valenciano, como en realidad harían, así, aunque la novela está escrita en castellano, el autor introduce el valenciano en las conversaciones de los campesinos, en contraposición al castellano que hablan los señores (que nadie se preocupe por ese detalle, porque además de entenderse perfectamente, a continuación de cada frase en valenciano, el autor aclara lo que han dicho). Esos personajes son los que le dan verdadera fuerza a la novela, ya que comprendemos totalmente sus motivos, aunque no los compartamos siempre.
La albufera valenciana
La barraca nos sitúa en las huertas que rodean Valencia, en las barracas y tierras donde viven y trabajan los campesinos, siempre pendientes de los señores dueños de la tierra que les exprimen con sus continuas demandas de dinero. A pesar de que esas familias llevan generaciones cultivando las tierras, estas no les pertenecen, y pueden echarles de ellas en cualquier momento. Es lo que le sucedió al tío Barret, quien, acosado por los pagos que no podía hacer ya a su señor, se ve desahuciado de su barraca junto a su mujer y sus hijas. Preso de la desesperación, se rebela y mata al señor que le oprime. El resto de campesinos continúa su vida de esclavitud y miseria, pero con una pequeña rebelión, impiden que nadie se instale en las tierras del tío Barret y las cultive, para demostrarles a los señores que no todo vale. Hasta que un día llega Batiste con su familia numerosa y harapienta y se instala en la barraca del tío Barret. Desde ese momento se desatará una tensa lucha por echarles de las tierras encabezada por el campesino Pimentó, borracho, jugador y gallito de la huerta. Una lucha tanto contra Batiste, como contra sus hijos, por pequeños e indefensos que sean. Blasco-Ibáñez retrata de este modo cómo el ser humano, presa de la desesperación es capaz de lo peor, y cómo el odio retro alimentado dentro de toda una comunidad puede llegar a ser terrible. Lo mejor de todo es que el autor no toma partido. De hecho, a lo largo de la novela vamos tomando nosotros mismos partido por unos y otros. Comprendemos al pobre tío Barret y le compadecemos, también a sus vecinos que tratan de salvaguardar los pocos derechos que les quedan, simbolizados en esas tierras que nadie debe cultivar. Pero también nos ponemos del lado de Batiste y su familia, hambrientos, pobres a más no poder, pero trabajadores y que no entienden cómo toda una huerta puede ponerse en pie de guerra contra ellos, cuando lo único que desean es cultivar la tierra y vivir de ella.
Típica barraca valenciana
Blasco Ibáñez pone de manifiesto con esta novela los abusos a los que se veían sometidos los agricultores, la miseria en la que vivían y las condiciones de analfabetismo que tenían que soportar, frente a una clase alta que no trabajaba y vivía de las rentas que les daban unas tierras que cultivaban otros. Esas desigualdades tanto económicas como de educación son denunciadas en la novela como el germen de esas rebeliones que al final los pobres no dirigían contra los ricos, sino contra los mismos pobres. Además, la novela nos muestra una huerta valenciana realmente bonita, con la Albufera de fondo y la ciudad de Valencia retratadas en unas magníficas descripciones. Sabéis que he estado hace poco en Valencia, y por fin pude visitar la Albufera, un lugar que tenía muchas ganas de conocer tras leer Cañas y barro. Si tenéis la oportunidad, os animo a conocerla, es realmente preciosa como os muestro en la imagen que acompaña a esta entrada. Otro lugar que no podía faltar y que os recomiendo también que visitéis es la Casa-Museo de Blasco Ibañez en el paseo de la playa de la Malvarrosa, una casa preciosa de estilo modernista donde se pueden ver objetos personales del autor y cuya entrada es totalmente gratuita.
