viernes, 27 de agosto de 2010

El corazón de las tinieblas de Joseph Conrad

Después de haber leído últimamente sólo novelas actuales, el pasar a un clásico del XIX como es El corazón de las tinieblas de Joseph Conrad supone todo un revulsivo. Por muy buenas que hayan sido algunas de las novelas que he leído últimamente, se quedan incomparablemente empequeñecidas ante una obra como ésta. Los clásicos son clásicos por algo, y al leerlos, una se da cuenta de por qué se encuentran en todos los listados de libros imprescindibles, ésta novela por lo menos es absolutamente excepcional, de esas que "sí" que hay que leer si o si. Joseph Conrad tiene una escritura perfecta que cautiva desde las primeras palabras y que nos transporta sin más allá a donde quiere llevarnos. Ésto tiene un mérito especial, ya que Conrad era polaco de nacimiento y no aprendió el inglés de manera autodidacta hasta los 21 años, mientras trabajaba como marinero en diversos barcos. Más tarde se instalaría definitivamente en Inglaterra y se nacionalizaría británico, pero el hecho de que un polaco cuya lengua materna nunca fuera el inglés, se haya convertido en el mayor escritor de Gran Bretaña, tiene un mérito innegable. Como ya he dicho, Conrad fue marinero gran parte de su vida, tan sólo con la llegada de la Revolución Industrial y el paso de los veleros a los barcos de vapor, que eran más grandes y por lo tanto se necesitaban menos marinos, el escritor se asentó en tierras inglesas y comenzó su carrera literaria a los 38 años de edad, un tesón que nos demuestra de nuevo que nunca es tarde para nada ni para nadie. Conrad viajó al Congo, en un momento en el que la colonización del continente africano estaba en su punto álgido, éste viaje le afectó profundamente, tanto por lo que vio allí como por lo gravemente enfermo que regresó a Europa. Parte de sus experiencias las plasmaría posteriormente en El corazón de las tinieblas.

La novela es un viaje real al Congo y un viaje espiritual al fondo del ser humano y a lo más oscuro y primitivo de su naturaleza, planteando si un ser civilizado puede perder todo su civismo y su humanidad en determinadas circunstancias. El protagonista es Marlow, un marinero que viaja por el salvaje río Congo con la misión de buscar a Kurtz, el jefe de una explotación de marfil, que lleva años aislado en medio de la selva y se ha convertido en una especie de dios para los indígenas. Kurtz ha perdido la cabeza, y ya no se limita a robar el marfil y comerciar con él en su propio beneficio, sino que se ha creído su papel de dios, en un descenso imparable a los infiernos del que ya no sabe o no quiere salir. La selva, el primitivismo del continente y su aislamiento, le han llevado a conocer el lado más oscuro de su yo interior. El viaje de Marlow será muy duro, tendrá que soportar enfermedades y ataques de los indígenas, además de ver la brutalidad de los europeos hacia los nativos. El escritor nigeriano Chinua Achebe, del que ya os hablé aquí por su novela Todo se desmorona, critica duramente el racismo de Conrad. Es cierto que en la novela se trata a los nativos africanos como a seres salvajes, y se les describe de una manera caricaturizada y bastante cruel en ocasiones. También es cierto que la novela denuncia el maltrato y el mal que hace el hombre blanco al colonizar otros territorios, algo totalmente novedoso en la época. Joseph Conrad es hijo de su época, por eso no podemos exigirle que no sea racista o machista en cierto grado, no se puede juzgar a un autor o un libro desde nuestra época, sino que hay que trasladarse a aquel momento y reconocer su valentía al criticar ciertas ideas y actitudes que eran normales para la mayoría de la gente. Francis Ford Coppola hizo una interpretación muy pero que muy libre de esta novela en su película Apocalypse Now, trasladando la acción a la Guerra de Vietnam, aunque mantuvo a los personajes principales y cierto espíritu de la novela, introduciendo también un final diferente. Una película imprescindible, con una actuación de Marlon Brando sencillamente excepcional.




