martes, 1 de septiembre de 2009

Humbug, éstos Arctic Monkeys sí que me gustan


Muchos lo temían, yo lo esperaba con ansiedad. Y sí, así es, Arctic Monkeys han madurado, han evolucionado, y se han dejado llevar por los derroteros sonoros de Last Shadow Puppets, el proyecto en solitario de su cantante Alex Turner. Hay quien también achaca parte del cambio a su nuevo productor, Josh Homme, guitarrista de Queens of the Stone Age. Sea como sea, el cambio ha sido para mejor. Sin desmerecer su anterior rock de guitarreos rápidos y baterías que cortaban la respiración, esto es otra cosa. De hecho muchos acusaban el declive de la banda en un segundo álbum que no llegó a convencer tanto como el primero, que fue un gran éxito. Son muchos los que han criticado este cambio en la banda, pero es que hay que evolucionar, hay que cambiar. ¿Qué hubiera sido de los Beatles si se hubiesen quedado en temas como Love me do y no hubiesen evolucionado hacia la psicodelia con temas tan increíbles como A day in the life? Pues obviamente, hubiesen sido un grupo más, muy bueno, pero uno del montón. Dejando aparte discusiones sobre estos renovados Arctic -que por mi parte me han emocionado como no lo hacía un grupo actual desde hacía tiempo- su nuevo álbum Humbug recupera una música melódica, pero a la vez potente que no veíamos en los grupos británicos desde hace tiempo. El primer single ha sido Crying Lightning, y vaya single, ya no nos hacen agitar la cabeza desmelenados, ahora queremos saber qué hay detrás de esas melodías aparentemente oscuras y melancólicas. Otro ejemplo es la increíble My Propeller, con su atmósfera asfixiante. Aunque, que nadie se lleve las manos a la cabeza, el sonido Arctic sigue ahí, canciones rápidas y divertidas, y sobre todo, la increíble voz de Turner que está aprendiendo a modular y usar a su antojo. Todo un lujazo de disco que podremos disfrutar en directo en Madrid el 30 de noviembre en la Riviera.

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