Casa-Museo de Blasco Ibañez
Resulta curioso conocer cómo nació esta obra, el propio Blasco Ibáñez lo contó en algunos prólogos de su obra. A mediados de 1895 tuvo que huir de Valencia por sus continuas manifestaciones contra la guerra colonial de Cuba, y sus amigos le escondieron en el entresuelo de un despacho de vinos hasta que pudo embarcar rumbo a Italia. Allí, aburrido, comenzó a escribir un relato que llamó Venganza moruna. Cuando llegó el momento de embarcar, dejó en el despacho de vinos el relato y todos sus objetos personales. El escritor permaneció durante tres meses en Italia, volvió a España, donde un Consejo de guerra le condenó a 12 meses de cárcel, y posteriormente fue desterrado a Madrid. Al ser elegido diputado por el pueblo valenciano pudo regresar a Valencia gracias a la inmunidad parlamentaria que le daba su nuevo cargo. Una tarde, tras uno de los discursos electorales que daba en Valencia, se le acercó el dueño de la casa de vinos donde había estado escondido, quien le devolvió lo que había dejado allí, entre esas cosas se encontraba su relato, que decidió ampliar y cambiar de nombre por La barraca, y reservar el título original para otra de sus historias. La novela apareció al precio de una peseta sin mucho éxito. Sin embargo, un traductor francés que había leído su novela durante un viaje a España se puso en contacto con él para traducirlo y publicarlo en Francia. Sin mucho interés, Blasco Ibáñez le dio su autorización, encontrándose tiempo después con la sorpresa de que la prensa española anunciaba la noticia de la publicación de La barraca en París con un gran éxito tanto de venta como de críticos, con lo que, la novela comenzó rápidamente a ser popular tanto en España como en otros países.
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ResponderEliminarTodavía no he leído nada de Blasco Ibáñez pero me has picado la curiosidad. Yo que no he catado aún su pluma, ¿empiezo por esta novela o es mejor otra? Un beso.
ResponderEliminarNo es un libro que me llame mucho, pero siempre está bien conocer nuevas obras, gracias por la información ^^
ResponderEliminar¡Muchos besitos de café! ♥
Mocca
Leí Cañas y barro y me gustó bastante. La barraca lo tengo pendiente de lectura desde hace años y es el típico libro que lo vas dejando y no lo lees. De este libro recuerdo la serie de pusieron en TV con Victoria Abril. Tenía un final dramático y tanto fue así, k muchos valencianos llamaron a la televisión denunciando lo mal k los habían dejado. Cañas y barro tb tuvo una serie de mucho éxito, pero yo no la recuerdo. Sé que impresionó mucho lo del bebé que ahogan.
ResponderEliminar¿Sabes Carol? me gusta cuando eres cero imparcial ;D... creo que te ha salido una entrada insuperable. Blasco es de los mejores, ninguna de sus novelas tiene desperdicio, La Barraca es magistral, pero es que además la has aderezado con fotografías y has conseguido, por lo menos a mi, enamorarme, más si cabe, de este autor...
ResponderEliminarTe has superado...
Nos leemos
Besos
No he leído nada de este autor pero tu reseña me ha cautivado y creo que no tardaré mucho en darle una oportunidad, sobre todo porque el verano pasado estuve visitando Valencia y La Albufera y quedé fascinada así que seguro que el libro me encanta
ResponderEliminarun beso!
No he leído nada de este autor y creo que por casa tengo algo suyo...Echaré un vistazo. Por cierto, muy buena reseña.
ResponderEliminarEl curso pasado estudié esta obra y al autor en la universidad y tras leer varios capítulos me entraron muchísimas ganas de leer La barraca, lo tengo apuntado en mi lista de pendientes y después de esta magnífica reseña creo que voy a leerlo muy pronto. Muchos besos.
ResponderEliminarpor aquí lo queremos mucho, sí, pasa un poco como el alicantino gabriel miró, que aunque no es tan conocido, es un descriptor de ambientes extraordinario!
ResponderEliminarMe gustan muchísimo el realismo y el naturalismo, aunque a veces puedan ser un poco densos. Todavía no he leído nada de Blasco Ibáñez, pero tengo muchas ganas de hacerlo.
