Tenía bastantes ganas de ver a África (ex vocalista de Mojo Project) en directo con su primer disco en solitario. Había visto ya al grupo un par de veces y siempre lo había pasado fenomenal con esa mezcla tan suya de estilos: funky, flamenco, jazz... Ir a un concierto de Mojo Project era siempre sinónimo de diversión, conseguían una atmósfera de buenrrollismo muy agradable en la que era imposible no ponerse a bailar. Gran parte de ese éxito era de la cantante, que con su gran carisma conseguía contagiar su entusiasmo al público.
Mojo Project sacó al mercado un par de discos en los que se perdía totalmente esa atmósfera especial de los conciertos. Fue entonces cuando África abandonó el grupo, que sacó un tercer disco, en el que definitivamente perdieron toda su magia.
Así, pensaba yo que era Mojo Project quien había perdido con la marcha de África. Sin embargo, el jueves en la sala BarCo de Madrid vi que estaba muy equivocada, África también ha perdido, y mucho.
Acompañada por un pianista, bajo y batería y cajón, su música se ha acercado totalmente al jazz (un poco de ascensor diría yo), con melodías mucho más lentas y un protagonismo absoluto de la voz ( que sigue siendo estupenda). La calidad de los músicos y de la voz es indiscutible sin embargo, ha perdido la chispa. Ya no es un grupo divertido, ya no hace bailar ni pasarlo bien, ya no hay esa especial relación entre África y el publico, que hacía dar palmas, saltar, cantar... pasarlo bien en definitiva, que es el objetivo de todo buen concierto que se precie de serlo.
Al contrario, la vocalista hizo alarde de su mal genio, y la tensión en la sala se podía cortar con un cuchillo en ocasiones. Fueron varias las veces que quiso hacer callar al público (debía pensar que estaba en un auditorio o algo así, en vez de en un bar), incluso llegó a increpar con muy mala educación a una chica sólo por estar conversando, y llamó la atención en repetidas ocasiones porque no la veneramos.
Pero qué esperaba, el espectáculo no enganchaba para nada, a los cinco minutos ya estábamos todos aburridos, hablando de nuestras cosas con una música agradable de fondo, pero nada más. Una pena lo que ha pasado con Mojo Project, un grupo que prometía mucho y que se ha quedado en una cantante malencarada que abronca al público.
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