jueves, 3 de junio de 2010

Negrita hace vibrar al público de la sala Heineken en un concierto lleno de ritmo

Ya os hablé del grupo de rock italiano Negrita cuando regresé de mi viaje a Roma el verano pasado, quedé totalmente fascinada por un grupo que tiene ya ocho discos en el mercado, llena estadios en Italia, suena allí a todas horas en televisión y radio, y de los que aquí no sabemos nada. Compramos su último disco, Helldorado, y no he parado de escucharlo desde entonces: rock potente, melodías bailables y muchísima fusión, un disco realmente redondo. Por ello podéis imaginar mi emoción cuando supe que venían de gira a España: el jueves 3 de junio en la sala Wah-Wah de Valencia, el viernes 4 de junio en la Bikini en Barcelona, el sábado 5 de junio en Azkena en Bilbao y ayer mismo en la sala Heineken de Madrid. Negrita tienen que luchar contra muchos estereotipos y prejuicios, no toda la música en italiano son baladas, aunque es cierto que es prácticamente lo único que nos llega aquí, según piensan ellos, por un problema de idioma; también el hecho de que sean absolutamente contestatarios con el régimen semidictatorial de Silvio Berlusconi, no les ayuda mucho a la hora de ser promocionados, y a pesar de ello venden miles de discos y atraen a un público heterogéneo. Desde luego, si tenéis oportunidad, os recomiendo que vayáis a verles a cualquiera de los conciertos de su gira. Es cierto que ayer la sala Heineken no estaba llena, pero para no tener ni un solo disco editado en España se puede decir que congregaron a un buen número de seguidores, y además de lo más entregados y entusiastas. Todo el público coreaba las canciones del grupo, saltaba y bailaba y disfrutaba con la energía que desprende esta banda y el enorme carisma y simpatía de su cantante, que no paró de animar, hacer bromas (el 'amigo' Berlusconi fue también protagonista de algunas de ellas) e incluso hablar en español, a pesar de que, no nos engañemos, la gran mayoría del público eran italianos, los españoles éramos unos pocos en comparación, desperdigados por la sala, pero eso sí, entregados al cien por cien con el concierto. La actuación fue impecable, el sonido de Negrita en directo es absolutamente genial, se notan los años de experiencia y las interminables giras a sus espaldas, no son unos principiantes y eso se nota. Además, no escatimaron nada, se entregaron totalmente y dieron casi dos horas de concierto, incluso salieron a tocar dos bises y no se hicieron nada de rogar para ello, algo que por desgracia se está volviendo demasiado habitual en los grupos jóvenes. La interacción con el público fue continua, y la apoteosis con su tema estrella de este disco Gioia Infinita, total. Salí de allí contenta, muy contenta, consciente de no sólo haber asistido a un muy buen concierto de la mano de unos artistas de mucha calidad, sino además de haber disfrutado como en pocos conciertos. El propio cantante, Paolo Bruni -Pau- comentaba en una entrevista concedida a la web de Heineken antes de su actuación respecto al final de sus conciertos: "Lo que más me gusta es que cuando la gente sale camino de su casa, van con una sonrisa en la cara. Y eso, para mi, es lo más grande del rock and roll". Desde luego Pau, en mi caso ha sido así.

2 comentarios:

  1. and the tap drips
    drip, drip, drip, drip...
    me encanta la canción que te titula, de toda la vida. me ha gustado asomarme por aquí.

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  2. Gracias Raúl, desde luego, una gran canción.

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