ResponderEliminarQué envidia me da tu foto: leer en el AVE es genial. No solo viajas, sino que amenizas el camino con una buena historia.
Besos :)
Como valenciano no sería muy imparcial, así que no voy a cuestionarte nada. Él y Sorolla son nuestros máximos exponentes en las artes.
ResponderEliminarMuchas veces me he planteado leer algo de Blasco Ibáñez pero todavía no lo he hecho. La verdad es que tengo varios clásicos pendientes. Con este autor no sabría si empezar por "La barraca" o "Cañas y Barro" ¿Tú qué piensas?
ResponderEliminarAún no he leído nada de Blasco Ibáñez, y mira que mi madre lleva años recomendándome "Cañas y Barro"... creo que me animaré, y empezaré por ésta, o por la que reseñas. Un abrazo!
ResponderEliminar¡Magnífica entrada, Carol! Leí "La barraca" hace ya unos siete u ocho años, y quedé totalmente prendado de la historia (tampoco era muy difícil, pues me encanta el realismo y el naturalismo del XIX). Curiosamente, no he vuelto al autor. ¡Creo que ya va siendo hora!
ResponderEliminar¡Muchos besos!
Impresionante reseña Carol. Es la única novela de Blasco Ibáñez que he leído y me encantó. Una auténtica joya. Y mira que la empecé con mal pie. Que pillé un rebote de los buenos leyéndome la introducción. Me destripó todo el final. Desde ese día omito todas las introducciones. Las leo al final, cuando ya he leído la novela. Pero me has animado mucho y creo que voy a seguir descubriendo más novelas de este autor, que si todas son iguales que éstas, las voy a disfrutar muchísimo.
ResponderEliminarBesotes!!!
Mmmmm... debo de ser de las pocas que no ha leído a este autor U.U
ResponderEliminarNo tengo perdón, lo sé...
Besotess
excelente reseña! me encantaria conocer un poco de los valencianos!
ResponderEliminarbesotes!
maravillosa reseña! me encantaria leerlo!
ResponderEliminarHe de confesar que no he leído nada de Blasco Ibáñez, pero con tu magnífica reseña me han entrado unas ganas locas de leerlo. Lo apuntaré, porque quiero hacer el reto de Todos somos clásicos que hace mi hermana (lo sé, soy lo peor, ahora me copio de mi hermana pequeña...)
ResponderEliminarYa te avisaré cuando lo lea.
Besos!!
¡Jo! ¡que pasada mi madre!.Me has dejado sin palabras de como te has currado esta entrada tía.
ResponderEliminarCada vez lo haces mejor y sabes hacernos volar nuestra imaginación y trasladarnos al lugar donde se desarrolla esta historia.
Sinceramente mi niña, no se si me lo leeré, pero en lo que estoy de acuerdo con casi todos los que te hemos comentado, es que nos has cautivado con este trabajo tan bien hecho que hecho que has hecho (y valga la redundancia).
UN BESITO EN MAYÚSCULA que es lo que te mereces.
Cuídate guapa.
Pues no conocía al autor, así que gracias por presentármelo ;)
ResponderEliminarUna reseña muy buena.
ResponderEliminarUn gran autor y una gran obra. Tampoco puedo ser imparcial porque la tierra tira.
Espero que cuando estuviste en la Albufera disfrutases de una puesta de sol, y sino ya estás regresando porque es una preciosidad.
Un abrazo
Por cierto, creo que no te lo comenté, pero dispones de una mención especial en mi blog. Es bien merecida.
ResponderEliminar:)
nada nada, casi no se ha notado tu imparcialidad!!! jajajaja... no me extraña, en mi opinión, es uno de los grandes referentes de la literatura española!!!
ResponderEliminarun beso
magnífica reseña!!!!!!
No es uno de mis favoritos. Leí Cañas y barro, y no volví a coger un libro suyo. Tendré que repensarme iniciar alguna lectura tu admirado autor.
