Gran Torino: ¡Qué grande es Eastwood!

Me encanta el cine de Clint Eastwood, creo que es uno de los grandes creadores, tanto como actor, como director, nunca defrauda. Sus películas son siempre pequeñas grandes obras de arte. Y con Gran Torino vuelve a demostrar lo grande que es dentro de su humildad. Gran Torino supone un gran ejercicio de interpretación, en el que Eastwood se reinterpreta a sí mismo, recordando papeles que le han hecho mundialmente famoso como Harry el Sucio o como pistolero. Interpreta a un anciano al que le queda ya poco en la vida, su mujer ha fallecido, y la relación con sus egocéntricos hijos y nietos es inexistente. Como sucede con muchos ancianos, su familia le ha dado de lado como si fuera un trasto inservible. Sin embargo, debajo de esa capa de amargura, racismo prejuicios... hay un alma sensible que lo único que quiere es un poco de amor, de amistad, de comprensión. Y paradójicamente encuentra todo eso en sus vecinos orientales, a los que en un principio rechaza por sus prejuicios raciales. Eastwood borda un papel que le va que ni pintado, aunque hay un pero, ¿por qué tienen que tener un final tan trágico todas sus películas?. Aún así es cierto que sus finales nunca dejan indiferente, recordemos los giros argumentales de Million Dollar Baby o Mystic River. Gran Torino es una gran película, y Clint Eastwood es un gran director y actor. Por cierto, un toque frívolo, me encanta el Gran Torino de la película, es un coche increíble, muy muy bonito, quién pudiera conducir un Gran Torino....