viernes, 12 de junio de 2009
Los 39 escalones aprueba por los pelos en su versión teatral
La obra Los 39 escalones puede verse en el Teatro Maravillas. Una obra basada en la película de Alfred Hitchcock, dirigida por Eduardo Bazo, y protagonizada por Gabino Diego, Jorge de Juan,Diego Molero y Beatriz Rico. Se trata más bien de una parodia que de una recreación fiel del film, en ocasiones divertida, pero demasiadas veces sobreactuada y exagerada, tan sólo salvaría de a misma a Gabino Diego, de hecho, él salva la obra con su inmensa vis cómica y con su desbordante simpatía, así como con unas tablas más que demostradas. Cada vez que sale a escena, interpretando a varios personajes a cuál más loco, la diversión está garantizada. Sin embargo, el resto de personajes, especialmente Beatriz Rico, fallan bastante. La obra es perfecta para pasar un rato entretenido, de hecho destacan los múltiples recursos empleados -teniendo en cuenta la dificultad de adaptar al teatro una película con múltiples escenarios- como el teatro de sombras, las proyecciones cinematográficas, el mimo... Los dicho, una obra que logra el aprobado raspado pero con la que se puede pasar un buen rato.
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Estoy de acuerdo con tu crítica de la adaptación. Yo asistí ayer a la representación que hicieron en Ourense y mi impresión general fue de desencanto.
ResponderEliminarDesde luego es muy difícil que cualquier adaptación teatral de "los Treinta y Nueve Escalones" encandile al espectador:
Primero porque Hitchcock era un genio del suspense y el humor negro; y hay que ser genial para llegar a su altura y segundo por la variedad de escenarios donde la historia tiene lugar.
En este último respecto la obra teatral aprueba (me gustó la adaptación de la escena en el tren) pero la obra en sí es un pastiche simplón.
En mi opinión, ni Gabino Diego aprueba por el mero hecho de contribuir al humor barato que esta obra vende:
Se espera que nos riamos de personajes que son graciosos sólo por lo feos o brutos que son (Gabino Diego vestido de mujer fea y quasi-retrasada, por poner uno ejemplo); o por la cantidad de muecas que hacen; los guiños cómicos son básicos y están más que agotados, y los actores no son capaces de aguantarse la risa en medio de su interpretación...
Lo más triste: el público se partía de risa...
Veredicto: Adaptar a Hitchcock (o Barlow) con un humor tipo de Cruz y Raya NO FUNCIONA