ResponderEliminarUn besito
Isabelnotebook
He leído novelas regionalistas y son interesantes como auscultación histórica, para saber la idiosincrasia de la población rural sobre todo, y tengo mis reticencias con ella en sentido que ostentan muchos defectos y se manejen bajo fuerte ideología, sin embargo me parece importante su lectura porque te sensibilizan con ciertas desigualdades, arcaismos e injusticias. Lo que has escrito me ha gustado, me has creado mucha curiosidad, espero leer algo de él, también me interesó bastante tu entrada sobre Ogai Mori, me gusta esa mirada multicultural, entre occidente y oriente, el japonés inmerso en Alemania, me recuerda a Orhan Pamuk. Un abrazo.
ResponderEliminarMario.
Este libro siempre me ha dado un poco de miedo. La culpa es de una serie de TV que se hizo cuando yo era niño.
ResponderEliminarPasa un buen finde.
Un abrazo
Marina García, yo empezaría tanto con Cañas y barro como con La barraca, a mi por lo menos son el tipo de novelas suyas que más me gustan. Los 4 jinetes del apocalipsis, por ejemplo, es muy buena, pero mucho más densa. Bsos
ResponderEliminarMocca, yo no suelo leer a muchos autores españoles, pero Blasco Ibáñez es la excepción, es un autor al que siempre vuelvo. Un beso
Leira, si te gustó Cañas y barro, La barraca te va a encantar porque es un poco del mismo estilo. Han hecho muchas series de las obras de Blasco Ibáñez, pero es que a mi ese tipo de series me repelen mucho, no he visto ninguna y tampoco tengo intención de hacerlo ahora, me parece que hacen muy poca justicia a tan buenos libros. Un beso
Minuet, je je, gracias me alegra que te guste mi poca imparcialidad, supongo que cuando un libro o autor me gusta le pongo muchas más ganas a la reseña. Muchos besos
Tatty, son preciosas Valencia y La Albufera ¿verdad? Ya verás cómo te trae un montón de recuerdos esta lectura. Te animo a que leas a BI, es un gran autor, clásico y todo eso, pero no es nada denso, al contrario, tiene una forma de escribir muy clara y sencilla, con historias que enganchan. Un besazo
M., anímate, a veces estos clásicos dan algo de reparo, pero en este caso, como digo, no es un autor de los densos, se lee muy bien. Espero q te guste. Bsos
Goizeder, a ver si te animas pronto, el tu reseña y comentamos, creo que te puede gustar bastante este libro. Muchos besos
raúl, ja ja, no me extraña, menudos personas ilustres tenéis, de miró tengo Las cerezas del cementerio, me animaré a conocerle. un abrazo
Teresa, en el caso de Blasco Ibáñez, a pesar de ser naturalista no es nada denso, no es como por ejemplo Zolá que a veces agota con sus descripciones pormenorizadas. El AVE lo cojo bastante a menudo y siempre me acompaña un libro, y eso que los viajes son relámpago y casi no da tiempo a leer nada :) Un besote
Sergio, :) Te dejo no ser imparcial, es que con Blasco Ibáñez es imposible, ya ves lo que me pasa a mi. Para mi gusto es de lo mejor que ha dado España a las letras. Sorolla es magnífico tb, me encanta, ¿has visto que la portada del libro pertenece a un cuadro suyo? Un abrazo
masteatro, cualquiera de los dos son grandes libros, el que más rabia te dé, no podría elegir solo uno. Un beso
Saramaga, como digo, cualquiera de las dos son buenas para conocer al autor, haz caso a tu madre y anímate, no creo que te arrepientas. Muchos besos
Jesús, muchas gracias! Pues fíjate, a ti sí que te recomiendo Los cuatro jinetes del apocalipsis, creo que te puede gustar bastante, eso sí, prepárate que es bastante largo y densito. Un abrazo