"La vida es una bufonada: esa disposición misteriosa de implacable lógica para un objetivo vano. Lo más que se puede esperar de ella es un cierto conocimiento de uno mismo, que llega demasiado tarde, y una cosecha de remordimientos inextinguibles. Yo he luchado a brazo partido con la muerte. Es la disputa menos emocionante que podáis imaginar. Tiene lugar en una indiferencia impalpable, sin nada bajo los pies, sin nada alrededor, sin espectadores, sin clamor, sin gloria, sin el gran deseo de la victoria, sin el gran miedo de la derrota, en una atmósfera enfermiza de tibio escepticismo, sin demasiada fe en tu propio derecho, y todavía menos en el del adversario. Si tal es la forma de la sabiduría última, entonces la vida es un enigma mayor de lo que la mayoría de nosotros cree".

(El corazón de las tinieblas, Joseph Conrad)

9 comentarios:

  1. Es una novela estupenda, aunque hay que tomársela con calma. A mí me impresionó cuando la leí.

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  2. La leí hace cinco años, en tercero de carrera, y me gustó mucho. En la uni también nos pusieron la película, pero no me gustó tanto, es más, me dormí, supongo que las 8de la mañana y en clase no es un buen momento para ver Apocalypse Now. Muchos besos.

    Cuéntate la vida http://cuentatelavida.blogspot.com

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  3. Pues haces que los clásicos recuperen encanto. Menuda lección de literatura que aplicas esta vez. Conrad es para mí una asignatura pendiente y mira que tenía raíces polacos, no sabía, por cierto, que aprendió inglés por su cuenta pensaba que su historia era otra.
    Por tu reseña parece que hay que leerlo si o si;)
    Y estoy de acuerdo, algunos libros hay que leerlos porque sí y además en cierta época de vida para completar nuestro micromundo con tal de entender el macro;)

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  4. Muy buen libro y muy buena película, ¿El libro de la foto es la adaptación de la película? lo digo porque la portada es del cartel de la película.

    Sau2

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  5. Parece interesante mi amiga, pero de momento lo veo bastante lejos para leérmelo (sinceramente te lo digo).
    Tengo muchísimos libros pendientes Carol, pero bueno ahí queda como siempre tu grande y acertada aportación por si algún día me decido.
    Un besito muy grande y cuídate.
    Por cierto Carol el otro día te mandé una solicitud de amistad a tu facebook ¿la viste?.

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  6. casi me da vergüencita reconocer la cantidad de libros imprescendibles no leídos. tomo buena nota. la peli sí la conozco bien. tremendísima.

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  7. Anabel, la verdad es que además de estupenda, impresiona muchísmo, a mí me ha tenido varios días dándole vueltas a la cabeza.

    Goizeder, el libro es buenísimo, y la peli, aunque de otra manera también lo es, dale otra oportunidad porque es verdad que es algo dura de ver y nada recomendable a las 8 de la mañana, yo también me hubiese dormido.

    Karo, me alegra que te haya interesado el post, y espero que te animes a leerlo, a veces frases como que un libro es imprescindible nos pueden echar un poco para atrás, pero es que éste lo es de verdad.

    Señor Werty, recomendables ambos, el libro y la película. El libro que aparece en la foto es el orignal de Joseph Conrad, en el prólogo hablan de su relación con la película de Coppola y me imagino que por eso incluyeron el cartel de la misma en la portada.

    Chari, si te animas que sepas que es bastante breve y se lee bastante rápido, aunque es de esos libros con los que paras a menudo para reflexionar sobre lo que has leído. Ya vi tu invitación en Facebook y ya somos amigas!

    Raúl, ya ves, yo hasta ahora no me había acercado a Conrad, si yo te contara la de clásicos que tengo pendientes...

    Muchos besos a todos!!!

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  8. Pues me lo apunto en la lista de clásicos que quiero leer, ya que dices que es uno de los imprescindibles.
    Un abrazo.

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  9. Luisa, apúntatelo que es un libro realmente excepcional, a mí me ha gustado muchísimo.
    Bsos!

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