martes, 17 de noviembre de 2009

Depeche Mode ponen a bailar a todo el Palacio de Deportes


¿Cómo se hace bailar al público sin parar, que coreen tus éxitos de hace miles de años y que aún quieran más? Yo no lo sé, pero Depeche Mode deben saberlo muy bien, porque anoche abarrotaron el Palacio de los Deportes de Madrid, y esta noche harán otro tanto en el mismo escenario. Las entradas se agotaron al poco de salir a la venta, y el público, un poquito entrado ya en años aunque se podía ver a algunos adolescentes despistados, recibió a la banda con una euforia que pocas veces se ve ya. Depeche Mode es uno de los mastodontes de la historia de la música a los que sabes que si vas a verles en directo no van a defraudarte. La inmensa voz de Dave Gaham, los efectos sonoros y una puesta en escena apabullante con cambios en cada una de las canciones -destacables el cuervo de Walking in my shoes o las gogos de Personal Jesus. Dave Gaham lo dio todo, con giros, bailando, saltando, descamisándose y con su apabullante voz, y eso a pesar de sus recientes problemas de salud. Fueron memorables los momentos dedicados al recuerdo como la ya citada Walking in my shoes, una emotiva Home, Policy of Truth, It's no good, I feel you, Enjoy de silence, y especialmente el cierre del concierto con Personal Jesus, una canción que puso en pie a todo el Palacio de Deportes y que hizo perder la voz a más de uno. He leído algunas críticas negativas que se han hecho de este concierto. Y sí, es cierto, están mayores, ya no innovan mucho y restringen al mínimo las canciones del último disco para tocar sus hits. Pero no nos engañemos, la mayoría de los que van a Depeche Mode quieren ver eso, las canciones que nos traen un recuerdo de nuestra adolescencia. Yo sólo puedo decir que no he bailado tanto en mi vida en un concierto.

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