Margari, es magnífica ¿verdad? Lo de las introducciones me ha pasado muchas veces, ahora ya no las leo hasta que no he terminado el libro porque te destripan siempre algo. Ahora te recomiendo que te animes con Cañas y Barro, es estupenda. Muchos besos
ResponderEliminarShorby, bueno, bueno, que si ves los comentarios, hay muchos que aún no se han animado, lo importante es ponerse a ello, en serio, es muy buen autor y sus libros son de los que no puedes parar de leer. Un besote
Liz. Blasco Ibáñez es genial para conocer Valencia, te animo a que lo conozcas. Bsos
Nina, muchísimas gracias, espero que te guste si te animas finalmente a leerlo. Un beso
Trescatorce, je je, mientras copies a tu hermana para cosas como esa no está mal ¿no? Espero que te guste el autor, a pesar de ser un clásico y que siempre dan un poco de miedo, BI no es para nada pesado, de verdad. Muchos besos
Chari, muchísimas gracias guapa, si es que es lo que digo, cuando un libro me gusta me parece que pongo más empeño en la entrada ja ja. Muchísimas gracias por tus palabras siempre tan cariñosas. Un besazo
Lana Drown, te animo a conocerlo, no sólo es uno de los máximos representantes de Valencia, sino uno de los escritores españoles del XIX más reconocidos. Bsos
Blanca, gracias :) Veo que los de esa zona le tenéis mucho cariño, no es para menos, es un autor excepcional. A La Albufera pude ir solo por la mañana, pero no te preocupes que volveré, me encantó. Este año he estado ya dos veces en Valencia y cada vez me tiene más enamorada. Un besazo
Sergio, muchas gracias por el premio que me has dado :) Un abrazo
maria oliver, ja ja ja, es q soy incapaz de sacarle algo malo, me gusta muchísimo, ya se nota ¿no? Un besazo
Isabel, quizá puedas probar con sus novelas más históricas, que las tiene y muy buenas tb. Bsos
Mario, lo bueno e BI es que aunque denuncia las desigualdades de la época, no toma partido ni lanza mensajes adoctrinadores. La novela de Ogai Mori es muy interesante coo mezcla cultural. Con Orhan Pamuk no he podido aún, tuve que dejar Me llamo rojo, me aburría mucho, aunque tengo que volver a intentarlo. Un abrazo.
Paco, uff, es que esas series tan rancias que echaban continuamente en la tele cuando éramos pequeños creo que le han hecho más mal que bien. Olvídate de ellas que las novelas de BI no tienen nada que ver. Un abrazo, disfruta del finde!
Carol: La verdad es que me ha gustado mucho esta reseña. Mientras la leía pensaba de parte de quien me pondría, jaja, es que soy un poco justiciera y me pareció una situación tan difícil...Imagino una obra llena de pinturas localistas, más porque dices que es un escritor naturalista.
ResponderEliminarLa foto del tren, ¿tu la sacaste? me gusto mucho, no sé porque la idea de leer en tren me genera mucha paz : )
No he leído a este autor. Lo conozco por las series. Te leo, y me doy cuenta que merece una barbaridad la pena. Sólo espero poder tener tiempo para dejarle un hueco, porque tengo tantas cosas pendientes, que al final parece que dejas de lado lo de casa ...
ResponderEliminarUn abrazo
Carol, ¡muchas gracias por la recomendación! Tomo nota. ¡Besos!
ResponderEliminarAndrea, supongo que te pasaría como a mí, a ratos te posicionas con unos y a ratos con otros, es que es difícil tomar partido. Sí, la foto es mía, todas las fotos de los libros que leo las saco yo, es precisamente del viaje de vuelta de Valencia a Madrid en AVE, a mí me encanta leer en el tren. Un besazo
ResponderEliminarIcíar, yo creo que te gustaría bastante, es uy buen escritor y sus historias son entretenidas y a la vez dana qué pensar. Muchos besos
Jesús, espero que te guste, ya me contarás. Bsos